Sunday, December 23, 2007
Saturday, December 22, 2007
Tuesday, December 18, 2007
Momentos jocosos: i-meils
Cuántos Pantojas habrá en el mundo? Pos la neta, no sé. Pero gracias a la red electrónica de la empresa, me dí cuenta de que semos (como diría mi buen amigo el Vikingo de Ecatepec) tres al menos donde laburo, una en la argentina, una en venezuela y su servilleta. Recibí el siguiente i-meil, originado en la hermana república sencishita y carismática argentina:
De: Alfonsin Fabiana
Para: Pantoja Pantaleón, De la Rua Vanessa
19 Oct 2007 21:46
somos dos..............algo inventaremos................
De: Pantoja Verónica
Para: Alfonsin Fabiana, De la Rua Vanessa
19 Oct 2007 21:41 PM
En cualquier momento UV me hecha con motivo claro: OCIO!!!
De: Alfonsin Fabiana
Para: Pantoja Pantaleón, De la Rua Vanessa
19 Oct 2007 21:46
somos dos..............algo inventaremos................
De: Pantoja Verónica
Para: Alfonsin Fabiana, De la Rua Vanessa
19 Oct 2007 21:41 PM
En cualquier momento UV me hecha con motivo claro: OCIO!!!
Friday, December 14, 2007
Momentos Jocosos: Cajas y cajeros
Estaba en la recepción del hotel y no tenía pelas, ---Hola te puedo ayudar? – si, de casualidad sabes donde puedo cambiar dinero? – cambiar dinero? – si necesito cambiar unas libras – ah! a la vuelta del hotel hay una caisha, sal por esa puerta, camina a la izquierda y ahí está – una que? – una caisha...una caja – caja? – si – no, no, no necesito un cajero, necesito un banco o algo asi – en la caja te cambian tu dinero – en la caja? – si --- Pensaba que como era posible que en un cajero automático pudiera cambiar dinero, quizás en Europa eran diferentes a los de México y aquí se podían hacer toda clase de transacciones? --- entonces donde dice que está el cajero? – la caja?... salga, camine a la izquierda y la encontrará a la vuelta – ok... muchas gracias – de nada, adiós– hasta luego ---
Salí del hotel y empecé a caminar, era un día caluroso, ni una nube en el cielo, olía a mar, llego a la esquina y veo un banco y dos cajeros automáticos afuera del banco, me acerco a los cajeros, se veían normalitos, igual que los de México, pensaba que si tendría que utilizar mi tarjeta bancaria para hacer la transacción, pero en ese momento las puertas del banco abrieron y salió una señora, al ver esto, me acerco a los cristales del banco, eran de esos obscuros, de los que no dejan ver que hay dentro a menos que uno se acerque, había gente, había filas, me pongo a pensar porque la recepcionista me dijo que había nadamás un cajero y no un banco, entro al banco y vi a una señorita que me sonrió --- Hola... le puedo ayudar? – si, necesito cambiar dinero y me dijeron que en el cajero de afuera podía hacerlo, pero pues no sé como usarlo --- La señorita se me quedó viendo como pensando y digiriendo lo que le decía --- necesita cambiar dinero? – si – ah puede formarse en esa fila, ahí le cambian – ahh perfecto, gracias – de nada ---
Me formo en la fila y paso con el cajero cuando llega mi turno, un hombre calvo con lentes y como de dos días sin rasurar --- hola – hola, me puede cambiar cien libras por favor? --- El hombre calvo con lentes y como de dos días sin rasurar, agarra mis dos billetes de cincuenta libras y teclea varias veces en la computadora, abre un cajón y me da el cambio junto con un recibo --- gracias --- Tomo mi dinero, el hombre solo se me queda viendo y no dice nada, tiene cara de aburrimiento.
Voy a la salida y la señorita de la entrada que yo creo también estaba aburrida porque no había mucha gente, me ve y me sonríe de nuevo --- pudo cambiar su dinero? – si, muchas gracias – de nada, adiós – hasta luego ---
Salgo y se siente el calor bien cabrón, me dan ganas de quedarme en el banco, estaba el aire acondicionado al máximo, huele a mar, camino de nuevo en dirección hacia el hotel, pensando porque la recepcionista no me había dicho que había un banco, que cabrona es pienso. Volteo hacia arriba, al letrero del banco, una letras grandototas: La Caixa. Que güey! Pienso.
Salí del hotel y empecé a caminar, era un día caluroso, ni una nube en el cielo, olía a mar, llego a la esquina y veo un banco y dos cajeros automáticos afuera del banco, me acerco a los cajeros, se veían normalitos, igual que los de México, pensaba que si tendría que utilizar mi tarjeta bancaria para hacer la transacción, pero en ese momento las puertas del banco abrieron y salió una señora, al ver esto, me acerco a los cristales del banco, eran de esos obscuros, de los que no dejan ver que hay dentro a menos que uno se acerque, había gente, había filas, me pongo a pensar porque la recepcionista me dijo que había nadamás un cajero y no un banco, entro al banco y vi a una señorita que me sonrió --- Hola... le puedo ayudar? – si, necesito cambiar dinero y me dijeron que en el cajero de afuera podía hacerlo, pero pues no sé como usarlo --- La señorita se me quedó viendo como pensando y digiriendo lo que le decía --- necesita cambiar dinero? – si – ah puede formarse en esa fila, ahí le cambian – ahh perfecto, gracias – de nada ---
Me formo en la fila y paso con el cajero cuando llega mi turno, un hombre calvo con lentes y como de dos días sin rasurar --- hola – hola, me puede cambiar cien libras por favor? --- El hombre calvo con lentes y como de dos días sin rasurar, agarra mis dos billetes de cincuenta libras y teclea varias veces en la computadora, abre un cajón y me da el cambio junto con un recibo --- gracias --- Tomo mi dinero, el hombre solo se me queda viendo y no dice nada, tiene cara de aburrimiento.
Voy a la salida y la señorita de la entrada que yo creo también estaba aburrida porque no había mucha gente, me ve y me sonríe de nuevo --- pudo cambiar su dinero? – si, muchas gracias – de nada, adiós – hasta luego ---
Salgo y se siente el calor bien cabrón, me dan ganas de quedarme en el banco, estaba el aire acondicionado al máximo, huele a mar, camino de nuevo en dirección hacia el hotel, pensando porque la recepcionista no me había dicho que había un banco, que cabrona es pienso. Volteo hacia arriba, al letrero del banco, una letras grandototas: La Caixa. Que güey! Pienso.
Monday, December 10, 2007
Momentos jocosos: Irlandeses 2
Estaba platicando con una señora irlandesa afuera de una iglesia católica (no me pregunten que estaba yo haciendo ahí) que trabaja como cocinera para tres curas, tres días a la semana, y entre varias cosas me comentaba que los curas son bien güevas y no levantan su ropa y la dejan regada por el piso y no sé como empezamos a platicar sobre el nacimiento de su primera hija...
Cuando mi hija nació estaba así el tiempo como hoy --- frío, lluvia y viento --- que mal tiempo para nacer no? – no, eso no es todo, mi hija me vino diez semanas antes – diez semanas? – si, se me adelantó y me tuvieron que hacer cesárea... me abrieron así --- la señora me describe con su mano como le abrieron la panza--- y la tuvieron en St Marys por seis meses hasta que agarró peso – seis meses? Pos cuánto pesaba? – menos de una libra – menos de una libra? – si, menos de una libra - cuánto es eso en kilos? – uy no sé en kilos... pero para que se haga una idea... pesaba lo mismo que una barra de pan... de ese que venden en las panaderías – lo mismo que una barra de pan? pero si es casi nada – si, si, estaba del tamaño de mi mano – que chiquitaa! – si, pero ahora ya está bien eh!
Cuando mi hija nació estaba así el tiempo como hoy --- frío, lluvia y viento --- que mal tiempo para nacer no? – no, eso no es todo, mi hija me vino diez semanas antes – diez semanas? – si, se me adelantó y me tuvieron que hacer cesárea... me abrieron así --- la señora me describe con su mano como le abrieron la panza--- y la tuvieron en St Marys por seis meses hasta que agarró peso – seis meses? Pos cuánto pesaba? – menos de una libra – menos de una libra? – si, menos de una libra - cuánto es eso en kilos? – uy no sé en kilos... pero para que se haga una idea... pesaba lo mismo que una barra de pan... de ese que venden en las panaderías – lo mismo que una barra de pan? pero si es casi nada – si, si, estaba del tamaño de mi mano – que chiquitaa! – si, pero ahora ya está bien eh!
Saturday, December 08, 2007
La isleña
--- ya sabes lo que me gusta que me hagas! – pensé que habías terminado conmigo – pues pensaste mal --- Eran pasadas de las once de la noche, no había escuchado de ella por dos meses, no sé como se había metido al edificio, seguro había esperado a que alguien abriera la puerta principal o quizás se metió por el estacionamiento. Acababa de ver el Peep show, uno de mis programas favoritos de comedia y empezaba a hojear un penthouse cuando de pronto oí semejantes toquidazos en la puerta. Lo primero que hice fue mirar mi reloj y pensar quién podría ser. No abrí inmediatamente, me asomé primero por el hoyito de cristal en el medio de la puerta para ver quien era, la ví, estaba ahí, estaba toda empapada, afuera lloviznaba, pensé por un momento en no abrir.
--- hola – hola... no me vas a invitar a pasar? --- no le contesté, me la quedé viendo, aún no entendía que estaba haciendo en la entrada de mi piso --- o ya estás con alguien más? – no, no hay nadie más! ... pasa --- Catia O´neill entró, quitándose sus tenises que llevaba para no ensuciar, era algo que siempre hacia. Pasó a la sala y sentó en uno de los sillones. --- quieres algo de tomar? – que tienes? – no hay cerveza, se me acabaron... pero creo hay una coca-cola en el refri – es diet? – no... – mmm dame un vaso de agua entonces – no tomaste suficiente agua ya? --- Traté de hacerme el graciosito, pero Catia O´neill solo me miro con una cara muda --- ok... ya voy --- Me dirigí a la cocina, cogí un vaso y abrí el grifo, dicen que acá el agua de la llave se puede tomar, yo no lo hago, yo me compro mis botellitas de evian, pero sabía que a Catia O´neill no le importaría el hecho de que su agua fuese del grifo --- aquí tienes – gracias --- me senté al lado de Catia O´neill, nos quedamos callados, dí un escaneo rápido a los canales de televisión y la apagué porque no había nada bueno. En las noticias pasaban que Brown boicotearía la próxima cumbre de Africa y Europa que se celebraría en Lisboa porque asistiría Mugabe y que Tony estaba muy contento con su nueva posición de enviado de paz para el Oriente medio. Catia O´neill bebió su agua muy rápido. --- quieres más? – no...apuesto a que te sorprendí verdad? – si la verdad que si... no te esperaba --- Catia O´neill tenía su piel más rosa que de costumbre, supuse que debía ser por el el agua fría de la lluvia, habían partes en que se le notaban sus venas rosadas y azules sobretodo en sus piernas y especialmente cuando hacía frío, sus ojos que eran de un azul grisáceo los tenía vidriosos, su cabello dorado lo tenía empapado --- quieres que te preste algo para que te cambies la ropa mojada? – sólo préstame una toalla, me tengo que secar el cabello sino me resfriaré --- Me levanté y fui al cuarto, busqué una toalla limpia y mi otra pijama --- aquí tienes – gracias --- Catia O´neill se empezó a secar el cabello – me prestas también esta ropa? – si claro, para eso la traje --- Catia O´neill se levantó y se empezó a quitar la ropa ahí, ya la había visto desnuda muchas veces antes, no intenté nada, se puso mi pijama --- estoy mejor así ---
La relación con Catia O´neill había sido medio caótica. Había llegado a pensar que estaba destinado a toparme con relaciones destructivas, me hacia recordar la relación enferma que mantuve con la uruguaya que había conocido años antes en México, me hacía recodarla más que nada por su actitud, no físico, ya que en eso eran diferentes, pero el carácter definitivamente era muy parecido, muy flamable. La conocí en un hotel en el que me quedaba cuando fuí asignado a un proyecto en el País de Gales. Ella laboraba en el gimnasio del hotel como instructora. Yo asistía al gimnasio del hotel después del trabajo para matar el tiempo y no aburrirme y no volverme un alcohólico en el bar. Catia O´neill era originaria de Bournemouth, un destino turístico en la costa sur inglesa, había crecido ahí, su padre era de dinero y tenía negocios en la industria inmobilaria, su madre tenía granjas o algo así.Estudió ciencias del deporte y medicina física constructivista en la Universidad de Cardiff.
No le empecé a hablar luego luego a Catia O´neill, nuestra relación hasta antes de que nos presentaron se limitaba solamente a conversaciones monótonas en el gimnasio --- hola – hola – has usado este aparato antes? – si... en otro gimnasio – ok... si se te ofrece cualquier cosa... aquí estoy para ayudarte – gracias --- La veía, pero no me animaba a dar el siguiente paso. Solo intercambiábamos sonrisas.
Le empecé a hablar más desde que me la presentó formalmente Emma Price, una de las recepcionistas, que siempre me hacia la plática cuando me registraba en el hotel y de la que me hice amigo --- Hola señor Pantoja – hola que tal? – bien y usted? – también – como estuvo su viaje? – bien... gracias – se queda por dos noches? – si – me imagino que se debe de aburrir después de venir tanto a tiempo acá no? --- Me llamó la atención la manera tan directa de Emma Price, los británicos nunca eran así... tan de decirte las cosas en tu cara, por eso me cayó bien --- si algo...a veces... – que disfrute su estancia – gracias ---
Emma Price era muy abierta y amigable conmigo, quizás le había caído bien, después de todo no creo que haya muchos mexicanos con los que se haya topado antes. En otra ocasión, me la encontré en uno de los pasillos, me comentó que más tarde habría un cóctel que organizaba el hotel puesto que habían inaugurado un nuevo lodge con habitaciones y salas de conferencias, me dijo que todos los huéspedes estaban invitados, le dije que ahí estaría. Ví a Emma Price y nos la pasamos platicando bastante tiempo, era del tipo de personas que da la impresión de que ya la conocías y me empecé a llevar muy bien con ella desde ese día. Emma Price era chiquitita y delgadita, de cabellos y ojos castaños y de piel apiñonada, tenía ese look típico de la gente de Gales, yo creo que llevaba sangre de romanos, que habían estado muchos siglos antes por estas tierras.
Una vez me encontré a Emma Price en el gimnasio del hotel, me imagino había terminado su turno y pasaba a ejercitarse antes de irse a su casa. Cuando charlaba con ella, Catia O´neill se acercó y la saludó --- mira Catia este es Pantaleón– hola mucho gusto – hola...soy Panta...encantado – yo soy Catia, Catia O´neill --- Me hizo mucha gracia la manera en que se presentó, con todo y apellido, me recordó al personaje principal de las novelas de Ian Fleming --- ya te había visto no? vienes a veces al gym no? – si... claro ---
Después de eso, le empecé a hablar más seguido a Catia O´neill, a veces ella llegaba preguntando sobre mis rutinas, a veces yo le hablaba con el pretexto de que no sabía usar algún aparato, después fuimos cambiando y hablábamos del tiempo, de la comida, de México y de muchas cosas que parecían triviales pero me ayudaban a conocerla más. Al poco tiempo me dí cuenta de que las veces que iba al gimnasio, era realmente por ver a y platicar con Catia O´neill. Me estaba empezando a gustar. Siempre vestía con el uniforme de entrenador, una camisa polo azul cielo y unos shorts azul marino, que dejaban ver sus piernas, me encantaban sus piernotas, sus bíceps, sus deltoides y esos músculos en las tetas, que hacían de ella una mujer de bandera.
--- a que horas terminas de trabajar? – a las diez... por? – y que vas a hacer? Tienes algún plan? --- irme a dormir... porqué? me vas a invitar a salir? – si...quieres ir a tomar algo? – ahora? – bueno si... cuando termines – bueno... porqué no? --- Salimos a un bar que se llama Tiger Tiger, pedimos unos nachos y unas coronas. Brindamos y nos contamos nuestras vidas respectivamente, me dijo que sus padres se habían divorciado y que nunca nadie le había dado un poco de amor, todos le decían nena yo te amo y al cabo de unos días querían hacerle el amor. Gracias al sonido de la música, que no permitía escuchar, había que acercarse a Catia O´neill que estaba sentada al lado mío, hubo un momento en que cuando hablábamos rozabamos nuestros labios así que decidí besar sus no carnosos labios rosas. Salimos y regresamos al hotel. No quería ser vista conmigo, puesto que se podría meter en problemas. Me llevó por una puerta trasera y subimos y bajamos escaleras hasta que llegamos a mi cuarto --- sabes Panta?... no debería estar con un huésped – según quién? – según las reglas del hotel – y quién va a saber? – no vas a decir nada? – mis labios se sellarán por siempre ---
Empecé a desnudar a Catia O´neill y besaba cada parte de su cuerpo. Su sexo era tan perfecto y suave, que me animé a bajar al río, algo que solo hacía cuando me gustaba realmente la chica... la última había sido la uruguaya --- Panta... me encanta lo que me haces! --- Catia O´neill estaba desnuda echada sobre la cama boca arriba son sus piernas bien abiertas y yo estaba ahí de rodillas probando sus mieles no sé por cuanto tiempo, tal como si ella fuera una diosa y yo le ofreciera una ofrenda.
