Mientras discutía alguna trivialidad con Nat...
Nat: I am sorry Panta, but I think I couldn't live with you!
Panta: I am sorry Nat, but I don't want to live with you!
Nat se puso toda roja de la cara, volteó a su computadora y siguió tecleando
Wednesday, April 30, 2008
Sunday, April 27, 2008
32
Nota 1 del autor: a la lista agregar una chaqueta ligera anti-lluvias con cucurucho que no tenía y que me dió hueva tomar una foto
Nota 2 del autor: el effing Leopard lo tuve que comprar porque mi effing mac solo tenía Tiger. Out of interest después del effing Tiger sacaron el effing Panther y después el effing Leopard. Qué pinche gato sigue?
Wednesday, April 23, 2008
Relaciones bilaterales
Había bebido varias copas de vino blanco y un par de cervezas sol. No quería mezclar pero a un idiota se le ocurrió mandarme soles cada media hora y no podía hacerles el feo. Me dirigí a la caja a pedir la cuenta, estaba medio pedo, estaba happy y caminaba en zig-zag.
Panta: Hi, Could I have the bill please? … table 17!
Mesera: sure… just one moment
La mesera tenía facha mediterránea. Estaba guapa y el alcohol la hacía ver hermosa. Pelo chocolatoso rizado hasta los hombros, piel bronceada natural y ojos claros. Tenía un cabus bastante apetecible. Fué a llamar a alguien y regresó.
Mesera: someone is coming...
Panta: thanks… where are you from?
Fuí directo al grano, normalmente a los ingleses no se les pregunta cosas directas, pero como ella no era de la isla, me atreví a preguntarle sin tapujos
Mesera: Greece
Panta: ah... Kalimera
La mesera solo sonrió. En ese momento llegó el capitán de meseros.
Capitán: hello sir... do you want your bill right?
Panta: yes please
Me quedé pensando en que le había dicho a la mesera los buenos días. Que pendejo me ví. Pero fue lo único que se me ocurrió. Me ví muy Del Boy
Capitán: table 17 right?
Panta: yes please
El capitán de meseros tenía un acento español. Hablaba igualito que Penélope. El capitán me da la cuenta y le doy mi tarjeta para pagar
Capitán: le gutó su comida?
No me había equivocado. El capitán era chiquitito, regordete y moreno. Me imagino era del sur de Iberia.
Panta: si estuvo muy rica
Capitán: ya había venido?
Panta: si... un par de veces... el pescado es bastante bueno
Capitán: si el pecado e lo mejo... pero etos inglese no saben nada de pecado y solo comen steak
Panta: jaja... me imagino
Capitán: el dueño e de Andalucía... verá yo también soy de ahí...
Panta: en serio? de que parte?
Capitán: de un pueblecito cerca de Sevilla... entre Sevilla y Cadi
Panta: conozco Sevilla y Cadiz... es muy bonito
Capitán: pue yo soy de un pueblecito cerca de ahí... uted de donde e?
Panta: yo de México
Capitán: ah... Méjico...fíjese que yo quiero musho a Méjico
Panta: conoce?
Capitán: no... y e uno de mis sueño... fíjese que mi padre era republicano... y cuando tuvimo la guerra que fue horrible, mi padre tuvo que sali de Epaña...
Panta: a México?
En estos momentos los ojos de Capitán se empezaron a poner vidriosos.
Capitán: si... yo le etoy muy agradecido a Méjico... poque hizo mucho por Epaña... mi padre era profeso y cuando empezó la guerra se tuvo que i y gracia al presidente...
Panta: Cárdenas!
Capitán: si gracia al presidente Cárdena mi padre se pudo i a vivi a Méjico... vivía en un luga que se llama Aguascaliente...puso un negocio, una charcutería... fíjese que también ahí conoció a mi madre...
Panta: y usted nació en México?
Capitán: desafortunadamente no... yo nací en Andalucía... pero epero... si Dio me concede vida... conoce Méjico
Panta: seguro que sí... ojalá y pueda hacerlo... le va a gustar
Capitán: Ojalá
Pensé que el capitán iba a llorar, veía como sus ojos estaban a punto de brotar lágrimas
Capitán: e po eso que Epaña le debe mucho a Méjico... y el gobieno debería de ayuda a todo lo hipanoamericano que vienen poque somo lo mimo... fíjese que el anterio gobierno en Epaña era muy malo en eso... pero ahora ha mejorao
Panta: con Zapatero?
