La siguiente es una conversación que mantuve con Luigi. Es un cuate italiano de Sicilia que tiene un restaurante en Londres cerquisísima de Paddington. Creo que es necesaria postearla pa´la posteridá!
Hace muchos años cuando Luigi era joven e inexperto...
El bar del hotel recibió una llamada del cuarto 302 para que subieran dos botellas de Güisqui. A Luigi le tocaban estas labores, puesto que apenas iniciaba. Para que pudiera trabajar como barman faltarían muchos años.
Cabe mencionar que Luigi tiene un fuertísimo acento italiano, habla casi tipo padrino, una voz medio chillante, es chiquitito, tiene el cabello negro y bigotito cabroncito y siempre viste de traje.
Luigi subió al cuarto y tocó la puerta --- si? – room service – ah pasa --- Luigi entró al cuarto rápidamente y puso las botellas y vasos en una de las mesitas del cuarto --- cómo te llamas? – Luigi – italiano? – si, de Sicilia --- Eran dos mujeres, holandesas, llevaban uniformes de KLM, seguro eran aeromozas, rubias de ojos azules y altísimas --- quieres una copa? --- Luigi pensó que no tendría nada de malo tomarse una copita de Güisqui, además curraba demasiado --- si, gracias ---
Empezaron a platicar de la región de donde era Luigi y de los lugares que las mujeres habían visitado. Estarían en Londres esa noche y se irían a la mañana siguiente. Las copas fluyeron. Una de las aeromozas se metió al baño y cinco minutos después salió topless, osease en pelotas --- que calor hace! --- dijo.
Luigi me dijo... “ cuando ví a la mujer que salió del cuarto de baño en tetas, pensé que debía ser muy cuidadoso”, la otra mujer se empezó a desvestir y se quedó solamente usando bragas y sujetador
--- Tómate otra --- Le dijo una de las aeromozas a Luigui --- tú no tienes calor? ---
Luigi me comenta “conozco a las europeas del norte, ya había conocido a una en Sicilia, cuando era más joven, así que lo que hice fue, mirar mi reloj, acabarme el sorbito de güisqui que quedaba en mi vaso, puse el vaso en una mesita, me dirigí a la puerta, la abrí lentamente, salí al corredor, dije hasta luego, cerré la puerta lentamente y me eché para a correr hacia los elevadores de servicio”
Desconcertado, le pregunté a Luigui porqué se fue, en esa época él era soltero, y dejar dos mujeres semidesnudas en un cuarto de un hotel se me hace paradójico. Luigui me dijo “muchacho, no es como parece, esas mujeres del norte de Europa son unas salvajes, me hubieran hecho pedazos, yo hubiera sido la presa, no ellas!”.
Levanté mi vaso de vino y le dije a Luigui “a su salud!”
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1 comment:
Yo tambien me hubiera ido, cada cosa tiene su tiempo incluso el sexo.
Que estes muy bien.
scxidneb
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