Nuestros encuentros se repitieron varias veces, y la bajada al río se hizo costumbre, siempre le gustaba que comenzara así. Catia O´neill era muy abierta sexualmente, le gustaba probar nuevas posiciones y sensaciones, cuando estaba montada en mi, ella tomaba mis manos y las ponía en alguna parte de su cuerpo, donde ella quería... en su cara, en sus senos, en su cintura, en sus cadera, en sus piernas, siempre era ella la que manejaba cada instante sexual, una vez tomó mi mano derecha y se la llevo a su nalga, seleccionando un dedo de mi mano y llevándoselo a su entraba posterior, eso la volvía loca. También le gustaba que le mordiese sus tetas fuertemente, me encantaban sus pezones grandes y rosados y le encantaba que la nalgueara hasta que su piel rosa se le ponía roja. Muchas veces cuando estaba con ella haciendo el amor, pensaba que sus gustos sexuales eran un poco más allá de lo que se conoce como normal, pero a mi también me gustaban, los disfrutaba y me empezaba a preguntar que era lo normal?. La única conclusión a la que llegaba era que mejor no pensara y disfrutara el momento al máximo. Me llevaba muy bien con ella, me gustaba y me encantaba en la cama. Catia O´neill se volvió así mi primera relación formal en la isla.
Un día me llamó a mi celular cuando estaba en Londres --- hola? – hola Panta? – hola... Catia? – pues cuantas novias tienes? – no muchas jaja – jaja – que haciendo? – pues nada... te quería dar una sorpresa ... estoy en Londres! – en serio? – si... vengo a un curso hoy y mañana y me quedaré el fin de semana... – en serio? – si... – pus... pus quédate conmigo no? – si claro... si tu quieres si ---
Nos quedamos de ver, fuímos a mi piso, estuvimos follando y salimos a cenar. La llevé al Café Bento, un restaurante de comida japonesa que queda en Camden Town. Estaba degustando mi sushi arcoiris cuando noté un poco rara a Catia O´neill --- que tienes? No te gusta la comida? – no, no es eso – entonces? --- Catia O´neill se me quedó viendo y me sonrió --- no, no es nada – como que no? te ves rara? Que te pasa? --- El restaurante estaba lleno, era viernes y el bullicio de la gente a veces era ensordecedor. Estaba sentado hacia la puerta, entonces podía ver la gente que entraba y salía y además la barra de sushi. Entraron tres chicas, y creo que me quedé viendo a una de ellas, me recordó a Navina una amiga de Egipto que vivía en Londres que había conocido en un curso de Tango Express allá por Victoria, pero no era. --- Sabes Panta?... tu crees que no me doy cuenta... pero lo hago --- no sabía lo que quería decir, Catia O´neall jugaba con los palitos japoneses con sus manos y rompió uno de ellos accidentalmente --- de que hablas? – de que eres muy ojo alegre cabrón! --- Catia O´neill se levantó, me aventó los palitos... o mas bien lo que quedaban de ellos y salió. Me quedé de a seis, lo más cagante es que pasó en esos momentos en los que el bullicio de la gente se apaga y el silencio reina, tomo mundo veía hacia la mesa donde estaba, me levanté, me puse mi saco y fui a la caja a pagar, quería dejar el metálico en la mesa, pero no llevaba tanto efectivo. El bullicio comenzó de nuevo, no quería voltear, ví risas, que mierda, quería salir de ahí, quería meter la cabeza en la tierra tal y como un pinche avestruz --- Ya le llevaba sus noodles y su bento box – no hay problema... quiero pagar la cuenta! – son 44 libras... quiere su comida para llevar? – mmm sí porqué no! Ya pagué por eso no? --- Metieron la comida en una bolsa, pagué y tardé en pagar porque la pinche terminal electrónica que tenía el restaurán no funcionaba bien y tardé como 10 minutos más y finalmente salí con mi pinche itacate. Estaba sacando de onda, nunca había visto a Catia O´neill así, estoy de acuerdo de que era enamoradizo pero no lo hacía intencionalmente, nunca dejaba de admirar un buen escote o unos pantalones entallados. Afuera llovía y hacía frío, marqué el celular de Catia O’neill pero estaba apagado. Caminé hacia la esquina y estaba ahí llorando, me vió y fue hacia mi --- quiero terminar contigo! – podemos hablar? – no... voy a tu piso a recoger mis cosas y me largo – está bien! ---
Nos fuimos en metro y en el trayecto Catia O´neill no me dirigió la palabra, había dejado de llorar. Llegamos al piso y se fue a la recámara a meter sus cosas en su maleta. Me senté en la pequeña mesa circular de madera de la sala, no sabía que decir. Salió y me miró --- no lo hice a propósito ok? – siempre lo haces... te odio – ok... la cagué... pero creo que reaccionaste de más no? – me voy – al menos come algo no?... te traje tu bento box --- Se acercó hacia mi y se me quedó viendo --- ok... perdóname no? --- Me levanté y traté de tomarle su mano y me dio una cachetada que hasta creo ví estrellitas, sería la primera de muchas --- eres un imbécil --- Se acercó y me besó... me empezó a morder mis labios... era una sensación dolorosa pero a la vez de placer, no aparté a Catia O´neill de mi, le empezaba a hacer lo mismo y le gustaba, Catia O´neill me besaba hasta que me sacó sangre, cogimos ahí, arriba de la mesa, arriba de la comida, fue un sexo muy salvaje, muy animal, muy explosivo como ella. Al final no se fue, pasó la noche conmigo, y al otro día estaba como si nada hubiera pasado, tan dulce como un bizcocho. --- que te pasó en los labios? --- me la quedé viendo --- ya se te olvidó? --- Puso cara de what... no le dí mucha importancia.
Un par de semanas después decidimos pasar un fin de semana en Madrid, ella no conocía y era un buen pretexto para visitar a los viejos amigos. Nos instalamos en un hotel de varios pisos sobre el Paseo de la Castellana, muy cerca de la fuente de los Cibeles. El sexo se había vuelto más intenso y más seguido, no la pasábamos follando cada vez que estábamos juntos y haciendo cosas cada vez más raras. Habíamos llegado a Barajas por la mañana y no salimos del hotel hasta la noche. Tenía hambre y sugerí ir a comer. Catia O´neill sugirió ir al Hard Rock como buena inglesa, no quería conocer las delicias locales, así que nos dirigimos al establecimiento al lado del monumento a Colón. Pedí unas alitas hard rock y Catia O´neall una hamburguesa. Una jarra de sangría nos acompañaba. Mi celular sonó --- Hola? – pero acaso es el mismo Pantoja?... aquel pinche con el que nos íbamos de cañas? – el mismo aquí en vivo y a todo color reportándose – cuándo llegaste macho? – llegué en la mañana... que plan tienes? – pues les llamé a unos colegas anunciando que venías y pues tu dinos donde y nos vemos – estoy cerca de Salamanca – Salamanca?... a ver dejadme pensar... salamanca... salamanca...ya sé... mira hay un barcito de tapas buenísimo... se llama José Luis... lo conoces? – no, donde queda – sabes donde queda la calle de Serrano? – si... si la ubico - bueno tío ve a esa calle y pregunta, no tienes pierde... – bueno – venden unas tapas de bonito picante que te vas a cagar – venga macho nos vemos ahí en una hora y media – si... claro, les llamaré a los troncos para decirles... estábamos esperanto tu llamada... pero me imagino has de estar ocupado no?... me comentó Andrés que venías acompañado – si una amiga... – y no trae una hermana? – no me temo que no y no seas cabrón... por cierto quien viene?– pues Pablo dijo que iba, Andonis está de visita y también se apuntó, la Encarni y la Begoña y todas esas que siempre llevan, Tony y el otro Tony, Andrés quedó de pasar a mi piso... ya no debe tardar y Ergandio que no podía – bueno macho te veo después – venga tronco hasta luego – hasta luego ---
--- quién era? – uno de mis amigos... con los que trabajaba... nos vemos con ellos para tomar algo después no? – seguro alguna novia antigua que quieres volver a ver no? – no, te digo que son colegas – no quiero ir – por? – porque no – pues es que ya quedé... les dije que tu también ibas – no me importa --- Catia O´neill comía su hamburguesa, le puso ketchup a sus papas y pidió al mesero brown sauce. Comía callada. --- Catia, porque no me dijiste antes que no querías ir? --- Catia O´neill se me quedó viendo y no dijo nada. La música y el bullicio del hard rock aumentaban de volumen... éramos la única mesa que pareciera si estuviésemos en un velorio --- Sabes Pantaleón?... yo vine a pasar mi tiempo contigo, no con tus amigos – ya... pero te había dicho que les llamaría y me dijiste que estaba bien – llamarles está bien... pero nadamás --- Catia O´neill se levantó --- me voy... lárgate con tus amigos --- le tome la mano y la invité a sentarse de nuevo --- no empieces otra vez... vamos un rato y nos vamos – ya quiero irme – ok --- Pedí la cuenta y salimos. Catia O´neill comenzó a caminar rápidamente en dirección al hotel --- Catia... no seas boba... ven --- alcancé a cogerle al mano --- Me regreso hoy --- Catia me empujó y se fue, la verdad no me importó, era la segunda vez que se comportaba así y me valió madres, no iba a cancelar a mis cuates después de que había quedado con ellos. --- Hey Panta.... pero pensé que venías acompañado? – venía macho... hey Encarni... cómo estás wapa? – bien y tú? – también... – hey coleguita pero ha pasado? – larga historia... digamos que tiene un carácter como el clima de Inglaterra... una verdadera mierda ---
Un par de horas después, regresé al hotel, estaba un poco happy, la verdad me hizo bien ver a los viejos colegas y recordar los viejos tiempos. Llevaba yo las tarjetas para entrar al cuarto, pensé que Catia O´neill habría pedido que le abrieran la puerta y se había ido, pero cuando abrí la puerta estaba cerrada con la cadenita --- Catia? --- La luz del buró al lado de la cama estaba prendida, Catia O´neill se levantó y fue hacia la puerta empujándola y cerrándola --- Lárgate --- Me quedé ahí viendo como me cerraba la puerta en la jeta. Toqué la puerta --- Catia... ábreme por favor... vamos a hablar --- Para mi sorpresa, escuché que Catia quitó la cadena de la puerta, intenté abrir de nuevo con la tarjeta y pude entrar. Catia O´neill estaba desnuda, así siempre dormía, había estado llorando --- y?... te divertiste? ... viste a alguna antigua novia? – ví a unos amigos... es todo --- Entré al baño para orinar, ya me andaba. Catia O´neill se paró en la entrada al baño mirándome --- y? – y? – si y? – lo mismo me pregunto – no me vas a pedir que te perdone por haberme dejado sola? – perdón?... yo? Que hice? – ahhh vienes borrachito y ya se te olvidó? – tu quisiste largarte no? – pensé que no irías – pues pensaste mal --- Me lavé las manos y me dirigia hacia la recamara pero Catia O´neill estaba ahí, en el medio, impidiéndome el paso --- ya vamos a dormir no? – no – no? --- Catia O´neill me empujó y me caí dándone un sentón, se aventó arriba de mí y empezó a pegarme, besándome al mismo tiempo --- ya bájale no? – cállate --- Catia O´neill me puso su sexo en mi boca y empezó a hacer movimientos circulares. Cedí, decidí darle placer, me gustaba mucho. Tuvimos una vez más sexo, muy intenso, muy primitivo, Catia O´neill me pegaba en los brazos y en las piernas, me daba cachetadas en la cara, me decía groserías, ahí en el piso del baño. Después de madrearme me dijo que le diera nalgadas. Me desperté al otro día, me dolía el cuerpo, tenía moretones, mi boca sabía a sangre, Catia O´neill me había despertado, había prendido la TV, y se estaba haciendo un té, estaba desnuda dándome la espalda, podía ver sus nalgas que habían quedado de color rojo --- Hola amor, buenos días... quieres una taza de té? --- Ahí estaba parada, moviendo con la cucharita su té, sonriendo, alegre, como si nada hubiera pasado.
Comencé a pensar que Catia O´Neill, tenía doble personalidad o algún pedo psicológico, también las escenitas empezaban a multiplicarse y cada vez eran más violentas, incluso una vez amenazó con suicidarse con un tenedor, sus celos los cuales me hacían gracia al principio de nuestro relación, eran en realidad enfermizos y destructivos. Sabía que tenía que terminar lo que teníamos, su carácter me recordaba a la uruguaya pero más dañado, eso sí, el sexo era de lo mejor, empezaba a disfrutar ese sexo bizarro y enfermo que teníamos después de sus peleas, para encontrarla al día siguiente como una hermosa y calmada princesa. Vivíamos ya juntos, Catia O´neill había pedido una transferencia a Londres, aunque algunos días los pasaba fuera, ya que iba a visitar a su padres a Bournemouth o la mandaban a algún curso.
Me encontré a Emma Price una de las veces que fui a Gales --- Hey Panta... hacia mucho que no te veía – si... lo mismo digo, es que ya el proyecto va a terminar y ya no tengo mucho que venir por aca y bueno también he estado un poco ocupado --- Emma Price me dijo que nos tomáramos un café en una hora, al fin que ella ya saldría de su turno a lo que acepte. Fuímos a la Bahía de Cardiff, a un starbucks que esta ahí, el cielo estaba poblado de algunos cirros y atardecía, el mar y el cielo se veían dorados y se confundían en el horizonte. Platicábamos de varias cosas, de hecho no mencioné nada de mi relación con Catia O´neill, no recordaba habérselo comentado a Emma Price pero ella después de un rato sacó el tema --- Por cierto ya Catia no trabaja con nosotros! – si? desde cuándo? – ya hace un par de meses, a veces nos llamanos, vive en Londres – en serio? – si, me dijo que había conocido a alguien y que estaba viviendo con él – ahh que bien... dónde lo conoció? – no estoy segura... no me dijo --- Emma Price no sabía que la persona con la que Catia O´neill vivía en Londres era yo --- yo no la entiendo Panta.... es una buena amiga pero es que se complica mucho la vida – si? por? – pues por el chico con el que vive ahora, dice que esta muy enamorada de él y quiere dejarlo todo por él --- Disfrutaba mi white chocolate mocha, haciéndome el pendejo, como si no supiera de Catia O´neill --- dejarlo todo? – si ... dice que se quiere divorciar --- cuando Emma Price me dijo eso, sentí un sudor helado en mi espalda y en mi cara... divorciar?... había escuchado bien?... --- divorciar? – si de su esposo! – a qué era casada? – es casada... no sabías? – no... pues cuántos años tiene? – se casó muy joven...--- No podía creerlo, Catia O´neill estaba casada, que mierda suerte tenía que siempre jalaba a casadas... pero no entendía porque Catia O´neill nunca lo había mencionado... estaba jugando conmigo? --- pero su esposo donde vive o qué? – pues tienen una casa cerca de Southampton... su esposo es ingeniero creo y trabaja en una plataforma petrolera, como ella se quedaba sola buscó el trabajo en Gales, que es donde estudió la uni y pasaba tiempo con su esposo cuando estaba en tierra --- Ahora lo comprendía, eso explicaba sus salidas cada quince días según a cursos o según a ver a su familia... me sentía triste pero a la vez me daba coraje que Catia O´neill me veía la cara de pendejo --- estás bien? – quién yo?... si por? – no sé, como que te fue el color de la cara – si, estoy bien ---
No sabía que pensar ni que hacer, evidentemente Emma Price no sabía que yo era el otro, pero no sabía que sentir. Tenía un pretexto perfecto para terminar con Catia O´neill, de una vez terminaría con esa relación que me drenaba y que se estaba convirtiendo en otra uruguyazo... tenía que terminar con ella... de otra manera tendría a otra mujer enterrada en mi corazón y no sé por cuánto la llevaría así... de la uruguaya ya hacía muchos años y aún no me recuperaba.
Cuando regresé al piso, Catia O´neill ya estaba ahí, entré y había puesto veladoras por todo el piso, estaba ahí, con medias y un corpiño negro ajustado --- quería darte una sopresa! --- Se acercó y se repitió el sexo espontáneo y salvaje que teníamos. Mientras estaba arriba de ella, con sus piernas sobre mi pecho, pensaba preguntarle por su esposo el ingeniero. Había cogido con él? Lo hacía de la misma manera? Con quien lo disfrutaba más?... pero decidí no hacerlo...me había convertido otra vez en el amante, que ganaba con recriminarle?, ganaba más como estábamos, nos llevábamos de lo mejor, el sexo era excelente y no había ningún compromiso, tenía sus momentos explosivos tras un ataque de celos o algún pretexto tonto y sin importancia, pero eso mantenía a flote y con vida nuestra relación y si no lo hacía mas interesante, la hacían diferente.
Catia O´neill estaba en mi piso, había terminado una vez más conmigo, no sé cuantas veces lo había hecho, ya había perdido la cuenta, pensé que esta vez era la definitiva puesto que ya iban dos meses que no sabía de ella --- pensé mal?... pensé que ya te habías ido... hasta te llevaste tus cosas – aquí estoy no? – y? – y nada... quieres que me vaya? --- sentía algo por ella, me seguía gustando, quería que se fuera?... por supuesto que no --- no, no quiero que te vayas – entonces hazme lo que me gusta que me hagas – lo que te gusta que te haga? --- Catia O´neill se acercó y empezamos a fajar desesperadamente, tomó mi cabeza con sus manos y me empezó a llevar lentamente hasta esa entrada de placer. Catia O´neill se había quitado mi pijama que le había prestado, yo también, estábamos desnudos, saboreaba su cuerpo, cada centímetro, degustaría una vez más sus mieles, no desaprovecharía el momento.
