De como las mujeres con senos grandes naturales me ponen nervioso

El fin de semana fuí a Tony & Guy a cortarme la mata. Normalmente la mayoría de las personas que están ahí son mujeres, entre ayudantas, recepcionistas, estilistas y clientas. Los pocos hombres que trabajan ahí o son maricas o realmente les gusta su oficio. Los pocos hombres clientes que asistimos, yo creo que la verdad es que vamos para echarnos un buen taco de ojo.

La gente que trabaja en Tony & Guy viste toda de negro, al parecer no tienen que usar uniforme pero si ese color. Y bueno, es un santuario de la moda, siempre veo carnes cuando voy. Las que se visten más atrevidas son las ayudantas y recepcionistas.

Me gusta Tony & Guy, porque además de siempre echarme mi taco de ojo, tienen un servicio excelente, básicamente como cuando me cortaba la mata en México. La única diferencia es que en México no te ofrecen algo de tomar, no dan masajitos orgásmicos en la cabeza y no hay nenas que no les importe mostrar como fueron traídas a este mundo, pero lo demás igual.

Pritesh es mi peluquero. No, no es maricón. Corta la mata muy bien y aprendió el oficio en la peluquería de su tío. Su familia es de la India, tiene un acento muy fuerte de Londres. Es buena onda, normalmente me la paso platicando con el de video juegos, los últimos celulares, películas, como bajar música gratis en Internet, vacaciones, política, la vida en general. Yo creo que un buen peluquero es como un barman, te escucha lo que tienes que decir y a veces te da su punto de vista.

De todas las chavas que trabajan ahí, mi favorita es Sam, que trabaja creo que de todo un poco, a veces te pregunta si quieres algo de tomar, a veces lava la mata y una vez la ví pintando la mata a alguien, pero la mayoría de las veces está en la recepción. Porqué es mi favorita? Bueno, no es una belleza, pero es wapa, tiene fake tan, es alta, maciza, de cabellos del color del sol, aunque seguro no es rubia natural y lo mejor son sus... como decirlo... impresionantes y gloriosos senos naturales. Como es de esperarse, siempre me gusta la de las tetas más grandes, y hay chavas más guapas pero es que esas cosotas... ay ay ay. A Sam siempre la he visto escotada. Sabe lo que tiene y lo muestra.

Y usted que lee éstas líneas en el comfort de su escritorio, sala o water, quizás se esté preguntando que como sé que si son naturales? Bueno, cuando no se puede deducir con el sentido del tacto, la forma y la manera que se mueven dicen mucho.

Normalmente cuando uno llega a Tony & Guy, uno se espera en la recepción, en unos sillones donde hay muchas revistas llenas de pelos, que por lo mismo no las veo, porque una vez, ví una revista donde en la portada había una werota y al abrirla miles de pelos cayeron en mis piernas... yo creo que era una trampa. Después, uno/a de los ayudantes viene con una bata negra y te la pone y te lleva a sentar a uno de los asientos donde se corta la mata. Después te pregunta si quieres algo de tomar. Después llega el peluquero, en este caso Pritesh, nos saludamos de mano acá bien banda, y bueno ya sabe como lo quiero entonces me pasa a lavar la mata. Normalmente me preguntarían que estilo lo quiero, color, etc.

Las que lavan el cabello son todas mujeres y es ahí donde Sam me ha lavado la mata dos veces. Después de la lavada viene lo mejor. El masaje. Es otro pedo. Hay algunas que tienen la mano muy pesada o uñas muy largas y otras lo hacen muy chido. Sam lo hace muy al pedo, de hecho las dos veces que me ha masajeado se tarda un chingo y yo feliz. Es la segunda mejor persona que masajea debo de admitirlo. La mejor es una gordita, simpática que una vez hizo casi casi me viniera.

Si veo a Sam trato de mirarla a los ojos, hago un esfuerzo enorme, pero algo, no sé si los 9.81 metros x segundo al cuadrado o alguna fuerza celestial hacen que mi mirada se vaya a sus pechos. Lo peor de todo es que se dá color. Lo mejor es que medio sonrie. Seguro sabe que me pone nervioso.

Para prueba, basta el último encuentro con Sam justo este fin de semana. Terminé con Pritesh, me despido y fui a pagar donde Sam estaba ese día. Le pedí una wax para el cabello que ya se me estaba acabando y le dí mi tarjeta. Yo creo que ahí fue donde ví sus pechos nuevamente porque lo siguiente que recuerdo es que estaba buscando en mi cartera otra vez mi tarjeta para pagar. Saco mi cartera y no encuentro mi tarjeta. Pensé que se me había perdido o la había dejado en la casa. Estaba tratando de recordar si la había usado ese día pero mi mente estaba apendejada. Tomo otra tarjeta, una de crédito y se la doy a Sam. Sam se ríe. --- Ya me diste tu tarjeta! --- Veo la maquinita y ahí dentro está mi tarjeta. --- Pensé que se me había perdido... no me fijé que te la había dado – es que seguro tienes tu mente en otro lado --- Si en tus tetas.... pensé. Sentía calor en mi cara. Le eché un último look en esos globos celestiales antes de partir.