Thursday, July 02, 2009

Bolivia bolivariana boliviana

--- no joven, no puedo asegurarle de que llegue a La Paz, siguen los bloqueos pe… y me han informado que estan parando los convois pe… es bajo su propio riesgo – mmmta… pues déjeme pensarlo pues y al rato regreso... oiga y cree que estén dando visas? – que no es de Lima pe? – no, soy de México ... – ahh! pensé que era limeño pe... ya decía yo... habla con acento charapo pe... jajaja ... déjeme hacer una llamada ....---

Estaba en una agencia de viajes que mi amiga Claudia de Lima me había contactado. Ella era la que me organizaba los contactos locales donde quiera que paraba. La agencia estaba en Jirón de los Incas, muy cerca del hotel donde me estaba quedando, El Embajador. Acababa de llegar de Cuzco, en un trayecto que hice por bus en el que veníamos varios turistas. El bus había parado en varios sitios donde había ruinas y pueblitos muy pintorescos. En el bus había conocido a Romina de Buenos Aires, ella también viajaba sola y lo hacía de la misma manera que yo, sin planes y si los había cambiaban constantemente. Viajabamos a donde nos llevara el viento, como le decía yo.

--- Joven... creo que los buscan pe --- Afuera estaba Romina, que había ido al Hostal Wiracocha que era donde ella se quedaba, a dejar sus cosas. Quedamos de vernos afuera de mi hotel para ir a comer algo.

--- Hola... que tal como está tu hotel? – normal... nada especial – el de vos? – normal también... – estás esperando algo? – estaba viendo donde voy después de aquí... dejame decirles que ahorita regreso y vamos por algo de comer – dale ---

--- Alo? Alo?? Alo??.... Joven la línea está muy mal... llamo pero no me escuchan... siempre cortan las líneas allá cuando hay problemas pe...sigo tratando eh! – donde estás llamando amiga? - a La Paz pe - ok... sabes amiga... voy a comer pero al rato regreso . – no hay problema pe... por cierto tu pasaporte hasta cuando es válido – eso no es problema... hasta 2005 creo – ok pe...---

Salí de nuevo de la agencia para ir a comer algo con Romina. Puno no era ciudad muy turística, tenía su catedral y su plaza de armas pero no era nada especial. Era una ciudad muy chiquita. Los turistas van a Puno para visitar las islas flotantes del Lago Titicaca y también para cruzar hacia Bolivia. Hacía mucho frío. Los edificios y casas eran viejos, descuidados y grises, las calles estaban sucias y había mucha gente por las calles, todos tapados. Eso si, había un chingo de Internet cafés...

--- y ya te decidiste a donde ir? – pues quería cruzar a Bolivia...hay unas ruinas cerca de la frontera del lado boliviano... y luego quería ir a La Paz... pero creo hay problemas – si... están deteniendo a todos los buses... hay problema de cocaleros... a veces se pona fea la cosa... yo iré pero en avión desde Lima – ahhh te regresas? – si ... tengo que ir a Juliaca y de ahí tomo un avión a Lima y después regreso a la frontera... pero del otro lado... jaja es lo mejor... y lo más seguro... ya llegando a La Paz veo si puedo ir a esas ruinas que dices... yo también quiero conocerlas ---

Eran como las cinco de la tarde y empezaba a obscurecer. El frío estaba más recio. Pensé por un momento en hacer lo mismo que Romina, pero todavía tenía algunos destinos peruanos que quería conocer, Arequipa, el Valle de Colca y Nazca...

--- yo quería conocer el valle de Colca... ya será para la próxima... pero si querés y decidís venir a La Paz podemos ir juntos a esas ruinas... así nos hacemos compañía y ya no es tan peligroso – ok... dejame checar... tengo que ver con la agencia... igual y lo más fácil sería en avión... también tengo que checar lo de la visa – ahh! que te piden visa? – si... como nosotros les pedimos ellos también... los brasileños igual eh – que mierda ehh! Yo puedo entrar con mi documento de identidad ---

No recuerdo que comimos, pero no era nada especial. A pesar de ser una ciudad donde los turistas iban, Puno carecía de toda la infraestructura, estábamos en un ciber café donde pude checar mis e-mails.