Hasta la fecha Catia O´neill sigue viviendo conmigo cuando no está en un curso o tiene que visitar a su familia en Bournemouth, una vez más me he convertido en el tercero, procuraré esta vez no enamorarme, no tener otra uruguayez clavada en mi corazón, bueno, lo que quedó de él, porque fue destrozado, porqué cambiar las cosas cuando están tan bien? No sé quién le ve la cara a quién, si ella por mentirme o yo por no decirle que sé toda la verdad.
--- hola – hola... no me vas a invitar a pasar? --- no le contesté, me la quedé viendo, aún no entendía que estaba haciendo en la entrada de mi piso --- o ya estás con alguien más? – no, no hay nadie más! ... pasa --- Catia O´neill entró, quitándose sus tenises que llevaba para no ensuciar, era algo que siempre hacia. Pasó a la sala y sentó en uno de los sillones. --- quieres algo de tomar? – que tienes? – no hay cerveza, se me acabaron... pero creo hay una coca-cola en el refri – es diet? – no... – mmm dame un vaso de agua entonces – no tomaste suficiente agua ya? --- Traté de hacerme el graciosito, pero Catia O´neill solo me miro con una cara muda --- ok... ya voy --- Me dirigí a la cocina, cogí un vaso y abrí el grifo, dicen que acá el agua de la llave se puede tomar, yo no lo hago, yo me compro mis botellitas de evian, pero sabía que a Catia O´neill no le importaría el hecho de que su agua fuese del grifo --- aquí tienes – gracias --- me senté al lado de Catia O´neill, nos quedamos callados, dí un escaneo rápido a los canales de televisión y la apagué porque no había nada bueno. En las noticias pasaban que Brown boicotearía la próxima cumbre de Africa y Europa que se celebraría en Lisboa porque asistiría Mugabe y que Tony estaba muy contento con su nueva posición de enviado de paz para el Oriente medio. Catia O´neill bebió su agua muy rápido. --- quieres más? – no...apuesto a que te sorprendí verdad? – si la verdad que si... no te esperaba --- Catia O´neill tenía su piel más rosa que de costumbre, supuse que debía ser por el el agua fría de la lluvia, habían partes en que se le notaban sus venas rosadas y azules sobretodo en sus piernas y especialmente cuando hacía frío, sus ojos que eran de un azul grisáceo los tenía vidriosos, su cabello dorado lo tenía empapado --- quieres que te preste algo para que te cambies la ropa mojada? – sólo préstame una toalla, me tengo que secar el cabello sino me resfriaré --- Me levanté y fui al cuarto, busqué una toalla limpia y mi otra pijama --- aquí tienes – gracias --- Catia O´neill se empezó a secar el cabello – me prestas también esta ropa? – si claro, para eso la traje --- Catia O´neill se levantó y se empezó a quitar la ropa ahí, ya la había visto desnuda muchas veces antes, no intenté nada, se puso mi pijama --- estoy mejor así ---
La relación con Catia O´neill había sido medio caótica. Había llegado a pensar que estaba destinado a toparme con relaciones destructivas, me hacia recordar la relación enferma que mantuve con la uruguaya que había conocido años antes en México, me hacía recodarla más que nada por su actitud, no físico, ya que en eso eran diferentes, pero el carácter definitivamente era muy parecido, muy flamable. La conocí en un hotel en el que me quedaba cuando fuí asignado a un proyecto en el País de Gales. Ella laboraba en el gimnasio del hotel como instructora. Yo asistía al gimnasio del hotel después del trabajo para matar el tiempo y no aburrirme y no volverme un alcohólico en el bar. Catia O´neill era originaria de Bournemouth, un destino turístico en la costa sur inglesa, había crecido ahí, su padre era de dinero y tenía negocios en la industria inmobilaria, su madre tenía granjas o algo así.Estudió ciencias del deporte y medicina física constructivista en la Universidad de Cardiff.
No le empecé a hablar luego luego a Catia O´neill, nuestra relación hasta antes de que nos presentaron se limitaba solamente a conversaciones monótonas en el gimnasio --- hola – hola – has usado este aparato antes? – si... en otro gimnasio – ok... si se te ofrece cualquier cosa... aquí estoy para ayudarte – gracias --- La veía, pero no me animaba a dar el siguiente paso. Solo intercambiábamos sonrisas.
Le empecé a hablar más desde que me la presentó formalmente Emma Price, una de las recepcionistas, que siempre me hacia la plática cuando me registraba en el hotel y de la que me hice amigo --- Hola señor Pantoja – hola que tal? – bien y usted? – también – como estuvo su viaje? – bien... gracias – se queda por dos noches? – si – me imagino que se debe de aburrir después de venir tanto a tiempo acá no? --- Me llamó la atención la manera tan directa de Emma Price, los británicos nunca eran así... tan de decirte las cosas en tu cara, por eso me cayó bien --- si algo...a veces... – que disfrute su estancia – gracias ---
Emma Price era muy abierta y amigable conmigo, quizás le había caído bien, después de todo no creo que haya muchos mexicanos con los que se haya topado antes. En otra ocasión, me la encontré en uno de los pasillos, me comentó que más tarde habría un cóctel que organizaba el hotel puesto que habían inaugurado un nuevo lodge con habitaciones y salas de conferencias, me dijo que todos los huéspedes estaban invitados, le dije que ahí estaría. Ví a Emma Price y nos la pasamos platicando bastante tiempo, era del tipo de personas que da la impresión de que ya la conocías y me empecé a llevar muy bien con ella desde ese día. Emma Price era chiquitita y delgadita, de cabellos y ojos castaños y de piel apiñonada, tenía ese look típico de la gente de Gales, yo creo que llevaba sangre de romanos, que habían estado muchos siglos antes por estas tierras.
Una vez me encontré a Emma Price en el gimnasio del hotel, me imagino había terminado su turno y pasaba a ejercitarse antes de irse a su casa. Cuando charlaba con ella, Catia O´neill se acercó y la saludó --- mira Catia este es Pantaleón– hola mucho gusto – hola...soy Panta...encantado – yo soy Catia, Catia O´neill --- Me hizo mucha gracia la manera en que se presentó, con todo y apellido, me recordó al personaje principal de las novelas de Ian Fleming --- ya te había visto no? vienes a veces al gym no? – si... claro ---
Después de eso, le empecé a hablar más seguido a Catia O´neill, a veces ella llegaba preguntando sobre mis rutinas, a veces yo le hablaba con el pretexto de que no sabía usar algún aparato, después fuimos cambiando y hablábamos del tiempo, de la comida, de México y de muchas cosas que parecían triviales pero me ayudaban a conocerla más. Al poco tiempo me dí cuenta de que las veces que iba al gimnasio, era realmente por ver a y platicar con Catia O´neill. Me estaba empezando a gustar. Siempre vestía con el uniforme de entrenador, una camisa polo azul cielo y unos shorts azul marino, que dejaban ver sus piernas, me encantaban sus piernotas, sus bíceps, sus deltoides y esos músculos en las tetas, que hacían de ella una mujer de bandera.
--- a que horas terminas de trabajar? – a las diez... por? – y que vas a hacer? Tienes algún plan? --- irme a dormir... porqué? me vas a invitar a salir? – si...quieres ir a tomar algo? – ahora? – bueno si... cuando termines – bueno... porqué no? --- Salimos a un bar que se llama Tiger Tiger, pedimos unos nachos y unas coronas. Brindamos y nos contamos nuestras vidas respectivamente, me dijo que sus padres se habían divorciado y que nunca nadie le había dado un poco de amor, todos le decían nena yo te amo y al cabo de unos días querían hacerle el amor. Gracias al sonido de la música, que no permitía escuchar, había que acercarse a Catia O´neill que estaba sentada al lado mío, hubo un momento en que cuando hablábamos rozabamos nuestros labios así que decidí besar sus no carnosos labios rosas. Salimos y regresamos al hotel. No quería ser vista conmigo, puesto que se podría meter en problemas. Me llevó por una puerta trasera y subimos y bajamos escaleras hasta que llegamos a mi cuarto --- sabes Panta?... no debería estar con un huésped – según quién? – según las reglas del hotel – y quién va a saber? – no vas a decir nada? – mis labios se sellarán por siempre ---
Empecé a desnudar a Catia O´neill y besaba cada parte de su cuerpo. Su sexo era tan perfecto y suave, que me animé a bajar al río, algo que solo hacía cuando me gustaba realmente la chica... la última había sido la uruguaya --- Panta... me encanta lo que me haces! --- Catia O´neill estaba desnuda echada sobre la cama boca arriba son sus piernas bien abiertas y yo estaba ahí de rodillas probando sus mieles no sé por cuanto tiempo, tal como si ella fuera una diosa y yo le ofreciera una ofrenda.
Nuestros encuentros se repitieron varias veces, y la bajada al río se hizo costumbre, siempre le gustaba que comenzara así. Catia O´neill era muy abierta sexualmente, le gustaba probar nuevas posiciones y sensaciones, cuando estaba montada en mi, ella tomaba mis manos y las ponía en alguna parte de su cuerpo, donde ella quería... en su cara, en sus senos, en su cintura, en sus cadera, en sus piernas, siempre era ella la que manejaba cada instante sexual, una vez tomó mi mano derecha y se la llevo a su nalga, seleccionando un dedo de mi mano y llevándoselo a su entraba posterior, eso la volvía loca. También le gustaba que le mordiese sus tetas fuertemente, me encantaban sus pezones grandes y rosados y le encantaba que la nalgueara hasta que su piel rosa se le ponía roja. Muchas veces cuando estaba con ella haciendo el amor, pensaba que sus gustos sexuales eran un poco más allá de lo que se conoce como normal, pero a mi también me gustaban, los disfrutaba y me empezaba a preguntar que era lo normal?. La única conclusión a la que llegaba era que mejor no pensara y disfrutara el momento al máximo. Me llevaba muy bien con ella, me gustaba y me encantaba en la cama. Catia O´neill se volvió así mi primera relación formal en la isla.
Un día me llamó a mi celular cuando estaba en Londres --- hola? – hola Panta? – hola... Catia? – pues cuantas novias tienes? – no muchas jaja – jaja – que haciendo? – pues nada... te quería dar una sorpresa ... estoy en Londres! – en serio? – si... vengo a un curso hoy y mañana y me quedaré el fin de semana... – en serio? – si... – pus... pus quédate conmigo no? – si claro... si tu quieres si ---
Nos quedamos de ver, fuímos a mi piso, estuvimos follando y salimos a cenar. La llevé al Café Bento, un restaurante de comida japonesa que queda en Camden Town. Estaba degustando mi sushi arcoiris cuando noté un poco rara a Catia O´neill --- que tienes? No te gusta la comida? – no, no es eso – entonces? --- Catia O´neill se me quedó viendo y me sonrió --- no, no es nada – como que no? te ves rara? Que te pasa? --- El restaurante estaba lleno, era viernes y el bullicio de la gente a veces era ensordecedor. Estaba sentado hacia la puerta, entonces podía ver la gente que entraba y salía y además la barra de sushi. Entraron tres chicas, y creo que me quedé viendo a una de ellas, me recordó a Navina una amiga de Egipto que vivía en Londres que había conocido en un curso de Tango Express allá por Victoria, pero no era. --- Sabes Panta?... tu crees que no me doy cuenta... pero lo hago --- no sabía lo que quería decir, Catia O´neall jugaba con los palitos japoneses con sus manos y rompió uno de ellos accidentalmente --- de que hablas? – de que eres muy ojo alegre cabrón! --- Catia O´neill se levantó, me aventó los palitos... o mas bien lo que quedaban de ellos y salió. Me quedé de a seis, lo más cagante es que pasó en esos momentos en los que el bullicio de la gente se apaga y el silencio reina, tomo mundo veía hacia la mesa donde estaba, me levanté, me puse mi saco y fui a la caja a pagar, quería dejar el metálico en la mesa, pero no llevaba tanto efectivo. El bullicio comenzó de nuevo, no quería voltear, ví risas, que mierda, quería salir de ahí, quería meter la cabeza en la tierra tal y como un pinche avestruz --- Ya le llevaba sus noodles y su bento box – no hay problema... quiero pagar la cuenta! – son 44 libras... quiere su comida para llevar? – mmm sí porqué no! Ya pagué por eso no? --- Metieron la comida en una bolsa, pagué y tardé en pagar porque la pinche terminal electrónica que tenía el restaurán no funcionaba bien y tardé como 10 minutos más y finalmente salí con mi pinche itacate. Estaba sacando de onda, nunca había visto a Catia O´neill así, estoy de acuerdo de que era enamoradizo pero no lo hacía intencionalmente, nunca dejaba de admirar un buen escote o unos pantalones entallados. Afuera llovía y hacía frío, marqué el celular de Catia O’neill pero estaba apagado. Caminé hacia la esquina y estaba ahí llorando, me vió y fue hacia mi --- quiero terminar contigo! – podemos hablar? – no... voy a tu piso a recoger mis cosas y me largo – está bien! ---
Nos fuimos en metro y en el trayecto Catia O´neill no me dirigió la palabra, había dejado de llorar. Llegamos al piso y se fue a la recámara a meter sus cosas en su maleta. Me senté en la pequeña mesa circular de madera de la sala, no sabía que decir. Salió y me miró --- no lo hice a propósito ok? – siempre lo haces... te odio – ok... la cagué... pero creo que reaccionaste de más no? – me voy – al menos come algo no?... te traje tu bento box --- Se acercó hacia mi y se me quedó viendo --- ok... perdóname no? --- Me levanté y traté de tomarle su mano y me dio una cachetada que hasta creo ví estrellitas, sería la primera de muchas --- eres un imbécil --- Se acercó y me besó... me empezó a morder mis labios... era una sensación dolorosa pero a la vez de placer, no aparté a Catia O´neill de mi, le empezaba a hacer lo mismo y le gustaba, Catia O´neill me besaba hasta que me sacó sangre, cogimos ahí, arriba de la mesa, arriba de la comida, fue un sexo muy salvaje, muy animal, muy explosivo como ella. Al final no se fue, pasó la noche conmigo, y al otro día estaba como si nada hubiera pasado, tan dulce como un bizcocho. --- que te pasó en los labios? --- me la quedé viendo --- ya se te olvidó? --- Puso cara de what... no le dí mucha importancia.