Capitán: si... verá uted, que yo soy de iquierda... y bueno a mi me da musho guto cuando hablo con alguien de hipanoamérica y bueno en epecial de Méjico
Panta: de verdad espero que pueda conocer México
Capitán: ojalá... aquí tiene su recibo... yo me llamo Joaquín
Panta: yo Pantaleón
Capitán: pue Pantaleón e un guto conocerte y ojalá y regrese pronto
Panta: igualmente, el gusto es mío
Me despedí de mano y ya me esperaba la banda. Salí no sin darme antes un rol al water porque ya me andaba del uno. Ya no ví a la mesera griega.
Panta: Hi, Could I have the bill please? … table 17!
Mesera: sure… just one moment
La mesera tenía facha mediterránea. Estaba guapa y el alcohol la hacía ver hermosa. Pelo chocolatoso rizado hasta los hombros, piel bronceada natural y ojos claros. Tenía un cabus bastante apetecible. Fué a llamar a alguien y regresó.
Mesera: someone is coming...
Panta: thanks… where are you from?
Fuí directo al grano, normalmente a los ingleses no se les pregunta cosas directas, pero como ella no era de la isla, me atreví a preguntarle sin tapujos
Mesera: Greece
Panta: ah... Kalimera
La mesera solo sonrió. En ese momento llegó el capitán de meseros.
Capitán: hello sir... do you want your bill right?
Panta: yes please
Me quedé pensando en que le había dicho a la mesera los buenos días. Que pendejo me ví. Pero fue lo único que se me ocurrió. Me ví muy Del Boy
Capitán: table 17 right?
Panta: yes please
El capitán de meseros tenía un acento español. Hablaba igualito que Penélope. El capitán me da la cuenta y le doy mi tarjeta para pagar
Capitán: le gutó su comida?
No me había equivocado. El capitán era chiquitito, regordete y moreno. Me imagino era del sur de Iberia.
Panta: si estuvo muy rica
Capitán: ya había venido?
Panta: si... un par de veces... el pescado es bastante bueno
Capitán: si el pecado e lo mejo... pero etos inglese no saben nada de pecado y solo comen steak
Panta: jaja... me imagino
Capitán: el dueño e de Andalucía... verá yo también soy de ahí...
Panta: en serio? de que parte?
Capitán: de un pueblecito cerca de Sevilla... entre Sevilla y Cadi
Panta: conozco Sevilla y Cadiz... es muy bonito
Capitán: pue yo soy de un pueblecito cerca de ahí... uted de donde e?
Panta: yo de México
Capitán: ah... Méjico...fíjese que yo quiero musho a Méjico
Panta: conoce?
Capitán: no... y e uno de mis sueño... fíjese que mi padre era republicano... y cuando tuvimo la guerra que fue horrible, mi padre tuvo que sali de Epaña...
Panta: a México?
En estos momentos los ojos de Capitán se empezaron a poner vidriosos.
Capitán: si... yo le etoy muy agradecido a Méjico... poque hizo mucho por Epaña... mi padre era profeso y cuando empezó la guerra se tuvo que i y gracia al presidente...
Panta: Cárdenas!
Capitán: si gracia al presidente Cárdena mi padre se pudo i a vivi a Méjico... vivía en un luga que se llama Aguascaliente...puso un negocio, una charcutería... fíjese que también ahí conoció a mi madre...
Panta: y usted nació en México?
Capitán: desafortunadamente no... yo nací en Andalucía... pero epero... si Dio me concede vida... conoce Méjico
Panta: seguro que sí... ojalá y pueda hacerlo... le va a gustar
Capitán: Ojalá
Pensé que el capitán iba a llorar, veía como sus ojos estaban a punto de brotar lágrimas
Capitán: e po eso que Epaña le debe mucho a Méjico... y el gobieno debería de ayuda a todo lo hipanoamericano que vienen poque somo lo mimo... fíjese que el anterio gobierno en Epaña era muy malo en eso... pero ahora ha mejorao
Panta: con Zapatero?
Capitán: si... verá uted, que yo soy de iquierda... y bueno a mi me da musho guto cuando hablo con alguien de hipanoamérica y bueno en epecial de Méjico
Panta: de verdad espero que pueda conocer México
Capitán: ojalá... aquí tiene su recibo... yo me llamo Joaquín
Panta: yo Pantaleón
Capitán: pue Pantaleón e un guto conocerte y ojalá y regrese pronto
Panta: igualmente, el gusto es mío
Me despedí de mano y ya me esperaba la banda. Salí no sin darme antes un rol al water porque ya me andaba del uno. Ya no ví a la mesera griega.
Wednesday, April 16, 2008
Tuesday, April 15, 2008
Divagaciones Vol. 10
Nat trae sus jeans entallados el día de hoy. Me distraen mucho ya que cada vez que se para no puedo dejar de mirarle el culo. Nat tiene un chavito y no es casada, vive con el papá de su hijo, aunque creo que se la pasa viajando por motivos laborales, luego entonces vive semi-sola. Es originaria del Norte de Inglaterra. Es altísima y super delgada, según ella está gorda y está en una nueva dieta.