Nos dieron como las ocho de la noche. Ya en la calle muchos comercios estaban cerrados. Solo estaban abiertos los de comida, donde tenían televisiones a todo volumen sintonizados en Panamericana Televisión. Quizá estarían pasando una telenovela brasileña porque las mexicanas ya no estaban de moda según una vez me contó la Tía Lolita, la esposa del Tío Lolo, la mamá del oso.

--- Che... me voy a dormir... estoy muerta... te veo mañana temprano – sale... a que hora hay que estar listo? – siete y media creo – ok... bye te veo mañana--- Le di a Romina un beso en la mejilla. La iba a invitar a tomar algo en un bar, pero no se veía nada. Terminé de surfear la red de redes a velocidad tortuga y me regresé a mi hotel. El cielo estaba despejado, se podía ver la estrella del sur.


--- Y cuándo sales entonces? – hoy... tomo el avión hacia Lima en Juliaca porque no hay aeropuerto en Puno – ah que no hay aeropuerto? – no... increíble no?... tan turístico que es... – y llegas a La Paz? – no estoy segura creo en la noche ... voy a tener que buscar un hotel llegando porque no tengo donde quedarme ... vos ya decidiste? – pues traté de ir en la mañana a la agencia, pero estaba cerrada... tengo que ir más tarde ... igual y te caigo en La Paz un día después... no sé... a ver... – bueno ---

Estabámos en la isla de Taquile, en el Lago Titicaca, habíamos estado en Uros, un conjunto de islas flotantes hecha a base de totoras, eran chiquititas y solo paramos ahí para tomarmos fotos, no me gustó estar ahí mucho tiempo, los pies se metían entre las hojas y además se movía. Me daba la impresión que caería en un hoyo en el agua. Se supone así viven la gente de los lagos y así había vivido por miles de años.

Había otras islas, La isla de la luna y la isla del sol. Para las culturas quechua y aymara, este lugar era el principio del mundo. Aquí había comenzado todo, el comienzo del universo, de la vida, aquí había nacido el sol y la luna. La cuna de las civilizaciones. Desgraciadamente las islas se encontraban del lado boliviano y nuestra embarcación no tenía permiso para ir. Eran más interesantes porque había ruinas.

En Taquile no había mucho que ver, solo había familias que vivían ahí y nunca se habían adaptado a los tiempos modernos. No había electricidad, ni agua potable ni nada por el estilo. Si uno quería se podía quedar a pernoctar con alguna de las familias para experimentar más este tipo de vida. Las vistas eran muy buenas, el agua del Titicaca era fría y de color azul intenso. Los andes nevados se veían a lo lejos. Alcanzaba a divisar el territorio boliviano a lo lejos. Comimos asadito de conejo en Taquile.


--- che... yo tomo un colectivo para Juliaca... mi avión sale hasta la noche pero no sé cuanto tardo en llegar... está bien si te dejo? – si claro no te preocupes... yo ahorita voy a la agencia – entonces como le hacemos?... me escribís un e-mail – si seguro --- Estábamos de regreso en Puno, acabábamos de dejar en barco y veníamos del puerto --- Mirá... este es mi dirección de correo, escribime si decidis ir a La Paz... también te dejo el teléfono de Buenos Aires... es mas...voy a llamar y decirles que cuando llames te digan donde eme quedo en La Paz... así es mejor porque no sé si haya allá café internets – perfecto... no hay problema... yo te llamo – bueno Panta... me voy... chau... un gusto conocerte y ojalá nos veamos ... y si no te veo en La Paz te espero en Buenos Aires – bueno... claro que sí cuídate y un gusto bye ---

Romina tomó un colectivo que la llevaría a Juliaca. Nos despedimos de beso en la mejilla, abrazo y toda la onda. Era buena onda. No sabía que hacer, mis vacaciones se estaban terminando y si quería ir a Bolivia pero quería conocer otros lugares en Perú. Luego capaz que llegando a Bolivia me adentraría más al sur. Tenía amigos en Argentina... pero me hacia falta tiempo. Caminé hacia a la agencia de viajes. Ese día había más gente en la calle, era día de mercado. Había puestos de comida, artesanías. La gente hablaba quechua y aymara.