Un par de semanas después decidimos pasar un fin de semana en Madrid, ella no conocía y era un buen pretexto para visitar a los viejos amigos. Nos instalamos en un hotel de varios pisos sobre el Paseo de la Castellana, muy cerca de la fuente de los Cibeles. El sexo se había vuelto más intenso y más seguido, no la pasábamos follando cada vez que estábamos juntos y haciendo cosas cada vez más raras. Habíamos llegado a Barajas por la mañana y no salimos del hotel hasta la noche. Tenía hambre y sugerí ir a comer. Catia O´neill sugirió ir al Hard Rock como buena inglesa, no quería conocer las delicias locales, así que nos dirigimos al establecimiento al lado del monumento a Colón. Pedí unas alitas hard rock y Catia O´neall una hamburguesa. Una jarra de sangría nos acompañaba. Mi celular sonó --- Hola? – pero acaso es el mismo Pantoja?... aquel pinche con el que nos íbamos de cañas? – el mismo aquí en vivo y a todo color reportándose – cuándo llegaste macho? – llegué en la mañana... que plan tienes? – pues les llamé a unos colegas anunciando que venías y pues tu dinos donde y nos vemos – estoy cerca de Salamanca – Salamanca?... a ver dejadme pensar... salamanca... salamanca...ya sé... mira hay un barcito de tapas buenísimo... se llama José Luis... lo conoces? – no, donde queda – sabes donde queda la calle de Serrano? – si... si la ubico - bueno tío ve a esa calle y pregunta, no tienes pierde... – bueno – venden unas tapas de bonito picante que te vas a cagar – venga macho nos vemos ahí en una hora y media – si... claro, les llamaré a los troncos para decirles... estábamos esperanto tu llamada... pero me imagino has de estar ocupado no?... me comentó Andrés que venías acompañado – si una amiga... – y no trae una hermana? – no me temo que no y no seas cabrón... por cierto quien viene?– pues Pablo dijo que iba, Andonis está de visita y también se apuntó, la Encarni y la Begoña y todas esas que siempre llevan, Tony y el otro Tony, Andrés quedó de pasar a mi piso... ya no debe tardar y Ergandio que no podía – bueno macho te veo después – venga tronco hasta luego – hasta luego ---
--- quién era? – uno de mis amigos... con los que trabajaba... nos vemos con ellos para tomar algo después no? – seguro alguna novia antigua que quieres volver a ver no? – no, te digo que son colegas – no quiero ir – por? – porque no – pues es que ya quedé... les dije que tu también ibas – no me importa --- Catia O´neill comía su hamburguesa, le puso ketchup a sus papas y pidió al mesero brown sauce. Comía callada. --- Catia, porque no me dijiste antes que no querías ir? --- Catia O´neill se me quedó viendo y no dijo nada. La música y el bullicio del hard rock aumentaban de volumen... éramos la única mesa que pareciera si estuviésemos en un velorio --- Sabes Pantaleón?... yo vine a pasar mi tiempo contigo, no con tus amigos – ya... pero te había dicho que les llamaría y me dijiste que estaba bien – llamarles está bien... pero nadamás --- Catia O´neill se levantó --- me voy... lárgate con tus amigos --- le tome la mano y la invité a sentarse de nuevo --- no empieces otra vez... vamos un rato y nos vamos – ya quiero irme – ok --- Pedí la cuenta y salimos. Catia O´neill comenzó a caminar rápidamente en dirección al hotel --- Catia... no seas boba... ven --- alcancé a cogerle al mano --- Me regreso hoy --- Catia me empujó y se fue, la verdad no me importó, era la segunda vez que se comportaba así y me valió madres, no iba a cancelar a mis cuates después de que había quedado con ellos. --- Hey Panta.... pero pensé que venías acompañado? – venía macho... hey Encarni... cómo estás wapa? – bien y tú? – también... – hey coleguita pero ha pasado? – larga historia... digamos que tiene un carácter como el clima de Inglaterra... una verdadera mierda ---
Un par de horas después, regresé al hotel, estaba un poco happy, la verdad me hizo bien ver a los viejos colegas y recordar los viejos tiempos. Llevaba yo las tarjetas para entrar al cuarto, pensé que Catia O´neill habría pedido que le abrieran la puerta y se había ido, pero cuando abrí la puerta estaba cerrada con la cadenita --- Catia? --- La luz del buró al lado de la cama estaba prendida, Catia O´neill se levantó y fue hacia la puerta empujándola y cerrándola --- Lárgate --- Me quedé ahí viendo como me cerraba la puerta en la jeta. Toqué la puerta --- Catia... ábreme por favor... vamos a hablar --- Para mi sorpresa, escuché que Catia quitó la cadena de la puerta, intenté abrir de nuevo con la tarjeta y pude entrar. Catia O´neill estaba desnuda, así siempre dormía, había estado llorando --- y?... te divertiste? ... viste a alguna antigua novia? – ví a unos amigos... es todo --- Entré al baño para orinar, ya me andaba. Catia O´neill se paró en la entrada al baño mirándome --- y? – y? – si y? – lo mismo me pregunto – no me vas a pedir que te perdone por haberme dejado sola? – perdón?... yo? Que hice? – ahhh vienes borrachito y ya se te olvidó? – tu quisiste largarte no? – pensé que no irías – pues pensaste mal --- Me lavé las manos y me dirigia hacia la recamara pero Catia O´neill estaba ahí, en el medio, impidiéndome el paso --- ya vamos a dormir no? – no – no? --- Catia O´neill me empujó y me caí dándone un sentón, se aventó arriba de mí y empezó a pegarme, besándome al mismo tiempo --- ya bájale no? – cállate --- Catia O´neill me puso su sexo en mi boca y empezó a hacer movimientos circulares. Cedí, decidí darle placer, me gustaba mucho. Tuvimos una vez más sexo, muy intenso, muy primitivo, Catia O´neill me pegaba en los brazos y en las piernas, me daba cachetadas en la cara, me decía groserías, ahí en el piso del baño. Después de madrearme me dijo que le diera nalgadas. Me desperté al otro día, me dolía el cuerpo, tenía moretones, mi boca sabía a sangre, Catia O´neill me había despertado, había prendido la TV, y se estaba haciendo un té, estaba desnuda dándome la espalda, podía ver sus nalgas que habían quedado de color rojo --- Hola amor, buenos días... quieres una taza de té? --- Ahí estaba parada, moviendo con la cucharita su té, sonriendo, alegre, como si nada hubiera pasado.
Comencé a pensar que Catia O´Neill, tenía doble personalidad o algún pedo psicológico, también las escenitas empezaban a multiplicarse y cada vez eran más violentas, incluso una vez amenazó con suicidarse con un tenedor, sus celos los cuales me hacían gracia al principio de nuestro relación, eran en realidad enfermizos y destructivos. Sabía que tenía que terminar lo que teníamos, su carácter me recordaba a la uruguaya pero más dañado, eso sí, el sexo era de lo mejor, empezaba a disfrutar ese sexo bizarro y enfermo que teníamos después de sus peleas, para encontrarla al día siguiente como una hermosa y calmada princesa. Vivíamos ya juntos, Catia O´neill había pedido una transferencia a Londres, aunque algunos días los pasaba fuera, ya que iba a visitar a su padres a Bournemouth o la mandaban a algún curso.
Me encontré a Emma Price una de las veces que fui a Gales --- Hey Panta... hacia mucho que no te veía – si... lo mismo digo, es que ya el proyecto va a terminar y ya no tengo mucho que venir por aca y bueno también he estado un poco ocupado --- Emma Price me dijo que nos tomáramos un café en una hora, al fin que ella ya saldría de su turno a lo que acepte. Fuímos a la Bahía de Cardiff, a un starbucks que esta ahí, el cielo estaba poblado de algunos cirros y atardecía, el mar y el cielo se veían dorados y se confundían en el horizonte. Platicábamos de varias cosas, de hecho no mencioné nada de mi relación con Catia O´neill, no recordaba habérselo comentado a Emma Price pero ella después de un rato sacó el tema --- Por cierto ya Catia no trabaja con nosotros! – si? desde cuándo? – ya hace un par de meses, a veces nos llamanos, vive en Londres – en serio? – si, me dijo que había conocido a alguien y que estaba viviendo con él – ahh que bien... dónde lo conoció? – no estoy segura... no me dijo --- Emma Price no sabía que la persona con la que Catia O´neill vivía en Londres era yo --- yo no la entiendo Panta.... es una buena amiga pero es que se complica mucho la vida – si? por? – pues por el chico con el que vive ahora, dice que esta muy enamorada de él y quiere dejarlo todo por él --- Disfrutaba mi white chocolate mocha, haciéndome el pendejo, como si no supiera de Catia O´neill --- dejarlo todo? – si ... dice que se quiere divorciar --- cuando Emma Price me dijo eso, sentí un sudor helado en mi espalda y en mi cara... divorciar?... había escuchado bien?... --- divorciar? – si de su esposo! – a qué era casada? – es casada... no sabías? – no... pues cuántos años tiene? – se casó muy joven...--- No podía creerlo, Catia O´neill estaba casada, que mierda suerte tenía que siempre jalaba a casadas... pero no entendía porque Catia O´neill nunca lo había mencionado... estaba jugando conmigo? --- pero su esposo donde vive o qué? – pues tienen una casa cerca de Southampton... su esposo es ingeniero creo y trabaja en una plataforma petrolera, como ella se quedaba sola buscó el trabajo en Gales, que es donde estudió la uni y pasaba tiempo con su esposo cuando estaba en tierra --- Ahora lo comprendía, eso explicaba sus salidas cada quince días según a cursos o según a ver a su familia... me sentía triste pero a la vez me daba coraje que Catia O´neill me veía la cara de pendejo --- estás bien? – quién yo?... si por? – no sé, como que te fue el color de la cara – si, estoy bien ---
No sabía que pensar ni que hacer, evidentemente Emma Price no sabía que yo era el otro, pero no sabía que sentir. Tenía un pretexto perfecto para terminar con Catia O´neill, de una vez terminaría con esa relación que me drenaba y que se estaba convirtiendo en otra uruguyazo... tenía que terminar con ella... de otra manera tendría a otra mujer enterrada en mi corazón y no sé por cuánto la llevaría así... de la uruguaya ya hacía muchos años y aún no me recuperaba.
Cuando regresé al piso, Catia O´neill ya estaba ahí, entré y había puesto veladoras por todo el piso, estaba ahí, con medias y un corpiño negro ajustado --- quería darte una sopresa! --- Se acercó y se repitió el sexo espontáneo y salvaje que teníamos. Mientras estaba arriba de ella, con sus piernas sobre mi pecho, pensaba preguntarle por su esposo el ingeniero. Había cogido con él? Lo hacía de la misma manera? Con quien lo disfrutaba más?... pero decidí no hacerlo...me había convertido otra vez en el amante, que ganaba con recriminarle?, ganaba más como estábamos, nos llevábamos de lo mejor, el sexo era excelente y no había ningún compromiso, tenía sus momentos explosivos tras un ataque de celos o algún pretexto tonto y sin importancia, pero eso mantenía a flote y con vida nuestra relación y si no lo hacía mas interesante, la hacían diferente.
Catia O´neill estaba en mi piso, había terminado una vez más conmigo, no sé cuantas veces lo había hecho, ya había perdido la cuenta, pensé que esta vez era la definitiva puesto que ya iban dos meses que no sabía de ella --- pensé mal?... pensé que ya te habías ido... hasta te llevaste tus cosas – aquí estoy no? – y? – y nada... quieres que me vaya? --- sentía algo por ella, me seguía gustando, quería que se fuera?... por supuesto que no --- no, no quiero que te vayas – entonces hazme lo que me gusta que me hagas – lo que te gusta que te haga? --- Catia O´neill se acercó y empezamos a fajar desesperadamente, tomó mi cabeza con sus manos y me empezó a llevar lentamente hasta esa entrada de placer. Catia O´neill se había quitado mi pijama que le había prestado, yo también, estábamos desnudos, saboreaba su cuerpo, cada centímetro, degustaría una vez más sus mieles, no desaprovecharía el momento.
Hasta la fecha Catia O´neill sigue viviendo conmigo cuando no está en un curso o tiene que visitar a su familia en Bournemouth, una vez más me he convertido en el tercero, procuraré esta vez no enamorarme, no tener otra uruguayez clavada en mi corazón, bueno, lo que quedó de él, porque fue destrozado, porqué cambiar las cosas cuando están tan bien? No sé quién le ve la cara a quién, si ella por mentirme o yo por no decirle que sé toda la verdad.
Tuesday, December 04, 2007
Al otro día
Veníamos de su hotel. Platicábamos en el malecón y estaba obscureciendo, a lo lejos se veía la obscuridad de la selva iluminada a veces por rayos y despertada por los truenos de la lejana tormenta. Un viento suave y cálido empezaba a soplar. Seguro empezaría a llover más tarde, esa agua del cielo que era tibia. Olía a vida, a verde, y a veces se sentía como si se pegara en la piel, brillante y pegajosa.
--- Y cuándo irás a Lima? – no sé... pero cuando vaya te marco y salimos... y si quieres también con el coronel – no es coronel y ya no me importa... es un imbécil – bueno lo que sea pues – me encantan como habláis los mejicanos – y a mi me gusta un chorro como hablan las gachupinas --- Arantxa era madrileña y había terminado de estudiar medicina en la Complutense. Estaba haciendo prácticas profesionales en el Hospital Militar Central en Lima. Ahí había conocido a Juan Martín, un militar también médico como ella que era su enamorado.
Habían planeado pasar unos días de vacaciones en la selva, en Iquitos, todo estaba planeado, en el trayecto hacia el Aeropuerto Jorge Chavez, Juan Martín recibió una llamada a su celular --- si? ... ya pe? ... cómo? ... no no puedo pe... pero... pero...claro que si pe... pero... ya... ya... chau --- Juan Martín que era cinco años mayor que Arantxa, la volteó a ver y le tomó la mano --- el deber me llama preciosa – qué? – si...voy a tener que cancelar mi viaje – pero qué dices? – me llamó el Comandante Leónidas y tengo una misión especial – pero que dices? que misión especial? – no puedo decirte, es secreto de estado... – pero es que lo teníamos planeado... – no, no... tú ve, trataré de alcanzarte – pero como quieres que me vaya sola? – si... si tu ve --- Juan Martín, le dijo al chofer que detuviera el auto y se bajó, indicándole al mismo tiempo que siguiera el trayecto hacia el aeropuerto y dándole dos billetes de 20 soles
--- es un hijo de puta – si, que mala onda – lo que me dió más rabia fue que me mandó el muy cabrón sola...--- Yo había llegado en un vuelo de Transportes Aéreos Nacionales de la Selva procedente de Pucallpa. El vuelo había tomado poco más de una hora y el avión era un antiguo modelo que seguro perteneció al ejército rojo soviético, ya que las señales de no fumar y los asientos estaban en ruso. La conocí hasta el siguiente día de mi llegada, cuando fuí transportado al campamento selva dentro en compañía de tres ucranianos, el guía Miguel y Martín, un mono araña que se colgaba en la panza de Popi una perra que vivía en el campamento y a la cual Martín celaba y se encabronada incluso amenazando con morder si uno trataba de acariciarla.
Arantxa había llegado al campamento, junto con dos italianos, padre e hijo, de la cual no se le despegaba el más joven. De hecho cuando la conocí pensé que eran enamorados, hasta que Miguel me dijo que no lo eran --- no pe, se conocieron aquí pe...según escuché la dejó el enamorado, que es militar, plantada en el avión --- Al día siguiente, Fanny, su hermana y el novio de ésta arrivarían al campamento. Durante los siguientes días nos la pasaríamos en grupo visitando tribus indígenas, paseando en canoa, búscando árboles de tarántulas, tomándonos fotos con serpientes y buscando lagartos en las noches. Arantxa y el hijo del italiano pasaban las noches juntos en una cabaña. Mi último día lo pasaría junto con Arantxa en el campamento, todos los demás habían salido por la mañana puesto que tenían que tomar su vuelo mañanero a Lima. Arantxa y yo saldríamos hasta la tarde, por lo que nadaríamos en el amazonas buscando delfines rosados donde pude apreciar su redondos y grandes senos que parecían flotadores, y almorzaríamos unas pirañas que pescamos, las cuales eran rosadas, chiquitas, casi no tenían carne y tenían unos dientes enormes, sabían a pescado.
Al llegar de nuevo al puerto de Iquitos procedentes del campamento, Arantxa recibió un mensaje de Juan Martín por medio de la agencia de viajes, le había reservado una habitación en un hotel y le avisaba que llegaría más tarde. --- es un cabrón... que se cree?... que estoy a su disposición?... joder... --- Miguel, el guía nos llevó a nuestros hoteles, yo me quedaría en el mejor hotel de Iquitos, El Dorado... me dejaron primero en mi hotel --- bueno...quieres ir a tomar algo más tarde? – claro... dame una hora y nos vemos después --- Miguel me dijo que pasaría por mi en una hora, para mostrarme el hotel de Arantxa que se encontraba a un par de jirones del mío.
Entré a mi cuarto y lo primero que hice fue cagar... que no lo había hecho los cuatro días anteriores y me duché. Que rico era volver a la civilización. Era un cuarto bacán, tenía una cama king size, el cuarto de baño parecía otra recámara, aire acondicionado y televisión satelital, pude contemplar las noticias del canal de las estrellas.
A la hora Miguel pasó por mi y me llevó hacia donde Arantxa. Le llamé a su cuarto por el teléfono de la recepción y me dijo que fuera a su cuarto mientras la esperaba ya que aún no estaba lista. Me dirigí al cuarto 204 en el segundo piso, era un hotel más sencillo del que me encontraba yo, pero eso sí, tenía todo lo básico. Hacia calor, había sudado en el corto trayecto de mi hotel a donde Arantxa, mi camiseta estaba empapada. Toqué la puerta y Arantxa abrió. Estaba envuelta en una toalla blanca. --- Pasa y siéntate Panta... apenas hace10 minutos me dieron el cuarto... al parecer no lo habían desocupado... y lo tenían que limpiar – no hay problema, no hay prisa... no hay nada mejor que hacer... además afuera hace un calor que te cagas – si ya veo ---Arantxa me miró la camiseta empapada y sonrió --- seguro tu hotel es mejor que éste no? – mmm un poco más grande --- Me senté en un sillón que estaba al lado de la cama y prendí la tele, Arantxa se metió al baño, abrió la llave de la ducha y volvió a salir --- hombres... son todos iguales – pues que hago mientras pe? – ya habláis como peruano – se pega... jaja – jaja – por cierto te llamó tu enamorado? – no aún no y prefiero que no me llame... me dejó un mensaje en la recepción diciendo que llega hoy en el último vuelo de Lima... --- Arantxa regresó al baño, se había formado una neblina, salía vapor caliente del cuarto de baño --- Pantaa --- me gritó Arantxa --- Cierra la puerta del baño por favor --- Me levanté y me dirigí a cerrar la puerta, pude ver el cuerpo desnudo de Arantxa a través de la cortina semitransparente de la ducha. Al cerrar la puerta, Arantxa se asomó abriendo la cortina y dijo --- ven.... entra... está rica el agua --- Me le quedé viendo un poco sacado de onda no sabiendo que hacer, pensaba que a lo mejor no había escuchado bien y no quería cagarla, dí un paso hacia delante muy lentamente --- pero tío quitate la ropa --- Ahora sí, había entendido bien, cerré la puerta, me quité la ropa que llevaba lo más en chinga que pude, que no sé porqué pero se me hizo eterno y me metí con ella a la ducha. ---jo tío... eres lento --- La tomé de la cintura y la besé en la boca. El chorro de agua caía sobre nuestras cabezas. Arantxa era un poco más baja de estatura que yo, era blanca, tenía los ojos claros, como de gargajo, su cabello era quebrado y cafesoso, le llegaba hasta por un poco debajo de los hombros, no era gorda, ni delgada.
--- Ya va a llover... – si, lo que me gusta es que cuando llueve no hace frío... – ya te acostumbraste a la selva verdad Panta? – si... creo que sí – pues yo es la primera que vengo y estoy encantada --- Seguíamos en el malecón, había más gente, parejas de enamorados y familias caminando, tomando helados y refrescos. Iquitos era un lugar mágico, sólo se podía llegar ahí o por avión o por barco, no había pistas ya que la tecnología aún no había vencido a la naturaleza. El centro estaba lleno de residencias construídas a finales del siglo diecinueve. Había una en especial que me llamaba la atención, la había diseñado el mismo Gustavo Eiffel, era una residencia de Hierro, había sido manufacturada en Europa, viajando por barco hasta Brasil para después navegar hasta donde nace el Amazonas, ahora eran las oficinas del consulado británico. Todas las residencias habían sido construídas en la época del caucho, exploradores, ingenieros e inversionistas se instalaron en Iquitos para explotarlo... era el petróleo del hoy.