Sobre la dieta de Nat, me comentó que estaba funcionando: en la mañana come un pan tostado y un yogurt, a medio día sopa adelgazante que no sé que sea y en la cena, una cena normal, no come galletitas, ni papitas ni chingaderas. Para comprobarme que su dieta está funcionando se paró y me enseñó sus pantalones que le quedan holgados, le quedan grandes, le pude ver parte de un tatú por abajo del ombligo del lado derecho...
Aún no me sabe la comida, es por culpa de los antibióticos que me tomé cuando me dió la flu. Leí la cajita y según los efectos pueden durar hasta cuatro semanas después de haberlos consumido. No es que la comida inglesa sea una delicia, pero es medio jodido que no me sepa la comida a nada.
Out of interest, el padre de Mussolini quien era socialista admiraba a Benito Juárez, es por ese motivo que Mussolini recibió su primer nombre en honor al revolucionario mexicano.
Leo Mao, the unknown story, está dos tres, es demasiado derechista, entonces se la pasa tirando mierda a Mao y al ex-campo rojo. No es que el Chariman Mao haya sido una monedita de oro, pero me caga que los autores sean tan subjetivos.
Voy a la Gran Tenochtitlán en verano, ya me hace falta, ya hasta me gusta la salsa de manzana con mi hamburguesa de borrego y eso no está nada bien.
Dos pelis altamente recomendables, las dos sobre guerrillas, “La boca del lobo”, peruana y “El violín”, mexicana.
Mi lunch de hoy lo compré en M&S: un sándwich de pollo con tocino y ensalada de frutas que contenía kiwi, piña, mango, passion fruit (que no sé como se diga en español) y papaya. La papaya no me la comí porque no me gusta mucho, hablo de la fruta porque de la otra papaya si me gusta.
Están pasando mi programa favorito “the apprentice”, siete weies y siete weias tratan de conseguir una chamba con Sir Alan Sugar, un wei que empezó vendiendo chácharas en el east end y ahora es multimillonario. Cada semana los postulantes tienen que hacer varias tasks, del equipo que pierde, corren a un miembro. Esta es la cuarta serie en la isla. Es fenomenal. He visto la serie americana pero está muy mierda. Me encanta ver como a gente con egos tan grandes los hacen trizas en el boardroom.
Ya me conocen todos los que trabajan en el starbucks al que acostumbro ir, cuando entro me dicen “hi, grande white chocolate mocha with cream on the top?”
Entro a una tienda, donde una mujer de origen hindú con senos generosos atiende, lleva una blusa escotada
Mujer con senos generosos: hola te puedo ayudar?
Mi vista se fue directamente a sus generosos senos, por unos instantes se me olvidó para que entré a la tienda, que si me puedes ayudar? seguro que sí!
Sobre la dieta de Nat, me comentó que estaba funcionando: en la mañana come un pan tostado y un yogurt, a medio día sopa adelgazante que no sé que sea y en la cena, una cena normal, no come galletitas, ni papitas ni chingaderas. Para comprobarme que su dieta está funcionando se paró y me enseñó sus pantalones que le quedan holgados, le quedan grandes, le pude ver parte de un tatú por abajo del ombligo del lado derecho...
Aún no me sabe la comida, es por culpa de los antibióticos que me tomé cuando me dió la flu. Leí la cajita y según los efectos pueden durar hasta cuatro semanas después de haberlos consumido. No es que la comida inglesa sea una delicia, pero es medio jodido que no me sepa la comida a nada.
Out of interest, el padre de Mussolini quien era socialista admiraba a Benito Juárez, es por ese motivo que Mussolini recibió su primer nombre en honor al revolucionario mexicano.
Leo Mao, the unknown story, está dos tres, es demasiado derechista, entonces se la pasa tirando mierda a Mao y al ex-campo rojo. No es que el Chariman Mao haya sido una monedita de oro, pero me caga que los autores sean tan subjetivos.
Voy a la Gran Tenochtitlán en verano, ya me hace falta, ya hasta me gusta la salsa de manzana con mi hamburguesa de borrego y eso no está nada bien.
Dos pelis altamente recomendables, las dos sobre guerrillas, “La boca del lobo”, peruana y “El violín”, mexicana.
Mi lunch de hoy lo compré en M&S: un sándwich de pollo con tocino y ensalada de frutas que contenía kiwi, piña, mango, passion fruit (que no sé como se diga en español) y papaya. La papaya no me la comí porque no me gusta mucho, hablo de la fruta porque de la otra papaya si me gusta.