--- Buenas – buenas joven... justo ahorita acabo de hablar con Claudia... dejeme comunicarlo – por? Algún problema? – no.. pe... es sobre su viaje a Bolivia ---

Me senté en uno de los escritorios y me pasaron la llamada --- alo? – alo? Panta? – ey amiguita que pasa peee!!! – ey Panta que ya hablas como peruano pe... no... que va... como todo un charapo pe – es que se pega amiguita – me dice Rocío que quieres ir a Bolivia pe? – si... – tu tas loco pe... hay muchos problemas pe... están cerradas las carreteras y los cocaleros han atacado varios convoys... pasaron en las noticias que van a mandar al ejército pe... mejor no vayas Panta...además como eres turista seguro te pedirán dinero pe – mmm oye y si viajo por avión? – pues estuve viendo eso... pero el problema es que si viajas en avión desde Lima necesitas la visa de la embajada y te la dan solo Lima... si cruzas el lago te la dan luego luego pe ahí en la frontera – mmmta... que desmadre ... – pues como tu veas Panta... – oye pues yo creo que mejor voy pa´la otra... cuando se calmen las cosas... además seguro seguiré unos meses por acá – muy bien pe... – y ya vi todo aca... como puedo irme a Arequipa – pues si te vas en bus tardas unos 24 horas... – no que hueva... no hay tren? – el tren es más lento... por las montañas pe – avión? – tendrías que ir a Juliaca... ahí tomas un avión que vaya a Lima... hace escala en Arequipa – bueno... pues apartame un boleto pe...de ida... puedo irme hoy? – no... pe... ni que fuera aeropuerto internacional... quizás mañana... tengo que ver – bueno... me dices... que aquí ya vi todo y me voy a aburrir – bueno pe – bueno – un beso – otro – chau –chau ---

Estaba un poco decepcionado por no haber podido ir a Bolivia, si no hubiera sido por esos desmadres quizás si me hubiera lanzado. Esa tarde le escribí un e-mail a Romina diciendole que siempre no iba. Esa tarde me mega aburrí, no había nada que hacer. Encontré un bar de mala muerte con música serrana, tenía ganas de un pizco sour pero no había, me conformé con un par de botellas de cuzqueña.

Al otro día regresé a la agencia de viajes a recoger mi boleto y me subí a un colectivo hacia Juliaca. Íban unos suecos y unos alemanes. Yo y el conductor eramos los únicos que hablábamos castellano. Juliaca era una micro ciudad, no había nada, su aeropuerto era pequeñísimo, pero eso si, bien moderno.

El avión de aerocontinente llegó puntual. Partimos con destino a Arequipa. El viaje tardaría a lo mucho treinta minutos, creo que es el viaje en avión más corto que he hecho, venía casi vacío el avión, la mayoría turistas. Contemplaba el imponente Misti nevado unos minutos antes de aterrizar, el avión volaba tan cerca de sus faldas, parecía como si se pudieran tocar. El cielo estaba azul y la nieve reflejaba el brillo del sol, una tímida fumarola emergía del majestuoso Misti. El lago Titicaca se había convertido en lo más cerca que había estado del fin del mundo.

3 comments:

Zays said...
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Zays said...

oiga Panta, y es caro viajar por el sur? esos vuelos cortos cuànto cuestan? o bueno cuànto costaban entonces?
Gracias por su comment, ya le contesté. Saludos

Pantaleon said...

Zays,
Cuando estuve por alla, un vuelo de Lima a alguna ciudad del interior costaba como unos 150-200 verdes... Es lo mas rapido y comodo. Viajar por bus y tren era baratisimo, pero mucha joda, muy cansado, aunque se conoce mas asi.
Saludos