Nos fuímos a un restorán donde yo pedí un ninajuane y una agua de maracuyá y Arantxa un tacacho con cecina y una coca-cola. --- Panta... no quiero que pienses que me estoy aprovechando de ti – jaja no hay bronca... tu aprovéchate lo que quieras – jaja – bueno... yo tampoco quiero que pienses que me aproveché de ti por lo del militar – no para nada... me gustas... – tú también a mi.... a qué hora dices que llega? – en el último vuelo según – vas ir a recogerlo? – no... que se joda! – y sigues con tu plan de regresar a Lima mañana? – si... y tú? – también regreso a Pucallpa... a que horas sale tu vuelo? - como a medio día y el tuyo? – también creo – si quieres nos vemos antes, desayunamos y nos vamos al aeropuerto juntos – si claro... no se enoja el militar? – no te preocupes por él... le digo que eres un amigo que conocí en el campamento --- Salimos, eran cerca de las diez de la noche, el suelo estaba empapado, había llovido, olía a tierra mojada, los mosquitos empezaban a acechar, las estrellas se asomaban, se podía ver la estrella del sur de luz más fuerte que las demás.
Dimos un paseo por el malecón y estuvimos fajando un rato. La llevé a su hotel y me dijo que pasaría al otro día a las nueve y media por mi. Regresaba a mi hotel y ví un antro que estaba abierto, como era temprano decidí entrar a tomar una San Juan.
Entré y estaba medio lleno, estaba tomando mi chela pacientemente en la barra y viendo el ganado. Ví a la charapa más guapa con la que me había topado. Era alta, con el cabello lacio hasta por arriba de la cintura y de piel canela. Tenía un potote. Estaba con unas amigas pero le hablé... no perdía nada, --- Hola... te puedo invitar algo? --- me echó una mirada de arriba abajo y sonrió --- de dónde eres? – de México... tú eres de aquí? – si claro... y que haces tan lejos amigo mexicano? – conociendo Iquitos – y ya descubriste los misterios de la selva? – los estoy descubriendo... me llamo Pantaleón --- sonrió --- yo soy Ruth Carina... mucho gusto... me tomo lo mismo que tú!!!---
No me acuerdo mucho de lo siguiente, se vienen a mi cabeza imágenes borrosas, creo que me empedé con pizco sours, que claman tanto los peruanos como los chilenos e invité después a Ruth Carina a mi cuarto. Llegamos a mi cuarto echando desmadre, estábamos muy pedos. La desnudé, le quité sus blue jeans entallados que llevaba, un top de color negro que se prendía alrededor de su cuello dejando ver sus hombros y espalda. Sus senos eran pequeños pero firmes, a diferencia de Arantxa, Ruth Carina era delgada. Su cabello largo cubriendo su cuerpo desnudo la hacía ver muy sexy.
Me dijo que volvería a la mañana siguiente para despedirse de mi, pero tenía que irse porque alguien estaba cuidando a su hijo. La llevé de nuevo a la recepción del hotel, puesto que el hotel era como un laberinto, nos dimos un beso y se fué --- Saludé al recepcionista, ya conocía a todos los que laboraban en ese hotel de la calle de Napo --- se la está pasando bien Señor Pantoja? – si muy bien... – me alegro... – hasta mañana – hasta mañana Señor Pantoja --- No sé que horas eran, pero me metí a mi cuarto, me eché a la cama y cerré los ojos, mi cabeza daba vueltas.
--- Ring- ring... ring-ring... ring-ring – aló? – Buenos días señor Pantoja… es la recepción – si? – ya llegaron por usted?... su guía --- ví mi reloj y eran las nueve y veinte de la mañana, la luz entraba por la cortina que había dejado abierta, me dolía la cabeza, tenía sed y el cuarto era un desmadre --- dígales que bajo en diez minutos... – claro Señor Pantoja...también justo acaba de llegar otra señorita – la que viene con Miguel el guía? – no... la otra señorita --- Me acordé de Ruth Carina, que me dijo que vendría para el mañanero --- ehhh – no se preocupe señor Pantoja... le diré que no está – si...eso está bien... gracias – no se preocupe ---
Me levanté en chinga y eché todo a la maleta, me dí un duchazo y bajé. Miguel el guía estaba ahí con Arantxa. No veía a su enamorado el militar. Tampoco veía a Ruth Carina. --- Hola Panta – hola Panta – hola – todo bien? – si... – estabas dormido? – si, estuve viendo la tele... no sé a que hora me dormí --- Hice el papeleo del check-out, la recepcionista me sonreía pícaramente --- espero que se la haya pasado bien señor Pantoja – si claro – vuelva pronto – claro... lo haré ---
Salimos y nos subimos a una combi, Miguel conducía y Arantxa y yo nos fuímos atrás. Arantxa me cogió de la mano. --- y? – y nada tío – como que nada? – pues me llamó un rato después de que me dejaste en mi hotel – y? – y nada... me dijo que al final no podría venir...que tenía otra misión ... – que mala onda – estuve a punto de irme contigo a pasar la noche... pero pensé que ya estarías dormido y no quise molestarte – no...para nada, hubieras ido... no hice nada interesante --- Arantxa sonrió y nos dimos un beso. Volteaba preocupado tratando de encontrar a Ruth Carina que había estado en el hotel al mismo tiempo que Arantxa, tenía miedo de que me la fuera a hacer de a pedo.
Miguel manejaba y nos conducía al aeropuerto --- ey Panta... quién fue a buscarte en la mañana pe? – quién? – si una señorita preguntando por ti... justo cuando llegamos... – ahhh de una agencia de viajes... me dijo que iba a regresar para mostrarme unas promociones o algo así – que agencia? – ni idea? – cómo se llamaba? – no sé... creo no me dio su nombre... – si quieres regresar pe, ya sabes donde está mi agencia, yo te doy buenos precios... --- Traté de cambiar la conversación hasta que llegamos al aeropuerto.
Me despedí en chinga de Miguel e hicimos el check in, Arantxa por Aerocontinente y yo por Transportes Aéreos Nacionales de la Selva, y entramos a las salas de embarque, no quise quedarme fuera por miedo de encontrarme a Ruth Carina, y es que no había nada serio ni formal con Arantxa, pero me daba cosa que supiera que estuve con otra, después de haber estado con ella.
Desayunábamos en un café antes de partir a nuestros destinos. --- y qué vas a hacer? – nada...el se lo perdió... cuando vayas a Lima llámame – si lo haré... definitivamente --- Saboreaba un jugo de maracuyá, no pedí nada de comer, me sentía con ganas de vomitar, al final me tomé tres.
Me despedí de Arantxa, le dí un beso y embarcó ella primero para su vuelo a Lima. Diez minutos después llamaron para mi vuelo, iniciaba el abordaje.
Meses más tarde fuí a Lima, tenía planeado ver a Arantxa, pero no pude porque Claudinne se fué conmigo. Le llamé un par de meses cuando ya no estaba en el Perú. Arantxa se encabronó. --- qué? estuviste en Lima y no me avistaste? – si... es que tuve que salir por trabajo – Panta... eres un tonto --- Y me colgó el teléfono. No volvió a responder a mis llamadas ni a los e-mails que le mandé. Tampoco volví a verla
--- Y cuándo irás a Lima? – no sé... pero cuando vaya te marco y salimos... y si quieres también con el coronel – no es coronel y ya no me importa... es un imbécil – bueno lo que sea pues – me encantan como habláis los mejicanos – y a mi me gusta un chorro como hablan las gachupinas --- Arantxa era madrileña y había terminado de estudiar medicina en la Complutense. Estaba haciendo prácticas profesionales en el Hospital Militar Central en Lima. Ahí había conocido a Juan Martín, un militar también médico como ella que era su enamorado.
Habían planeado pasar unos días de vacaciones en la selva, en Iquitos, todo estaba planeado, en el trayecto hacia el Aeropuerto Jorge Chavez, Juan Martín recibió una llamada a su celular --- si? ... ya pe? ... cómo? ... no no puedo pe... pero... pero...claro que si pe... pero... ya... ya... chau --- Juan Martín que era cinco años mayor que Arantxa, la volteó a ver y le tomó la mano --- el deber me llama preciosa – qué? – si...voy a tener que cancelar mi viaje – pero qué dices? – me llamó el Comandante Leónidas y tengo una misión especial – pero que dices? que misión especial? – no puedo decirte, es secreto de estado... – pero es que lo teníamos planeado... – no, no... tú ve, trataré de alcanzarte – pero como quieres que me vaya sola? – si... si tu ve --- Juan Martín, le dijo al chofer que detuviera el auto y se bajó, indicándole al mismo tiempo que siguiera el trayecto hacia el aeropuerto y dándole dos billetes de 20 soles
--- es un hijo de puta – si, que mala onda – lo que me dió más rabia fue que me mandó el muy cabrón sola...--- Yo había llegado en un vuelo de Transportes Aéreos Nacionales de la Selva procedente de Pucallpa. El vuelo había tomado poco más de una hora y el avión era un antiguo modelo que seguro perteneció al ejército rojo soviético, ya que las señales de no fumar y los asientos estaban en ruso. La conocí hasta el siguiente día de mi llegada, cuando fuí transportado al campamento selva dentro en compañía de tres ucranianos, el guía Miguel y Martín, un mono araña que se colgaba en la panza de Popi una perra que vivía en el campamento y a la cual Martín celaba y se encabronada incluso amenazando con morder si uno trataba de acariciarla.
Arantxa había llegado al campamento, junto con dos italianos, padre e hijo, de la cual no se le despegaba el más joven. De hecho cuando la conocí pensé que eran enamorados, hasta que Miguel me dijo que no lo eran --- no pe, se conocieron aquí pe...según escuché la dejó el enamorado, que es militar, plantada en el avión --- Al día siguiente, Fanny, su hermana y el novio de ésta arrivarían al campamento. Durante los siguientes días nos la pasaríamos en grupo visitando tribus indígenas, paseando en canoa, búscando árboles de tarántulas, tomándonos fotos con serpientes y buscando lagartos en las noches. Arantxa y el hijo del italiano pasaban las noches juntos en una cabaña. Mi último día lo pasaría junto con Arantxa en el campamento, todos los demás habían salido por la mañana puesto que tenían que tomar su vuelo mañanero a Lima. Arantxa y yo saldríamos hasta la tarde, por lo que nadaríamos en el amazonas buscando delfines rosados donde pude apreciar su redondos y grandes senos que parecían flotadores, y almorzaríamos unas pirañas que pescamos, las cuales eran rosadas, chiquitas, casi no tenían carne y tenían unos dientes enormes, sabían a pescado.
Al llegar de nuevo al puerto de Iquitos procedentes del campamento, Arantxa recibió un mensaje de Juan Martín por medio de la agencia de viajes, le había reservado una habitación en un hotel y le avisaba que llegaría más tarde. --- es un cabrón... que se cree?... que estoy a su disposición?... joder... --- Miguel, el guía nos llevó a nuestros hoteles, yo me quedaría en el mejor hotel de Iquitos, El Dorado... me dejaron primero en mi hotel --- bueno...quieres ir a tomar algo más tarde? – claro... dame una hora y nos vemos después --- Miguel me dijo que pasaría por mi en una hora, para mostrarme el hotel de Arantxa que se encontraba a un par de jirones del mío.
Entré a mi cuarto y lo primero que hice fue cagar... que no lo había hecho los cuatro días anteriores y me duché. Que rico era volver a la civilización. Era un cuarto bacán, tenía una cama king size, el cuarto de baño parecía otra recámara, aire acondicionado y televisión satelital, pude contemplar las noticias del canal de las estrellas.
A la hora Miguel pasó por mi y me llevó hacia donde Arantxa. Le llamé a su cuarto por el teléfono de la recepción y me dijo que fuera a su cuarto mientras la esperaba ya que aún no estaba lista. Me dirigí al cuarto 204 en el segundo piso, era un hotel más sencillo del que me encontraba yo, pero eso sí, tenía todo lo básico. Hacia calor, había sudado en el corto trayecto de mi hotel a donde Arantxa, mi camiseta estaba empapada. Toqué la puerta y Arantxa abrió. Estaba envuelta en una toalla blanca. --- Pasa y siéntate Panta... apenas hace10 minutos me dieron el cuarto... al parecer no lo habían desocupado... y lo tenían que limpiar – no hay problema, no hay prisa... no hay nada mejor que hacer... además afuera hace un calor que te cagas – si ya veo ---Arantxa me miró la camiseta empapada y sonrió --- seguro tu hotel es mejor que éste no? – mmm un poco más grande --- Me senté en un sillón que estaba al lado de la cama y prendí la tele, Arantxa se metió al baño, abrió la llave de la ducha y volvió a salir --- hombres... son todos iguales – pues que hago mientras pe? – ya habláis como peruano – se pega... jaja – jaja – por cierto te llamó tu enamorado? – no aún no y prefiero que no me llame... me dejó un mensaje en la recepción diciendo que llega hoy en el último vuelo de Lima... --- Arantxa regresó al baño, se había formado una neblina, salía vapor caliente del cuarto de baño --- Pantaa --- me gritó Arantxa --- Cierra la puerta del baño por favor --- Me levanté y me dirigí a cerrar la puerta, pude ver el cuerpo desnudo de Arantxa a través de la cortina semitransparente de la ducha. Al cerrar la puerta, Arantxa se asomó abriendo la cortina y dijo --- ven.... entra... está rica el agua --- Me le quedé viendo un poco sacado de onda no sabiendo que hacer, pensaba que a lo mejor no había escuchado bien y no quería cagarla, dí un paso hacia delante muy lentamente --- pero tío quitate la ropa --- Ahora sí, había entendido bien, cerré la puerta, me quité la ropa que llevaba lo más en chinga que pude, que no sé porqué pero se me hizo eterno y me metí con ella a la ducha. ---jo tío... eres lento --- La tomé de la cintura y la besé en la boca. El chorro de agua caía sobre nuestras cabezas. Arantxa era un poco más baja de estatura que yo, era blanca, tenía los ojos claros, como de gargajo, su cabello era quebrado y cafesoso, le llegaba hasta por un poco debajo de los hombros, no era gorda, ni delgada.
--- Ya va a llover... – si, lo que me gusta es que cuando llueve no hace frío... – ya te acostumbraste a la selva verdad Panta? – si... creo que sí – pues yo es la primera que vengo y estoy encantada --- Seguíamos en el malecón, había más gente, parejas de enamorados y familias caminando, tomando helados y refrescos. Iquitos era un lugar mágico, sólo se podía llegar ahí o por avión o por barco, no había pistas ya que la tecnología aún no había vencido a la naturaleza. El centro estaba lleno de residencias construídas a finales del siglo diecinueve. Había una en especial que me llamaba la atención, la había diseñado el mismo Gustavo Eiffel, era una residencia de Hierro, había sido manufacturada en Europa, viajando por barco hasta Brasil para después navegar hasta donde nace el Amazonas, ahora eran las oficinas del consulado británico. Todas las residencias habían sido construídas en la época del caucho, exploradores, ingenieros e inversionistas se instalaron en Iquitos para explotarlo... era el petróleo del hoy.
Nos fuímos a un restorán donde yo pedí un ninajuane y una agua de maracuyá y Arantxa un tacacho con cecina y una coca-cola. --- Panta... no quiero que pienses que me estoy aprovechando de ti – jaja no hay bronca... tu aprovéchate lo que quieras – jaja – bueno... yo tampoco quiero que pienses que me aproveché de ti por lo del militar – no para nada... me gustas... – tú también a mi.... a qué hora dices que llega? – en el último vuelo según – vas ir a recogerlo? – no... que se joda! – y sigues con tu plan de regresar a Lima mañana? – si... y tú? – también regreso a Pucallpa... a que horas sale tu vuelo? - como a medio día y el tuyo? – también creo – si quieres nos vemos antes, desayunamos y nos vamos al aeropuerto juntos – si claro... no se enoja el militar? – no te preocupes por él... le digo que eres un amigo que conocí en el campamento --- Salimos, eran cerca de las diez de la noche, el suelo estaba empapado, había llovido, olía a tierra mojada, los mosquitos empezaban a acechar, las estrellas se asomaban, se podía ver la estrella del sur de luz más fuerte que las demás.
Dimos un paseo por el malecón y estuvimos fajando un rato. La llevé a su hotel y me dijo que pasaría al otro día a las nueve y media por mi. Regresaba a mi hotel y ví un antro que estaba abierto, como era temprano decidí entrar a tomar una San Juan.