Están pasando mi programa favorito “the apprentice”, siete weies y siete weias tratan de conseguir una chamba con Sir Alan Sugar, un wei que empezó vendiendo chácharas en el east end y ahora es multimillonario. Cada semana los postulantes tienen que hacer varias tasks, del equipo que pierde, corren a un miembro. Esta es la cuarta serie en la isla. Es fenomenal. He visto la serie americana pero está muy mierda. Me encanta ver como a gente con egos tan grandes los hacen trizas en el boardroom.
Ya me conocen todos los que trabajan en el starbucks al que acostumbro ir, cuando entro me dicen “hi, grande white chocolate mocha with cream on the top?”
Entro a una tienda, donde una mujer de origen hindú con senos generosos atiende, lleva una blusa escotada
Mujer con senos generosos: hola te puedo ayudar?
Mi vista se fue directamente a sus generosos senos, por unos instantes se me olvidó para que entré a la tienda, que si me puedes ayudar? seguro que sí!
Wednesday, April 09, 2008
Desayuno
Me despertó la luz de la mañana, no había cerrado las cortinas, la cama king size estaba tan suavecita y no se diga el duvet, además de que no se escuchaba ningún ruido. La primera cosa que hice fue checar la vista por la ventana, era un día brumoso, la garúa estaba ahí, como la mayoría de los días limeños, esa niebla del mar que cubría toda la costa y que hacía que todo pareciese nublado, pero no, ahí estaba el sol. Había muchos edificios y casonas, abajo las calles se veían con gente y coches, mucho bullicio, pero mi cuarto era silencio absoluto.
Prendí la tele y empecé a escanear los canales, me acuerdo que dí con el weather channel Latinoamérica, CNN en español y el canal de las estrellas. La cara de Guillermo Ortega estaba en la pantalla, lo dejé ahí un rato mientras me arreglaba, no me interesaron mucho los canales locales.
Me bañé y lo primero que noté era que el agua olía diferente, tenía un olor especial, como a mar. Terminé y me vestí. El noticiero de televisa seguía en la tele, hablaban de alguna pendejada del mundo de los espectáculos. Observaba de nuevo el barrio de Miraflores por la ventana, desayunaría y exploraría un rato la zona. Quedé de pasar a medio día a la oficina, que quedaba en el Callao, conocería a uno de los gerentes, después en la tarde me quedaría de ver con Claudia, una chica que estudiaba turismo y que trabajaba en una agencia de viajes, me caería como anillo al dedo, si quería viajar siempre hablaba con ella y me organizaba todo, comería con ella y en la tarde partiría hacia la selva. Quería conocer el centro de Lima, pero no estaba seguro si me daría tiempo, estaría ocupado todo el día y me había levantado tarde.
Apagué la tele y salí de mi cuarto. Me dirigí a los elevadores. Me quedaba en el Hotel El Pardo, tenía once pisos, era moderno y estaba muy limpio, quedaba en Jirón Independencia, en el mero centro de Miraflores, cerquísima del Parque Kennedy y del Larcomar. Llegué a la recepción y pregunté donde servían el desayuno. Me dirigí al restaurant, había gente muy arreglada, hombres con camisa y corbata, mujeres con trajes sastre, algunos leían El Comercio, otros masticaban en sus pensamientos, yo iba de jeans y un polo azul y unos tenis, que huevas me ví, me sentí un poco fuera de lugar por un momento --- Hola Buenas días... desayuno para uno? – si por favor – su cuarto? – mm es... a ver... --- Buscaba el papelito que me habían dado cuando me registré --- el número de su cuarto está en su llave – ahh... es 503 --- Había varias señoritas, todas paradas, vestían de una falda de color mamey entallada, camisa blanca entallada y un chalequito entallado como de flores, me atendía Juana, tenía su nombre en una plaquita colocada sobre su pecho --- quiere su desayuno en la terraza? --- La terraza era afuera en la calle, parecía un café parisino cualquiera --- si, porque no! – por aquí, sígame --- La señorita Juana me señaló una mesa y me senté --- quiere café? – no...pero tiene jugos? – jugos? – si ... jugo de naranja o algo así? – ah! los refrescos están en esa esquina, el desayuno es buffet, puede servirse allá, los platos están debajo de esa bandeja – ahh! perfecto – cualquier cosa que necesite estaré aquí – perfecto gracias --- me paré y me serví un vaso de jugo de naranja, no sé porque la señorita Juana me había dicho que sólo había refrescos, de hecho cuando me dijo, no se me antojó mucho la idea de tomarme una mirinda a esas horas. Desayuné huevos y tocino, el clima estaba fresquito, me dio un poco de frijol el estar en la terraza, se veía gente en la calle y coches, ruidos de claxons, olía a mar --- hola todo bien? --- Juana estaba parada a mi lado, sonriente y con un garrafón de café en su mano --- si todo bien gracias --- Juana era alta y delgada, de piel color canela, tendría unos veinte años, su cabello lo tenía pintado de una tonalidad castaña, la falda entallada de color mamey, hacía resaltar su culito paradito --- no eres de por aquí verdad? – no, no, soy de México – ahh México, que bonito! Y llegaste ayer? – si, ayer por la noche... oye no tendrás tortillas verdad? – tortillas? – olvídalo... sabes donde hay pan? – pan por allá... pero ahora te lo traigo --- Juana me trajo dos especies de bolillos --- y vas a estar mucho tiempo acá? – bueno en Perú sí, bastante tiempo, pero en Lima sólo hoy... salgo por la tarde para Pucallpa – Pucallpa? – si... conoces? – no, yo soy de la sierra, de un lugar que se llama Arequipa... vas a tener que cuidarte de las charapas! --- me la quedé viendo, el taxista que me había llevado al hotel la noche anterior me había dicho lo mismo --- si sabes que son las charapas? – sí, justo ayer me estaban comentando algo así – eres soltero o dejaste a una mexicana en tu tierra – soltero – pues más cuidado debes tener... las charapas tiene fama de caza hombres – jaja – en serio --- esperame un momentito --- La señorita Juana se fue a una de las mesas donde acababa de llegar un fulano y le fué a servir café, al terminar regresó a mi lado, con el garrafón de café en su mano --- entonces no conoces Lima? – no, si me da tiempo, quizás me dé una vuelta por el centro al rato - pues si regresas a Lima, me dices y salimos para enseñarte y damos una vuelta – claro que sí, no sé cuando regrese pero sí – muy bien... bueno voy a estar por aquí cualquier otra cosa que se te ofrezca me dices --- La señorita Juana se fué a parar con sus demás compañeras, esperando a que algún comensal llegara. Cuchicheaban y reían entre ellas.
Acabaría mi desayuno y daría una vuelta por Miraflores. Más tarde entraría a una librería y compraría un libro llamado “Guía Inca del Perú”. Me levanté y me dirigí a la salida, Juana se acercó y me dió una servilleta --- Mira, anoté mi teléfono en este papelito, si regresas a Lima llámame y salimos, por cierto me llamo Juana– ahh gracias, yo me llamo Pantaleón – bueno Pantaleón, no olvides llamarme si regresas y cuídate de las charapas – ok, lo haré, gracias --- Me desconcertó su comentario sobre las charapas, pero al mismo tiempo pensaba que las mujeres de estas tierras sudamericanas eran muy aventadas, muy amistosas así nomás, quizá era la costumbre local.
Prendí la tele y empecé a escanear los canales, me acuerdo que dí con el weather channel Latinoamérica, CNN en español y el canal de las estrellas. La cara de Guillermo Ortega estaba en la pantalla, lo dejé ahí un rato mientras me arreglaba, no me interesaron mucho los canales locales.
Me bañé y lo primero que noté era que el agua olía diferente, tenía un olor especial, como a mar. Terminé y me vestí. El noticiero de televisa seguía en la tele, hablaban de alguna pendejada del mundo de los espectáculos. Observaba de nuevo el barrio de Miraflores por la ventana, desayunaría y exploraría un rato la zona. Quedé de pasar a medio día a la oficina, que quedaba en el Callao, conocería a uno de los gerentes, después en la tarde me quedaría de ver con Claudia, una chica que estudiaba turismo y que trabajaba en una agencia de viajes, me caería como anillo al dedo, si quería viajar siempre hablaba con ella y me organizaba todo, comería con ella y en la tarde partiría hacia la selva. Quería conocer el centro de Lima, pero no estaba seguro si me daría tiempo, estaría ocupado todo el día y me había levantado tarde.