Entré y estaba medio lleno, estaba tomando mi chela pacientemente en la barra y viendo el ganado. Ví a la charapa más guapa con la que me había topado. Era alta, con el cabello lacio hasta por arriba de la cintura y de piel canela. Tenía un potote. Estaba con unas amigas pero le hablé... no perdía nada, --- Hola... te puedo invitar algo? --- me echó una mirada de arriba abajo y sonrió --- de dónde eres? – de México... tú eres de aquí? – si claro... y que haces tan lejos amigo mexicano? – conociendo Iquitos – y ya descubriste los misterios de la selva? – los estoy descubriendo... me llamo Pantaleón --- sonrió --- yo soy Ruth Carina... mucho gusto... me tomo lo mismo que tú!!!---
No me acuerdo mucho de lo siguiente, se vienen a mi cabeza imágenes borrosas, creo que me empedé con pizco sours, que claman tanto los peruanos como los chilenos e invité después a Ruth Carina a mi cuarto. Llegamos a mi cuarto echando desmadre, estábamos muy pedos. La desnudé, le quité sus blue jeans entallados que llevaba, un top de color negro que se prendía alrededor de su cuello dejando ver sus hombros y espalda. Sus senos eran pequeños pero firmes, a diferencia de Arantxa, Ruth Carina era delgada. Su cabello largo cubriendo su cuerpo desnudo la hacía ver muy sexy.
Me dijo que volvería a la mañana siguiente para despedirse de mi, pero tenía que irse porque alguien estaba cuidando a su hijo. La llevé de nuevo a la recepción del hotel, puesto que el hotel era como un laberinto, nos dimos un beso y se fué --- Saludé al recepcionista, ya conocía a todos los que laboraban en ese hotel de la calle de Napo --- se la está pasando bien Señor Pantoja? – si muy bien... – me alegro... – hasta mañana – hasta mañana Señor Pantoja --- No sé que horas eran, pero me metí a mi cuarto, me eché a la cama y cerré los ojos, mi cabeza daba vueltas.
--- Ring- ring... ring-ring... ring-ring – aló? – Buenos días señor Pantoja… es la recepción – si? – ya llegaron por usted?... su guía --- ví mi reloj y eran las nueve y veinte de la mañana, la luz entraba por la cortina que había dejado abierta, me dolía la cabeza, tenía sed y el cuarto era un desmadre --- dígales que bajo en diez minutos... – claro Señor Pantoja...también justo acaba de llegar otra señorita – la que viene con Miguel el guía? – no... la otra señorita --- Me acordé de Ruth Carina, que me dijo que vendría para el mañanero --- ehhh – no se preocupe señor Pantoja... le diré que no está – si...eso está bien... gracias – no se preocupe ---
Me levanté en chinga y eché todo a la maleta, me dí un duchazo y bajé. Miguel el guía estaba ahí con Arantxa. No veía a su enamorado el militar. Tampoco veía a Ruth Carina. --- Hola Panta – hola Panta – hola – todo bien? – si... – estabas dormido? – si, estuve viendo la tele... no sé a que hora me dormí --- Hice el papeleo del check-out, la recepcionista me sonreía pícaramente --- espero que se la haya pasado bien señor Pantoja – si claro – vuelva pronto – claro... lo haré ---
Salimos y nos subimos a una combi, Miguel conducía y Arantxa y yo nos fuímos atrás. Arantxa me cogió de la mano. --- y? – y nada tío – como que nada? – pues me llamó un rato después de que me dejaste en mi hotel – y? – y nada... me dijo que al final no podría venir...que tenía otra misión ... – que mala onda – estuve a punto de irme contigo a pasar la noche... pero pensé que ya estarías dormido y no quise molestarte – no...para nada, hubieras ido... no hice nada interesante --- Arantxa sonrió y nos dimos un beso. Volteaba preocupado tratando de encontrar a Ruth Carina que había estado en el hotel al mismo tiempo que Arantxa, tenía miedo de que me la fuera a hacer de a pedo.
Miguel manejaba y nos conducía al aeropuerto --- ey Panta... quién fue a buscarte en la mañana pe? – quién? – si una señorita preguntando por ti... justo cuando llegamos... – ahhh de una agencia de viajes... me dijo que iba a regresar para mostrarme unas promociones o algo así – que agencia? – ni idea? – cómo se llamaba? – no sé... creo no me dio su nombre... – si quieres regresar pe, ya sabes donde está mi agencia, yo te doy buenos precios... --- Traté de cambiar la conversación hasta que llegamos al aeropuerto.
Me despedí en chinga de Miguel e hicimos el check in, Arantxa por Aerocontinente y yo por Transportes Aéreos Nacionales de la Selva, y entramos a las salas de embarque, no quise quedarme fuera por miedo de encontrarme a Ruth Carina, y es que no había nada serio ni formal con Arantxa, pero me daba cosa que supiera que estuve con otra, después de haber estado con ella.
Desayunábamos en un café antes de partir a nuestros destinos. --- y qué vas a hacer? – nada...el se lo perdió... cuando vayas a Lima llámame – si lo haré... definitivamente --- Saboreaba un jugo de maracuyá, no pedí nada de comer, me sentía con ganas de vomitar, al final me tomé tres.
Me despedí de Arantxa, le dí un beso y embarcó ella primero para su vuelo a Lima. Diez minutos después llamaron para mi vuelo, iniciaba el abordaje.
Meses más tarde fuí a Lima, tenía planeado ver a Arantxa, pero no pude porque Claudinne se fué conmigo. Le llamé un par de meses cuando ya no estaba en el Perú. Arantxa se encabronó. --- qué? estuviste en Lima y no me avistaste? – si... es que tuve que salir por trabajo – Panta... eres un tonto --- Y me colgó el teléfono. No volvió a responder a mis llamadas ni a los e-mails que le mandé. Tampoco volví a verla
Saturday, December 01, 2007
Αθήνας
Wednesday, November 28, 2007
La historia del Bebé
Madrid, el mulah Omar y el Bebé venían de visita desde Bilbo. Se vinieron en camión y fui a recogerlos a la central de autobuses que quedaba en Avenida de América. Cabe mencionar que el Bebé era la re-encarnación del Niño Bonito, aquel que se tiró a Sharon, un colombiano que confundió por colombiana en la fiesta de las vendimias de Neuchatel. Me lo recordaba ya que también era muy ligador. Era un niño bien, venía de una familia potentada, además de ser bonito era rico. Era el atípico mexicano, era werito, blanquito y de ojos azules. Le daba por raparse el coco, yo creo que para que evitar que se de le descubrieran los primeros síntomas de calvicie. Era bajito de estatura y medio chonchito, como dirían por ahí, estaba osito. El Bebé era muy jocoso, el hecho de venir de un seno familiar adinero le brindaba protección, lo que le hacía ser muy valemadrista respecto a todo.
Lo mejor del bebé era que se las daba de seductor, al igual que el niño bonito de Nuchatel que confundió a un colombiano por colombiana; según él, ninguna mujer podía resistir sus encantos, todas caían ante él, presas de su físico y su agradable personalidad. Pero, éstos ojitos que algún día se comerán los gusanos, nunca presenciaron semejante cosa, ni los del Mulah Omar, ni los del Molkas. Y es que el niño bonito trataba y trataba, pero sus tácticas no funcionaban en España, ni en ningún país europeo que pisaba. La presión era inminente, como lo chingábamos al pobre, pero es que para que se las daba de niño bonito? --- No sé que pasa weies... en México las viejas me perseguen, aquí nada de nada – será que hay muchos niños bonitos aquí wei – o será que nadamás le gustas a las najayotas mano --- Nunca me constó que las viejas andaban tras de él en México, tal como las moscas con el piloncillo, pero tenía una novia que ya tenía años con ella, una vez la conocí y... pues estaba equis... porque yo me imaginaba que el bebé tendría un viejororrón, una modelo, una artista o algo así, pero no, su vieja trabajaba en American Airlines y siempre le conseguía boletos baras baras de remate.
Escuché que el bebé había hecho una conquista después de ya casi resignarse, era una vasca, que sepa donde la había conocido y la segunda vez que quedaron la llevó a su pisito que quedaba en la calle Gardoqui, que rentaba para él solito, a diferencia del Mulah Omar, el Molkas y yo que compartíamos un pisito más grande en Alameda de Mazarredo. El lugar que alquilaba el Bebé era pequeño, tenía dos cuartos que los separaba un pasillo angosto que yo creo sólo una persona cabía a la vez. Era muy moderno por dentro, estaba amueblado con muebles de Ikea, que le daban un look vanguardista y las luces eran de esos foquitos en el techo, que daban la impresión como si estuvieras en una galería de arte.
El Bebé llevó a la Vasca, y me imagino que la Vasca ha de haber querido algo porque después de ese día no le volvió a hablar. Y habrá sido porque la Vasca tenía un enamorado, formal y toda la cosa y quizás sólo quería probar la pasión y mieles mexicanas de México. Estuvieron platicando mucho rato, el Bebé le confesó que el no estaba enamorado de su novia mexicana de México, que la chispa del amor había desaparecido, pero que quizás había encontrado esa llamarada pérdida en la Vasca. Se fueron a la cama pero sólo estuvieron abrazados. Me imagino la cara de la vasca que ha de haber puesto, el bebé abrazándola, con sus ojos cerraditos y diciéndole cosas bonitas al oído, diciéndole que por fin había encontrado a la mujer de su vida, después de viajar por los siete mares, cursilerías quizás pensaría la vasca, y ella viendo al techo, con sus ojos bien abiertos y preguntándose que mierda hacía con ese pseudo-mexicano perdiendo su tiempo.
Y no, no le volvió a hablar --- y porqué no se la cogió el wei – no sé, me salió con una mamada de que él era un caballero, y que ella valía para otra cosa – otra cosa?... que le estaba proponiendo matrimonio – yo creo que sí ca, y la espantó y nunca le volvió a hablar --- Y es que el bebé le mandaba mensajitos, le llamaba pero siempre su celular estaba apagado, nunca supo nada más de la vasca. Ni modo, al final, tenía a su gatita fiel del otro lado del Atlántico esperándolo con los brazos abiertos. Habría que resignarse.
Y éramos testigos de sus fracasadas conquistas, en los antros, donde vendían pintxos, en la calle, en el metro, no, no ,no, nada le funcionaba, esa táctica que empleaba en México no servía para aquí. Y nosotros, como nos cagábamos de la risa, era cagado verlo primero moviendo su colita seductora y después verlo con el rabo entre las patas y con ojos de perro. Después de ahí, no solo le decíamos bebé, le decíamos el bebé Gigoló Geisha...
Pero dejaría de ser un Bebé, cuando me visitaron en Madrid, nos fuímos primero a un restaurante pijo mexicano que quedaba en el Barrio de Salamanca, el Bebé se puso a cantar canciones rancheras, siempre era así, siempre quería llamar la atención. Pedimos unas kekas y unas carnitas, que pinches caras eran, pero que rico sabían, no quise ir al Si Señor del Paseo de la Castellana, porque era más artificial que las tetas de Martha Sánchez, que como me gustaba cuando tenía 12 años. El Bebé se puso a ligar con la mesera que era de México y creo estudiaba en Madrid y la neta que era verdad lo que decía, sus tácticas si funcionaban con las bigotonas, será porque lo verían bonitoy werito? El Bebé se puso feliz de demostrarnos que no era un Geisha después de todo, simplemente que las pinches viejas españolas y europeas eran unas pendejas frías que no veían el tesorito que tenían enfrente de sus ojitos de gargajo.
Pedimos tequilas y el Bebé le sacó el teléfono a la mesera. Dijo que le llamaría. Estaba bien alegre y contento el cabrón. Salimos y nos fuímos para el mero centro, a un bar que se llamaba El Sol. Era un antro raro, alternativo, y siempre estaba hasta su madre. Dentro rolaba la María cabrón. Estaba entre el Oso y el Madroño y el Corte Inglés de la calle de Preciados donde una vez que compré unos zapatitos bien cómodos y donde me compré mi abrigo que no me quería comprar. Había que andar desde la Puerta del Sol como si se fuera para la Gran Vía, siempre esa calle estaba llena de teporochos y drogadictos y travestis ecuatorianas. Estaba muy cerca de Chueca donde había muchos antros gay y mucho norafricano vendiendo drogas.
Estuvimos en el antro un buen rato, parecíamos magnates, pidiendo cócteles y hasta tequila, mientras la gran mayoría bebía cañitas y chupitos, pero el Bebé estaba con nosotros, había que celebrarlo, habían venido desde Bilbo sólo para echar desmadre en Madrid.
Salimos del antro y que pinche frío hacía, yo iba con mis zapatitos comodísimos del corte Inglés y mi abrigo que compré y no me quería comprar del Corte Inglés, pero que frío, el Mulah Omar también iba enchamarrado, todo mundo, cualquier persona sensible venía tapada. Pero el bebé no, el bebé venía con su playera de color colorado y sus blue jeans y su chamarra en la mano. Venía cantando canciones rancheras, estaba pedo?, no que va, lo hacía pa´llamar la atención, así era él, siempre cantaba, me imagino que un día su jefecita le ha de haber dicho “ay que bonito cantas mijo!” y desde ahí siempre cantaba y la mera neta, era medio desafinado, pero al él no le importaba, era dicharachero, agradable, cantaba bonito, acomodado y además era bonito, que importaba!, le valía madres.
--- que pedo wei? – no tienes frío? – frío?... cuál frío weies? Lo que pasa que ustedes son un par de mariquitas – jajaja – jajaja --- Le gustaba impresionar, le tembablan los dientes de frío pero le valía madres, el había dicho que no tenía frío y pos no tenía frío --- pinche piel de metal que has de tener para no sentir frío – si wei... como un robot... como el Bender – como quién pinche Panta – El bender – jajajajaja – de que te ríes pinche Mulah... quién es el Bender? – un pinche robot que no tiene frío... – jajajajaja --- el mulah Omar no paraba de carcajearse y el Bebé seguía sin entender --- has visto Futurama? – futu... qué? – olvídalo... pinche bebé bender... bebénder – jajajaja Panta.... te salió del alma – gracias maestro – bebénder jajajajaja bebénder jajajaja --- Y al bebénder le valió madres ... que le dijeran que era un robot, o un bebé o que se doblaba en el más estricto sentido alburero --- El seguía sin frío a pesar de la llovizna, por la que nos tuvimos que refugiar en una parada de camión y por increíble que parezca también se refugiaban otro par de mexicanos
--- son de México – si ustedes? ... también... al pedo... cuántas viejas llevan? --- al bebé le sacó de onda la pregunta--- si que cuántas viejas llevan?... no, no mames pinches españolas... nos siguen como moscas... las traemos locas los mexicanos --- el bebé puso su carita triste de perro y no comprendía, como era posible que esos pinches conquistaban a españolas y él a pesar de ser adinerado, dicharachero, alegre, cantador y bonito, no levantaba ni el polvo. El bebé tenía hambre y me preguntó de algún lugar, nos despedimos de esos casanovas mexicanos que lo dejaron sin palabras y los llevé al Pans & Company del que era cliente, de la calle de Alcalá.
Pedimos unos bocadillos, estaba lleno de borrachos, ya era de madrugada. El bebénder comía silencioso, aún sin chamarra, hasta que dijo --- esos pinches weies de la parada, no les creo nada, no creo que hayan ligado con nadie – porqué no bebénder? – si porqué no wei?... porque tu eres bonito y ellos no? – o será porque eres cantador y ellos no? – jajajaja – jajajaja- pinches weies... váyanse a la verga.... – jajajaja---
Salimos de ahí, el bebénder aún sin frío, ya había parado la llovizna, trató de ligar con una españolita que venía subidita de copas pero que tampoco lo peló. Pobre cabrón, como lo frustraba eso.---“pos que chingue a su madre... pinche vieja”--- decía. Caminamos para hacia unos barcitos donde daban chupitos gratis, pero pedimos cañas, el mismo barcito donde tiempo después estaría fajando con Nieves.
Ya iba a amanecer, seguía haciendo frío, las luces navideñas iluminaban la puerta del sol, nos fuímos por unos churros con chocolate a la chocolatería San Ginés, el bebénder seguía sin frío.
Lo mejor del bebé era que se las daba de seductor, al igual que el niño bonito de Nuchatel que confundió a un colombiano por colombiana; según él, ninguna mujer podía resistir sus encantos, todas caían ante él, presas de su físico y su agradable personalidad. Pero, éstos ojitos que algún día se comerán los gusanos, nunca presenciaron semejante cosa, ni los del Mulah Omar, ni los del Molkas. Y es que el niño bonito trataba y trataba, pero sus tácticas no funcionaban en España, ni en ningún país europeo que pisaba. La presión era inminente, como lo chingábamos al pobre, pero es que para que se las daba de niño bonito? --- No sé que pasa weies... en México las viejas me perseguen, aquí nada de nada – será que hay muchos niños bonitos aquí wei – o será que nadamás le gustas a las najayotas mano --- Nunca me constó que las viejas andaban tras de él en México, tal como las moscas con el piloncillo, pero tenía una novia que ya tenía años con ella, una vez la conocí y... pues estaba equis... porque yo me imaginaba que el bebé tendría un viejororrón, una modelo, una artista o algo así, pero no, su vieja trabajaba en American Airlines y siempre le conseguía boletos baras baras de remate.
Escuché que el bebé había hecho una conquista después de ya casi resignarse, era una vasca, que sepa donde la había conocido y la segunda vez que quedaron la llevó a su pisito que quedaba en la calle Gardoqui, que rentaba para él solito, a diferencia del Mulah Omar, el Molkas y yo que compartíamos un pisito más grande en Alameda de Mazarredo. El lugar que alquilaba el Bebé era pequeño, tenía dos cuartos que los separaba un pasillo angosto que yo creo sólo una persona cabía a la vez. Era muy moderno por dentro, estaba amueblado con muebles de Ikea, que le daban un look vanguardista y las luces eran de esos foquitos en el techo, que daban la impresión como si estuvieras en una galería de arte.