Apagué la tele y salí de mi cuarto. Me dirigí a los elevadores. Me quedaba en el Hotel El Pardo, tenía once pisos, era moderno y estaba muy limpio, quedaba en Jirón Independencia, en el mero centro de Miraflores, cerquísima del Parque Kennedy y del Larcomar. Llegué a la recepción y pregunté donde servían el desayuno. Me dirigí al restaurant, había gente muy arreglada, hombres con camisa y corbata, mujeres con trajes sastre, algunos leían El Comercio, otros masticaban en sus pensamientos, yo iba de jeans y un polo azul y unos tenis, que huevas me ví, me sentí un poco fuera de lugar por un momento --- Hola Buenas días... desayuno para uno? – si por favor – su cuarto? – mm es... a ver... --- Buscaba el papelito que me habían dado cuando me registré --- el número de su cuarto está en su llave – ahh... es 503 --- Había varias señoritas, todas paradas, vestían de una falda de color mamey entallada, camisa blanca entallada y un chalequito entallado como de flores, me atendía Juana, tenía su nombre en una plaquita colocada sobre su pecho --- quiere su desayuno en la terraza? --- La terraza era afuera en la calle, parecía un café parisino cualquiera --- si, porque no! – por aquí, sígame --- La señorita Juana me señaló una mesa y me senté --- quiere café? – no...pero tiene jugos? – jugos? – si ... jugo de naranja o algo así? – ah! los refrescos están en esa esquina, el desayuno es buffet, puede servirse allá, los platos están debajo de esa bandeja – ahh! perfecto – cualquier cosa que necesite estaré aquí – perfecto gracias --- me paré y me serví un vaso de jugo de naranja, no sé porque la señorita Juana me había dicho que sólo había refrescos, de hecho cuando me dijo, no se me antojó mucho la idea de tomarme una mirinda a esas horas. Desayuné huevos y tocino, el clima estaba fresquito, me dio un poco de frijol el estar en la terraza, se veía gente en la calle y coches, ruidos de claxons, olía a mar --- hola todo bien? --- Juana estaba parada a mi lado, sonriente y con un garrafón de café en su mano --- si todo bien gracias --- Juana era alta y delgada, de piel color canela, tendría unos veinte años, su cabello lo tenía pintado de una tonalidad castaña, la falda entallada de color mamey, hacía resaltar su culito paradito --- no eres de por aquí verdad? – no, no, soy de México – ahh México, que bonito! Y llegaste ayer? – si, ayer por la noche... oye no tendrás tortillas verdad? – tortillas? – olvídalo... sabes donde hay pan? – pan por allá... pero ahora te lo traigo --- Juana me trajo dos especies de bolillos --- y vas a estar mucho tiempo acá? – bueno en Perú sí, bastante tiempo, pero en Lima sólo hoy... salgo por la tarde para Pucallpa – Pucallpa? – si... conoces? – no, yo soy de la sierra, de un lugar que se llama Arequipa... vas a tener que cuidarte de las charapas! --- me la quedé viendo, el taxista que me había llevado al hotel la noche anterior me había dicho lo mismo --- si sabes que son las charapas? – sí, justo ayer me estaban comentando algo así – eres soltero o dejaste a una mexicana en tu tierra – soltero – pues más cuidado debes tener... las charapas tiene fama de caza hombres – jaja – en serio --- esperame un momentito --- La señorita Juana se fue a una de las mesas donde acababa de llegar un fulano y le fué a servir café, al terminar regresó a mi lado, con el garrafón de café en su mano --- entonces no conoces Lima? – no, si me da tiempo, quizás me dé una vuelta por el centro al rato - pues si regresas a Lima, me dices y salimos para enseñarte y damos una vuelta – claro que sí, no sé cuando regrese pero sí – muy bien... bueno voy a estar por aquí cualquier otra cosa que se te ofrezca me dices --- La señorita Juana se fué a parar con sus demás compañeras, esperando a que algún comensal llegara. Cuchicheaban y reían entre ellas.
Acabaría mi desayuno y daría una vuelta por Miraflores. Más tarde entraría a una librería y compraría un libro llamado “Guía Inca del Perú”. Me levanté y me dirigí a la salida, Juana se acercó y me dió una servilleta --- Mira, anoté mi teléfono en este papelito, si regresas a Lima llámame y salimos, por cierto me llamo Juana– ahh gracias, yo me llamo Pantaleón – bueno Pantaleón, no olvides llamarme si regresas y cuídate de las charapas – ok, lo haré, gracias --- Me desconcertó su comentario sobre las charapas, pero al mismo tiempo pensaba que las mujeres de estas tierras sudamericanas eran muy aventadas, muy amistosas así nomás, quizá era la costumbre local.
Friday, April 04, 2008
Punta Sal
--- oiga joven, pues lo voy a tener que multar pe – multarme porque? Qué hice? – pues... pues iba manejando muy rápido --- en ese momento un jeep de color blanco pasa echo la madre --- ese iba más rápido que yo! – si pero no puedo detenerlo porque estoy con usted pe – mire ahí viene uno ... mire que rápido que va... párelo --- El policía levanta la cabeza, se toca el cuello, saca un pañuelo de su bolsa y se limpia el sudor del cuello --- mire joven, deme lo que sea, ya para dejarlo ir – pero porqué?, no hice nada – ok mi amigo, no hizo nada – ahh ya ve! – pero coopere no pe? – cooperar para qué? – pues pa´mi pe, no me pagan bien, tengo a mi familia, mi niña ya va a entrar a la escuela pe – ah eso es diferente a decir que venía rápido no? – además mire que coche tan bonito está manejando... usted es de plata pe ---no es mío, es de la compañía – mire ayudeme joven... no sea así --- miraba mi reloj, mi avión saldría pronto --- mire, le voy a dar pero no debería de estar pidiendo dinero – gracias joven, se lo agradezco muchísimo --- saqué de mi cartera un billete y se lo dí --- muchas gracias joven, que tenga buen viaje y maneje con cuidado... si le llegan a detener más adelante, diga que habló conmigo, me llamo Facundo --- sólo me lo quedé viendo al sinvergüenza, ya ni le dije nada, arranqué y veía por el retrovisor como el policía le hacía señas al siguiente coche para que se detuviera
Me encontraba en la carretera que iba a Tumbes, me dirigía de nuevo a Talara donde más tarde tomaría mi avión a Lima. Me había tomado la tarde libre y alguien me había sugerido que las playas en esa parte del país eran bacanes. Tomé el coche de la compañía y empecé a manejar en dirección hacia el norte, estaba muy cerca de la frontera de Ecuador, si me daba tiempo quizás cruzaría. Talara no me había impresionado, era solo un pueblito y el agua creo me había hecho daño, me habían salido ronchas desde que llegué ahí. La zona era desértica, entonces no había agua más que cuando llovía, los rumores eran que el agua que la población utilizaba era proveniente de una planta de tratamiento de aguas negras. Quizás era cierto y esa era la razón de las ronchas. Sólo pasé una semana ahí, así que no me preocupé mucho.
Casi no había ni una alma en la carretera, el paisaje era el de un desierto, había rocas, mucha arena y matorrales, había partes en la carretera en las que se podía ver la majestuosidad del Pacífico, el día estaba brumoso, pero se podía ver el sol. Me dijeron que había varias playas en la zona, pero que me fuera a la que estaba más lejos, porque las demás estaban llenas de surfistas, jipies y turistas, en especial en Máncora.
Después de un rato ví que me encontrababa cerca de Máncora y recuerdo en la carretera ver a una patrulla, bajé mi velocidad pero no me detuve, había un policía afuera de la patrulla, de uniforme color kaki, era un hombre muy alto y gordo, tenía lentes obscuros y tenía bigotito, cuando pasé se me quedó viendo y yo a el, pero seguí mi camino hacia el norte. Pasé por más playas: Pocitas, Vichayito, y Organos hasta que llegué a mi destino: Punta Sal. Me encontraba en el departamento de Tumbes, cerquísima de Ecuador.
Me salí de la carretera y ahora seguí un camino de terracería, no se veía nadie más, maneje más y más y nada, no veía ninguna playa, no veía el mar, solo rocas y matorrales, pensaba que quizás la había cagado y estuve a punto de regresarme, pero decidí seguir. Después de un rato pude ver el mar y paré el coche porque ya no se podía seguir, ahora caminaba y podía ver el Pacífico y la playa, no había nada de gente. La arena era blanquita y muy suave, el agua estaba calientita y se veía como el sol brillaba sobre el mar. El olor era a fresco.Ví a lo lejos unas chozas y empecé a caminar para allá. Era un pequeño hotelito, justo en la playa, quizás tendría unas cinco habitaciones y un restaurante --- buenas – buenas... que le servimos joven? – venden comida? – claro pe! – que vende de comer? – nuestra especialidad es aguadito de mariscos... está para chuparse los dedos – a ver deme uno – como no... nadamás que va a tardar un rato... apenas me acaban de traer los mariscos... están frescos y hay que cocinarlos – no hay problema, me espero... mientras me voy a dar una vuelta por aquí – como usted guste pe --- Seguí caminando un rato y me fui a sentar por ahí. Después de un rato me jetié, el ruido del mar me arrulló. Me desperté con hambre y fuí de nuevo hacia para el hotelito que había encontrado --- siéntese joven, ya está el aguadito, quedó muy rico pe --- Una señora salió de la cocina con un mega plato y me lo puso enfrente y se regresó --- es usted limeño mi amigo? – no que va, soy de México – ah! México? que lejos! --- El hombre se metió a la cocina y trajo dos cervezas --- cortesía de la casa mi amigo mexicano – ahh muchas gracias... salucita – salucita pe --- El aguadito era una verdadera delicia, miré mi reloj y pensé que quizás ya no me daría tiempo de cruzar a Ecuador, pero no me importó mucho, estaba en el paraíso. Platiqué con mi anfitrión de todo un poco, de comida, del clima, de las oportunidades de negocio, hasta de las próximas elecciones que se venían. Me despedí y caminé otro rato tomando fotos. Se hacía tarde, era momento de regresar.