El Bebé llevó a la Vasca, y me imagino que la Vasca ha de haber querido algo porque después de ese día no le volvió a hablar. Y habrá sido porque la Vasca tenía un enamorado, formal y toda la cosa y quizás sólo quería probar la pasión y mieles mexicanas de México. Estuvieron platicando mucho rato, el Bebé le confesó que el no estaba enamorado de su novia mexicana de México, que la chispa del amor había desaparecido, pero que quizás había encontrado esa llamarada pérdida en la Vasca. Se fueron a la cama pero sólo estuvieron abrazados. Me imagino la cara de la vasca que ha de haber puesto, el bebé abrazándola, con sus ojos cerraditos y diciéndole cosas bonitas al oído, diciéndole que por fin había encontrado a la mujer de su vida, después de viajar por los siete mares, cursilerías quizás pensaría la vasca, y ella viendo al techo, con sus ojos bien abiertos y preguntándose que mierda hacía con ese pseudo-mexicano perdiendo su tiempo.
Y no, no le volvió a hablar --- y porqué no se la cogió el wei – no sé, me salió con una mamada de que él era un caballero, y que ella valía para otra cosa – otra cosa?... que le estaba proponiendo matrimonio – yo creo que sí ca, y la espantó y nunca le volvió a hablar --- Y es que el bebé le mandaba mensajitos, le llamaba pero siempre su celular estaba apagado, nunca supo nada más de la vasca. Ni modo, al final, tenía a su gatita fiel del otro lado del Atlántico esperándolo con los brazos abiertos. Habría que resignarse.
Y éramos testigos de sus fracasadas conquistas, en los antros, donde vendían pintxos, en la calle, en el metro, no, no ,no, nada le funcionaba, esa táctica que empleaba en México no servía para aquí. Y nosotros, como nos cagábamos de la risa, era cagado verlo primero moviendo su colita seductora y después verlo con el rabo entre las patas y con ojos de perro. Después de ahí, no solo le decíamos bebé, le decíamos el bebé Gigoló Geisha...
Pero dejaría de ser un Bebé, cuando me visitaron en Madrid, nos fuímos primero a un restaurante pijo mexicano que quedaba en el Barrio de Salamanca, el Bebé se puso a cantar canciones rancheras, siempre era así, siempre quería llamar la atención. Pedimos unas kekas y unas carnitas, que pinches caras eran, pero que rico sabían, no quise ir al Si Señor del Paseo de la Castellana, porque era más artificial que las tetas de Martha Sánchez, que como me gustaba cuando tenía 12 años. El Bebé se puso a ligar con la mesera que era de México y creo estudiaba en Madrid y la neta que era verdad lo que decía, sus tácticas si funcionaban con las bigotonas, será porque lo verían bonitoy werito? El Bebé se puso feliz de demostrarnos que no era un Geisha después de todo, simplemente que las pinches viejas españolas y europeas eran unas pendejas frías que no veían el tesorito que tenían enfrente de sus ojitos de gargajo.
Pedimos tequilas y el Bebé le sacó el teléfono a la mesera. Dijo que le llamaría. Estaba bien alegre y contento el cabrón. Salimos y nos fuímos para el mero centro, a un bar que se llamaba El Sol. Era un antro raro, alternativo, y siempre estaba hasta su madre. Dentro rolaba la María cabrón. Estaba entre el Oso y el Madroño y el Corte Inglés de la calle de Preciados donde una vez que compré unos zapatitos bien cómodos y donde me compré mi abrigo que no me quería comprar. Había que andar desde la Puerta del Sol como si se fuera para la Gran Vía, siempre esa calle estaba llena de teporochos y drogadictos y travestis ecuatorianas. Estaba muy cerca de Chueca donde había muchos antros gay y mucho norafricano vendiendo drogas.
Estuvimos en el antro un buen rato, parecíamos magnates, pidiendo cócteles y hasta tequila, mientras la gran mayoría bebía cañitas y chupitos, pero el Bebé estaba con nosotros, había que celebrarlo, habían venido desde Bilbo sólo para echar desmadre en Madrid.
Salimos del antro y que pinche frío hacía, yo iba con mis zapatitos comodísimos del corte Inglés y mi abrigo que compré y no me quería comprar del Corte Inglés, pero que frío, el Mulah Omar también iba enchamarrado, todo mundo, cualquier persona sensible venía tapada. Pero el bebé no, el bebé venía con su playera de color colorado y sus blue jeans y su chamarra en la mano. Venía cantando canciones rancheras, estaba pedo?, no que va, lo hacía pa´llamar la atención, así era él, siempre cantaba, me imagino que un día su jefecita le ha de haber dicho “ay que bonito cantas mijo!” y desde ahí siempre cantaba y la mera neta, era medio desafinado, pero al él no le importaba, era dicharachero, agradable, cantaba bonito, acomodado y además era bonito, que importaba!, le valía madres.
--- que pedo wei? – no tienes frío? – frío?... cuál frío weies? Lo que pasa que ustedes son un par de mariquitas – jajaja – jajaja --- Le gustaba impresionar, le tembablan los dientes de frío pero le valía madres, el había dicho que no tenía frío y pos no tenía frío --- pinche piel de metal que has de tener para no sentir frío – si wei... como un robot... como el Bender – como quién pinche Panta – El bender – jajajajaja – de que te ríes pinche Mulah... quién es el Bender? – un pinche robot que no tiene frío... – jajajajaja --- el mulah Omar no paraba de carcajearse y el Bebé seguía sin entender --- has visto Futurama? – futu... qué? – olvídalo... pinche bebé bender... bebénder – jajajaja Panta.... te salió del alma – gracias maestro – bebénder jajajajaja bebénder jajajaja --- Y al bebénder le valió madres ... que le dijeran que era un robot, o un bebé o que se doblaba en el más estricto sentido alburero --- El seguía sin frío a pesar de la llovizna, por la que nos tuvimos que refugiar en una parada de camión y por increíble que parezca también se refugiaban otro par de mexicanos
--- son de México – si ustedes? ... también... al pedo... cuántas viejas llevan? --- al bebé le sacó de onda la pregunta--- si que cuántas viejas llevan?... no, no mames pinches españolas... nos siguen como moscas... las traemos locas los mexicanos --- el bebé puso su carita triste de perro y no comprendía, como era posible que esos pinches conquistaban a españolas y él a pesar de ser adinerado, dicharachero, alegre, cantador y bonito, no levantaba ni el polvo. El bebé tenía hambre y me preguntó de algún lugar, nos despedimos de esos casanovas mexicanos que lo dejaron sin palabras y los llevé al Pans & Company del que era cliente, de la calle de Alcalá.
Pedimos unos bocadillos, estaba lleno de borrachos, ya era de madrugada. El bebénder comía silencioso, aún sin chamarra, hasta que dijo --- esos pinches weies de la parada, no les creo nada, no creo que hayan ligado con nadie – porqué no bebénder? – si porqué no wei?... porque tu eres bonito y ellos no? – o será porque eres cantador y ellos no? – jajajaja – jajajaja- pinches weies... váyanse a la verga.... – jajajaja---
Salimos de ahí, el bebénder aún sin frío, ya había parado la llovizna, trató de ligar con una españolita que venía subidita de copas pero que tampoco lo peló. Pobre cabrón, como lo frustraba eso.---“pos que chingue a su madre... pinche vieja”--- decía. Caminamos para hacia unos barcitos donde daban chupitos gratis, pero pedimos cañas, el mismo barcito donde tiempo después estaría fajando con Nieves.
Ya iba a amanecer, seguía haciendo frío, las luces navideñas iluminaban la puerta del sol, nos fuímos por unos churros con chocolate a la chocolatería San Ginés, el bebénder seguía sin frío.
Saturday, November 17, 2007
México en la era Blair
Friday, March 7
"Condi had told David overnight that Putin had been clear with Bush that they would veto thye second resolution. Also we still didn't have a clue whether Chile and Mexico would come over. The mood was gloomier than ever"
March '03: Putin veto threat
Sunday, March 9
"Jonathan and I continually emphasised we needed the second resolution. We had seven definite votes still, but Condi was less confident re Chile and Mexico. [Vicente] Fox [President of Mexico] was in a state of torture because it was such a big thing to stand up against the US"
March '03: Reviewing the UN options
Monday, March 10
" TB did a long call with Bush. There was something crazy and random about what was going on. It was pure accident of timing that suddenly made Chile and Mexico the focus of so much diplomacy, TB working on Lagos, Bush on Fox. TB said when this is over, we need to take a long hard look at the reality of how the UN works"
March '03: French sending mixed messages to Saddam
Wednesday, March 26
"A distorted view of the US was clouding everything - look at how much cynicism there was at their efforts in the Middle East. We had to break that down. Why had Mexico and Chile gone the other way?"
March '03: 'Shock and awe' not really happened
THE BLAIR YEARS
Extracts from the Alastair Campbell Diaries
"Condi had told David overnight that Putin had been clear with Bush that they would veto thye second resolution. Also we still didn't have a clue whether Chile and Mexico would come over. The mood was gloomier than ever"
March '03: Putin veto threat
Sunday, March 9
"Jonathan and I continually emphasised we needed the second resolution. We had seven definite votes still, but Condi was less confident re Chile and Mexico. [Vicente] Fox [President of Mexico] was in a state of torture because it was such a big thing to stand up against the US"
March '03: Reviewing the UN options
Monday, March 10
" TB did a long call with Bush. There was something crazy and random about what was going on. It was pure accident of timing that suddenly made Chile and Mexico the focus of so much diplomacy, TB working on Lagos, Bush on Fox. TB said when this is over, we need to take a long hard look at the reality of how the UN works"
March '03: French sending mixed messages to Saddam
Wednesday, March 26
"A distorted view of the US was clouding everything - look at how much cynicism there was at their efforts in the Middle East. We had to break that down. Why had Mexico and Chile gone the other way?"
March '03: 'Shock and awe' not really happened
THE BLAIR YEARS
Extracts from the Alastair Campbell Diaries
Thursday, November 15, 2007
Wednesday, November 14, 2007
No debo comprarme el iphone !
No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, porque es un ladrillote, no, porque la cámara es una mierda, no, porque hay otros más chiquitos que les caben más canciones, no, porque no me gusta O2, no, porque no en todos lados hay wifi, no porque me tendría que gastar 899 varos, no, porque no tiene radio FM, no, porque no lo necesito, si pero es que se ve padrísimo, si pero no, no, no, no, resiste, no, no, no, no, puto apple porque sacas estas mierdas, no, no, no, no, no, no, noooooo, que noooooooo, no, no, no, no, nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo... esperaré tranquilamente hasta que salga un mini iphone!!!
Tuesday, November 13, 2007
Momentos jocosos: Luigi y las aeromozas de KLM
La siguiente es una conversación que mantuve con Luigi. Es un cuate italiano de Sicilia que tiene un restaurante en Londres cerquisísima de Paddington. Creo que es necesaria postearla pa´la posteridá!
Hace muchos años cuando Luigi era joven e inexperto...
El bar del hotel recibió una llamada del cuarto 302 para que subieran dos botellas de Güisqui. A Luigi le tocaban estas labores, puesto que apenas iniciaba. Para que pudiera trabajar como barman faltarían muchos años.
Cabe mencionar que Luigi tiene un fuertísimo acento italiano, habla casi tipo padrino, una voz medio chillante, es chiquitito, tiene el cabello negro y bigotito cabroncito y siempre viste de traje.
Luigi subió al cuarto y tocó la puerta --- si? – room service – ah pasa --- Luigi entró al cuarto rápidamente y puso las botellas y vasos en una de las mesitas del cuarto --- cómo te llamas? – Luigi – italiano? – si, de Sicilia --- Eran dos mujeres, holandesas, llevaban uniformes de KLM, seguro eran aeromozas, rubias de ojos azules y altísimas --- quieres una copa? --- Luigi pensó que no tendría nada de malo tomarse una copita de Güisqui, además curraba demasiado --- si, gracias ---
Empezaron a platicar de la región de donde era Luigi y de los lugares que las mujeres habían visitado. Estarían en Londres esa noche y se irían a la mañana siguiente. Las copas fluyeron. Una de las aeromozas se metió al baño y cinco minutos después salió topless, osease en pelotas --- que calor hace! --- dijo.
Luigi me dijo... “ cuando ví a la mujer que salió del cuarto de baño en tetas, pensé que debía ser muy cuidadoso”, la otra mujer se empezó a desvestir y se quedó solamente usando bragas y sujetador
--- Tómate otra --- Le dijo una de las aeromozas a Luigui --- tú no tienes calor? ---
Luigi me comenta “conozco a las europeas del norte, ya había conocido a una en Sicilia, cuando era más joven, así que lo que hice fue, mirar mi reloj, acabarme el sorbito de güisqui que quedaba en mi vaso, puse el vaso en una mesita, me dirigí a la puerta, la abrí lentamente, salí al corredor, dije hasta luego, cerré la puerta lentamente y me eché para a correr hacia los elevadores de servicio”
Desconcertado, le pregunté a Luigui porqué se fue, en esa época él era soltero, y dejar dos mujeres semidesnudas en un cuarto de un hotel se me hace paradójico. Luigui me dijo “muchacho, no es como parece, esas mujeres del norte de Europa son unas salvajes, me hubieran hecho pedazos, yo hubiera sido la presa, no ellas!”.
Levanté mi vaso de vino y le dije a Luigui “a su salud!”
Hace muchos años cuando Luigi era joven e inexperto...
El bar del hotel recibió una llamada del cuarto 302 para que subieran dos botellas de Güisqui. A Luigi le tocaban estas labores, puesto que apenas iniciaba. Para que pudiera trabajar como barman faltarían muchos años.
Cabe mencionar que Luigi tiene un fuertísimo acento italiano, habla casi tipo padrino, una voz medio chillante, es chiquitito, tiene el cabello negro y bigotito cabroncito y siempre viste de traje.
Luigi subió al cuarto y tocó la puerta --- si? – room service – ah pasa --- Luigi entró al cuarto rápidamente y puso las botellas y vasos en una de las mesitas del cuarto --- cómo te llamas? – Luigi – italiano? – si, de Sicilia --- Eran dos mujeres, holandesas, llevaban uniformes de KLM, seguro eran aeromozas, rubias de ojos azules y altísimas --- quieres una copa? --- Luigi pensó que no tendría nada de malo tomarse una copita de Güisqui, además curraba demasiado --- si, gracias ---
Empezaron a platicar de la región de donde era Luigi y de los lugares que las mujeres habían visitado. Estarían en Londres esa noche y se irían a la mañana siguiente. Las copas fluyeron. Una de las aeromozas se metió al baño y cinco minutos después salió topless, osease en pelotas --- que calor hace! --- dijo.
Luigi me dijo... “ cuando ví a la mujer que salió del cuarto de baño en tetas, pensé que debía ser muy cuidadoso”, la otra mujer se empezó a desvestir y se quedó solamente usando bragas y sujetador
--- Tómate otra --- Le dijo una de las aeromozas a Luigui --- tú no tienes calor? ---
Luigi me comenta “conozco a las europeas del norte, ya había conocido a una en Sicilia, cuando era más joven, así que lo que hice fue, mirar mi reloj, acabarme el sorbito de güisqui que quedaba en mi vaso, puse el vaso en una mesita, me dirigí a la puerta, la abrí lentamente, salí al corredor, dije hasta luego, cerré la puerta lentamente y me eché para a correr hacia los elevadores de servicio”
Desconcertado, le pregunté a Luigui porqué se fue, en esa época él era soltero, y dejar dos mujeres semidesnudas en un cuarto de un hotel se me hace paradójico. Luigui me dijo “muchacho, no es como parece, esas mujeres del norte de Europa son unas salvajes, me hubieran hecho pedazos, yo hubiera sido la presa, no ellas!”.
Levanté mi vaso de vino y le dije a Luigui “a su salud!”
Friday, November 09, 2007
Momentos jocosos: Tony et Le Jacques
Tony le comenta a Le Jacques que tuvo lunch con Giscard la semana pasada y que le parece que Giscard había hecho un buen trabajo...
Le Jacques: Je t'ai dit que c'était le meilleur
Tony: Tu avais raison
Le Jacques: Comme d'habitude
Texto tomado de:
The Blair Years
Extracts from "The Alastair Campbell Diaries"
Feb 03: Chirac at his patronising worst
Le Jacques: Je t'ai dit que c'était le meilleur
Tony: Tu avais raison
Le Jacques: Comme d'habitude
Texto tomado de:
The Blair Years
Extracts from "The Alastair Campbell Diaries"
Feb 03: Chirac at his patronising worst
Thursday, November 08, 2007
Caldo de gallina para el corazón
Me dirigía a Pucallpa. Iba a ver a Dorotea. Trabajaba en una tienda de revelado de fotos. Ella era con la que estaba una vez en frente de la laguna de Yarinacocha fajando en la troca y la policía se nos apareció.
El trayecto a Pucallpa era muy largo y pesado, eran en promedio tres horas en una troca 4 x 4, eso siempre y cuando no había lluvias que no ocasionaran que el terreno estuviera fangoso o deslaves en la pista. Toda la carretera era de terracería. Había dos partes que se podían distinguir en la carretera, la parte donde era selva alta, llena de barrancos, cascadas y montañas... demasiadas curvas y la otra parte era cuando la selva era llana y todo el camino era recto. Manuel quien era el que normalmente conducía, llegó a hacer el trayecto en dos horas y media, en esa ocasión me moría de diarrea, así que le dije que le metiera a todo. Llegué una vez a igualar su record, pero casi me embarro.