Me subí al coche y empredí el camino de regreso. Llegué a la carretera y le pisé el acelerador, mi avión saldría pronto. Cuando pasé de nuevo por Mancora, ví al policía gordo de uniforme kaki de antes, esta vez me hacía señas para que me detuviera.
Me encontraba en la carretera que iba a Tumbes, me dirigía de nuevo a Talara donde más tarde tomaría mi avión a Lima. Me había tomado la tarde libre y alguien me había sugerido que las playas en esa parte del país eran bacanes. Tomé el coche de la compañía y empecé a manejar en dirección hacia el norte, estaba muy cerca de la frontera de Ecuador, si me daba tiempo quizás cruzaría. Talara no me había impresionado, era solo un pueblito y el agua creo me había hecho daño, me habían salido ronchas desde que llegué ahí. La zona era desértica, entonces no había agua más que cuando llovía, los rumores eran que el agua que la población utilizaba era proveniente de una planta de tratamiento de aguas negras. Quizás era cierto y esa era la razón de las ronchas. Sólo pasé una semana ahí, así que no me preocupé mucho.
Casi no había ni una alma en la carretera, el paisaje era el de un desierto, había rocas, mucha arena y matorrales, había partes en la carretera en las que se podía ver la majestuosidad del Pacífico, el día estaba brumoso, pero se podía ver el sol. Me dijeron que había varias playas en la zona, pero que me fuera a la que estaba más lejos, porque las demás estaban llenas de surfistas, jipies y turistas, en especial en Máncora.
Después de un rato ví que me encontrababa cerca de Máncora y recuerdo en la carretera ver a una patrulla, bajé mi velocidad pero no me detuve, había un policía afuera de la patrulla, de uniforme color kaki, era un hombre muy alto y gordo, tenía lentes obscuros y tenía bigotito, cuando pasé se me quedó viendo y yo a el, pero seguí mi camino hacia el norte. Pasé por más playas: Pocitas, Vichayito, y Organos hasta que llegué a mi destino: Punta Sal. Me encontraba en el departamento de Tumbes, cerquísima de Ecuador.
Me salí de la carretera y ahora seguí un camino de terracería, no se veía nadie más, maneje más y más y nada, no veía ninguna playa, no veía el mar, solo rocas y matorrales, pensaba que quizás la había cagado y estuve a punto de regresarme, pero decidí seguir. Después de un rato pude ver el mar y paré el coche porque ya no se podía seguir, ahora caminaba y podía ver el Pacífico y la playa, no había nada de gente. La arena era blanquita y muy suave, el agua estaba calientita y se veía como el sol brillaba sobre el mar. El olor era a fresco.Ví a lo lejos unas chozas y empecé a caminar para allá. Era un pequeño hotelito, justo en la playa, quizás tendría unas cinco habitaciones y un restaurante --- buenas – buenas... que le servimos joven? – venden comida? – claro pe! – que vende de comer? – nuestra especialidad es aguadito de mariscos... está para chuparse los dedos – a ver deme uno – como no... nadamás que va a tardar un rato... apenas me acaban de traer los mariscos... están frescos y hay que cocinarlos – no hay problema, me espero... mientras me voy a dar una vuelta por aquí – como usted guste pe --- Seguí caminando un rato y me fui a sentar por ahí. Después de un rato me jetié, el ruido del mar me arrulló. Me desperté con hambre y fuí de nuevo hacia para el hotelito que había encontrado --- siéntese joven, ya está el aguadito, quedó muy rico pe --- Una señora salió de la cocina con un mega plato y me lo puso enfrente y se regresó --- es usted limeño mi amigo? – no que va, soy de México – ah! México? que lejos! --- El hombre se metió a la cocina y trajo dos cervezas --- cortesía de la casa mi amigo mexicano – ahh muchas gracias... salucita – salucita pe --- El aguadito era una verdadera delicia, miré mi reloj y pensé que quizás ya no me daría tiempo de cruzar a Ecuador, pero no me importó mucho, estaba en el paraíso. Platiqué con mi anfitrión de todo un poco, de comida, del clima, de las oportunidades de negocio, hasta de las próximas elecciones que se venían. Me despedí y caminé otro rato tomando fotos. Se hacía tarde, era momento de regresar.
Me subí al coche y empredí el camino de regreso. Llegué a la carretera y le pisé el acelerador, mi avión saldría pronto. Cuando pasé de nuevo por Mancora, ví al policía gordo de uniforme kaki de antes, esta vez me hacía señas para que me detuviera.
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