Y es que manejar solo en una carretera de terracería de mierda y además peligrosa, puesto que los ronderos y los terrucos se te podían aparecer y para acabarla de chingar, sólo había una estación de radio (radio panamericana), estaba de mega güeva.
Cuando empezaba la parte llana de la selva , había un local donde vendían el mejor caldo de gallina que he probado, Manuel siempre pedía las menudencias, yo iba por la pierna y muslo. Después se encontraba un puesto de jugos, vendía de naranja, piña, maracuyá y coco. Era fresco, al momento, siempre pedía de maracuyá. Como el trayecto era recto, era la parte donde normalmente se aceleraba para recuperar el tiempo perdido en las curvas.
Algo que siempre notaba, era que los animales siempre cruzaban la carretera hechos la madre cuando sentían la troca venir, me imagino que era por las vibraciones en el suelo o algo así, llegué a pensar por un momento en que quizás preferían suicidarse. Lo más curioso es que los animales, llámense gallinas, pájaros, perros y hasta puercos, siempre cruzaban y llegaban al otro extremo antes de que pasara el vehículo. Entonces, nunca era necesario frenar.
Hasta que ese día que iba a ver a Dorotea, una de las tantas gallinas que cruzó el camino no fue tan rápida. Venía fácil a unas 90 millas por hora. Era la época seca, de pocas lluvias, entonces hacía polvadera detrás de la troca, de hecho disfrutaba rebasar a los coches y acelerar para levantarles más polvo. Era un día con muy pocas nubes, el sol quemaba mi piel y el olor de selva penetraba todo, tenía las ventanas hasta abajo y sintonizaba panamericana. Había mucha humedad, tenía la ropa pegada. Creo llevaba shorts. Ví a una gallina que intentaba cruzar el camino, pero lo hizo muy cerca de la troca, salió de la nada y en chinga y por supuesto que no frené, si lo hacía, seguro me embarraba adelante, sólo quité el pie del acelerador y sentí como las llantas delanteras del coche pasaban sobre algo, primero la izquierda, después la derecha.
Inmediatamente después ví por el espejo retrovisor una nube de plumas volando detrás de la troca, donde había quedado la gallina. Sólo veía las plumas flotando en el aire caliente y la polvareda. Puse el pie en el acelerador, no paré, pensé que alguien me la haría de a pedo por matar a su gallina.
El trayecto a Pucallpa era muy largo y pesado, eran en promedio tres horas en una troca 4 x 4, eso siempre y cuando no había lluvias que no ocasionaran que el terreno estuviera fangoso o deslaves en la pista. Toda la carretera era de terracería. Había dos partes que se podían distinguir en la carretera, la parte donde era selva alta, llena de barrancos, cascadas y montañas... demasiadas curvas y la otra parte era cuando la selva era llana y todo el camino era recto. Manuel quien era el que normalmente conducía, llegó a hacer el trayecto en dos horas y media, en esa ocasión me moría de diarrea, así que le dije que le metiera a todo. Llegué una vez a igualar su record, pero casi me embarro.
Y es que manejar solo en una carretera de terracería de mierda y además peligrosa, puesto que los ronderos y los terrucos se te podían aparecer y para acabarla de chingar, sólo había una estación de radio (radio panamericana), estaba de mega güeva.
Cuando empezaba la parte llana de la selva , había un local donde vendían el mejor caldo de gallina que he probado, Manuel siempre pedía las menudencias, yo iba por la pierna y muslo. Después se encontraba un puesto de jugos, vendía de naranja, piña, maracuyá y coco. Era fresco, al momento, siempre pedía de maracuyá. Como el trayecto era recto, era la parte donde normalmente se aceleraba para recuperar el tiempo perdido en las curvas.
Algo que siempre notaba, era que los animales siempre cruzaban la carretera hechos la madre cuando sentían la troca venir, me imagino que era por las vibraciones en el suelo o algo así, llegué a pensar por un momento en que quizás preferían suicidarse. Lo más curioso es que los animales, llámense gallinas, pájaros, perros y hasta puercos, siempre cruzaban y llegaban al otro extremo antes de que pasara el vehículo. Entonces, nunca era necesario frenar.
Hasta que ese día que iba a ver a Dorotea, una de las tantas gallinas que cruzó el camino no fue tan rápida. Venía fácil a unas 90 millas por hora. Era la época seca, de pocas lluvias, entonces hacía polvadera detrás de la troca, de hecho disfrutaba rebasar a los coches y acelerar para levantarles más polvo. Era un día con muy pocas nubes, el sol quemaba mi piel y el olor de selva penetraba todo, tenía las ventanas hasta abajo y sintonizaba panamericana. Había mucha humedad, tenía la ropa pegada. Creo llevaba shorts. Ví a una gallina que intentaba cruzar el camino, pero lo hizo muy cerca de la troca, salió de la nada y en chinga y por supuesto que no frené, si lo hacía, seguro me embarraba adelante, sólo quité el pie del acelerador y sentí como las llantas delanteras del coche pasaban sobre algo, primero la izquierda, después la derecha.
Inmediatamente después ví por el espejo retrovisor una nube de plumas volando detrás de la troca, donde había quedado la gallina. Sólo veía las plumas flotando en el aire caliente y la polvareda. Puse el pie en el acelerador, no paré, pensé que alguien me la haría de a pedo por matar a su gallina.
Thursday, November 01, 2007
Sobre tatuajes
A mi siempre me decía mi abuela que los presos eran los únicos que se tatuaban. Entonces siempre he asociado los tatuajes o tatus con el tipo de gente llámense: rateros, drogadictos, etc., osease gente del bajo mundo o más bien dicho scum. Hasta la fecha en México, en ciertos círculos, es mal visto a alguien tatuado.
La única vez que se me ocurrió ponerme tatuajes fué en una fiesta en la isla, me compré de esos que se pegan con agua y se quitan tallándolos. Me puse varios en los brazos y antebrazos, inclusive en el pescuezo y la neta si me veía malote. Cabe mencionar que en esa fiesta sólo levanté una vieja malota también.
He visto a algunas chicas con tatuajes y algunas de ellas me han llamado la atención, no estoy seguro que se ven sexies, más bien yo creo es el morbo de donde más tienen tatuajes, creo que algunas se ven cachorras.
Andaría con una chava que tuviera tatuajes?... después de mucho pensarlo (43 segundos) la respuesta sería que andar formalmente con una chava que tuviera tatuajes... no; andar con ella con ella en plan de desmadre... sí.
Lo sé, es muy prejuicioso, pero así soy, y una chava que trae tatuajes me da la impresión de facilota. El ejemplo más claro, es una chava que me gustaba y digo gustaba del tiempo pasado, en el gym, era la de las máquinas que empezaba con todo y acababa en licras y bra deportivo, muy guapa, del tipo mediterráneo, el otro día la veo y zópales... un tatu en la espalda. Decepcionante.
El otro punto, no a todo mundo le quedan los tatuajes... la neta hay que tener el cuerpo, a los gordos no les quedan, se ven como criminales fracasados. Luego, me voy a ver muy racista, pero creo que el color de la piel es importante. Creo que entre más blanca la tonalidad de la piel, el contraste del tatuaje es mejor. Esto lo digo, porque en el gym donde voy, el otro día ví a una chava de ascendencia asiática (ahí de por rumbo de la India), que tenía tatuajes por todas partes... pero no sé, se veía como si tuviera mugre y no se hubiera tallado.
Luego, a los negros o gente de color (éste término es más racista que negro), pero bueno el punto es que a algunos ni siquiera se les ve. Sólo se ve algo verde que me recuerda al sello que le ponen a los bisteces en México (que se distingue sobre el cuero o gordito)
Por cierto bistec viene de beef steak.
Porque la mamada de los tatuajes? A qué viene?... bueno es que me traumé el día de ayer. Mi mejor amiga, vive en Cancún, vivía en la Gran Tenochtitlán pero sus negocios la llevaron allá. El punto, es que hace como 3 años se hizo un tatuaje cerca del ombligo, era una pinche sirenota o algo así. Tiene el cuerpo puesto que es muy delgada y se la vive en el gym. Sólo lo ví por foto, la neta cuando la he visto no le digo que mueva la panza. Pero bueno, eso no me impresionó, bueno un poco, porque mi amiguita era rete pinche fresa, además bueno, un tatuaje en la panza no es tan fácil que se vea. Lo que traumó fue una foto que me mandó ayer de su última adquisición, tiene dos pinches tatuajes por arriba del pecho y por abajo del hombro, osea no sé como se llame esa área pero no están en las tetas, más bien por la clavícula. Neto que ahora sí se ve bien ñera. No sé, creo que es el peor lugar para una mujer para ponerse un tatuaje, claro a menos que quieras que se fijen en tus tetas todo el tiempo.
Y no, no soy conservador, aunque en éste país si votaré por los conservadores, porque David tiene más carisma que Gordon, ahora que si Tony aún estuviera, votaría por él, pero bueno, también es cagante que por los Laboristas haya un chingo de gente huevona buena para nada y que no trabaja, viviendo de a grapa, éste país de ricos debe ser gobernado por ricos.
Más no es lo mismo en México, siempre votaré por la izquierda allá, hay demasiada pobreza y se necesitan las medidas sociales.
La única vez que se me ocurrió ponerme tatuajes fué en una fiesta en la isla, me compré de esos que se pegan con agua y se quitan tallándolos. Me puse varios en los brazos y antebrazos, inclusive en el pescuezo y la neta si me veía malote. Cabe mencionar que en esa fiesta sólo levanté una vieja malota también.
He visto a algunas chicas con tatuajes y algunas de ellas me han llamado la atención, no estoy seguro que se ven sexies, más bien yo creo es el morbo de donde más tienen tatuajes, creo que algunas se ven cachorras.
Andaría con una chava que tuviera tatuajes?... después de mucho pensarlo (43 segundos) la respuesta sería que andar formalmente con una chava que tuviera tatuajes... no; andar con ella con ella en plan de desmadre... sí.
Lo sé, es muy prejuicioso, pero así soy, y una chava que trae tatuajes me da la impresión de facilota. El ejemplo más claro, es una chava que me gustaba y digo gustaba del tiempo pasado, en el gym, era la de las máquinas que empezaba con todo y acababa en licras y bra deportivo, muy guapa, del tipo mediterráneo, el otro día la veo y zópales... un tatu en la espalda. Decepcionante.
El otro punto, no a todo mundo le quedan los tatuajes... la neta hay que tener el cuerpo, a los gordos no les quedan, se ven como criminales fracasados. Luego, me voy a ver muy racista, pero creo que el color de la piel es importante. Creo que entre más blanca la tonalidad de la piel, el contraste del tatuaje es mejor. Esto lo digo, porque en el gym donde voy, el otro día ví a una chava de ascendencia asiática (ahí de por rumbo de la India), que tenía tatuajes por todas partes... pero no sé, se veía como si tuviera mugre y no se hubiera tallado.
Luego, a los negros o gente de color (éste término es más racista que negro), pero bueno el punto es que a algunos ni siquiera se les ve. Sólo se ve algo verde que me recuerda al sello que le ponen a los bisteces en México (que se distingue sobre el cuero o gordito)
Por cierto bistec viene de beef steak.
Porque la mamada de los tatuajes? A qué viene?... bueno es que me traumé el día de ayer. Mi mejor amiga, vive en Cancún, vivía en la Gran Tenochtitlán pero sus negocios la llevaron allá. El punto, es que hace como 3 años se hizo un tatuaje cerca del ombligo, era una pinche sirenota o algo así. Tiene el cuerpo puesto que es muy delgada y se la vive en el gym. Sólo lo ví por foto, la neta cuando la he visto no le digo que mueva la panza. Pero bueno, eso no me impresionó, bueno un poco, porque mi amiguita era rete pinche fresa, además bueno, un tatuaje en la panza no es tan fácil que se vea. Lo que traumó fue una foto que me mandó ayer de su última adquisición, tiene dos pinches tatuajes por arriba del pecho y por abajo del hombro, osea no sé como se llame esa área pero no están en las tetas, más bien por la clavícula. Neto que ahora sí se ve bien ñera. No sé, creo que es el peor lugar para una mujer para ponerse un tatuaje, claro a menos que quieras que se fijen en tus tetas todo el tiempo.
Y no, no soy conservador, aunque en éste país si votaré por los conservadores, porque David tiene más carisma que Gordon, ahora que si Tony aún estuviera, votaría por él, pero bueno, también es cagante que por los Laboristas haya un chingo de gente huevona buena para nada y que no trabaja, viviendo de a grapa, éste país de ricos debe ser gobernado por ricos.
Más no es lo mismo en México, siempre votaré por la izquierda allá, hay demasiada pobreza y se necesitan las medidas sociales.
Sunday, October 28, 2007
Hoy por la mañana
Hoy cuatro a.m. (cinco a.m. del horario anterior)
Hace frío. Toco el timbre y nadie sale. A los dos minutos sale gente y entro, en ese casi mismo instante sale el portero. Subo las escaleras hacia la recepción y me dirijo a los elevadores. En el bar veo a dos mujeres platicando, intercambiamos miradas. Llego a los elevadores y tres mujeres. Creo están pedas. O quizás estén drogas.
--- Oye mi teléfono no sirve y le quiero llamar a mi mamá, tu sabes como arreglarlo? --- No esperaba tanto movimiento a ésta hora. La chica tenía en su mano un teléfono, no celular, de los normales, al mismo tiempo otras dos chicas se reían ---- si me lo arreglas? - seguro! --- Una de las chicas esta presionando el botón para que el elevador no se vaya --- suben? --- más risas. Entro al elevador, son tres, la del teléfono es rubia, tiene el pelo rizado, las otras dos de cabello obscuro. Soy más alto que ellas. Algo curioso, están en brasier. La rubia tiene un brasier azul, una de las de cabello obscuro tiene un brasier rosa y tiene pecas, la otra no me acuerdo del color pero tenía pintado algo en el pecho, con plumón, no era tatuaje, trato de no fijarme en las tetas, me estaba jeteando pero el flujo de adrenalina me despierta. Aprieto el número tres en el tablero del ascensor, una de ellas había apretado el número cinco ---
--- No sabes que problema tenga mi teléfono... - mmm no sé, me parece como que le falta algo --- risas, la rubia del brasier azul sigue hablando, están chavas, tendrán 21 o 22 quizás menos. Están delgadísimas, me pregunto si serán modelos. Sigo tratando de no mirarle las tetas.--- como lo arreglo? - mmm no sé, conéctalo y aprieta el botón rojo - no tiene botón rojo --- las otras dos no paraban de reír, la rubia hablaba con un acento fresa, el elevador llegó al piso tres --- bueno, yo me bajo aquí, hasta luego chicas --- te bajas?, no me vas a ayudar a conectarlo?, es a dos pisos de aquí, en el piso cinco, no vienes?---
Hoy diez a.m. (once a.m. del horario anterior)
Hace frío. Toco el timbre y nadie sale. A los dos minutos sale gente y entro, en ese casi mismo instante sale el portero. Subo las escaleras hacia la recepción y me dirijo a los elevadores. En el bar veo a dos mujeres platicando, intercambiamos miradas. Llego a los elevadores y tres mujeres. Creo están pedas. O quizás estén drogas.
--- Oye mi teléfono no sirve y le quiero llamar a mi mamá, tu sabes como arreglarlo? --- No esperaba tanto movimiento a ésta hora. La chica tenía en su mano un teléfono, no celular, de los normales, al mismo tiempo otras dos chicas se reían ---- si me lo arreglas? - seguro! --- Una de las chicas esta presionando el botón para que el elevador no se vaya --- suben? --- más risas. Entro al elevador, son tres, la del teléfono es rubia, tiene el pelo rizado, las otras dos de cabello obscuro. Soy más alto que ellas. Algo curioso, están en brasier. La rubia tiene un brasier azul, una de las de cabello obscuro tiene un brasier rosa y tiene pecas, la otra no me acuerdo del color pero tenía pintado algo en el pecho, con plumón, no era tatuaje, trato de no fijarme en las tetas, me estaba jeteando pero el flujo de adrenalina me despierta. Aprieto el número tres en el tablero del ascensor, una de ellas había apretado el número cinco ---
--- No sabes que problema tenga mi teléfono... - mmm no sé, me parece como que le falta algo --- risas, la rubia del brasier azul sigue hablando, están chavas, tendrán 21 o 22 quizás menos. Están delgadísimas, me pregunto si serán modelos. Sigo tratando de no mirarle las tetas.--- como lo arreglo? - mmm no sé, conéctalo y aprieta el botón rojo - no tiene botón rojo --- las otras dos no paraban de reír, la rubia hablaba con un acento fresa, el elevador llegó al piso tres --- bueno, yo me bajo aquí, hasta luego chicas --- te bajas?, no me vas a ayudar a conectarlo?, es a dos pisos de aquí, en el piso cinco, no vienes?---
Hoy diez a.m. (once a.m. del horario anterior)
Monday, October 22, 2007
Divagaciones Vol. 7
Antes de que se me olvide, ya que es digno de mencionar, probé la mejor comida que he tenido desde que llegué a la isla, no sé si sería el efecto que me tomé una copita de vino blanco o unas sardinas portuguesas asadas que me tiré de entrada, pero no podía creer que después de cinco años degustaba de algo que hasta me fui pa’tras: Chargrilled tuna steak with Nicose salad ¡! Lo mejor es la ensalada, otro pedo... y eso que no soy mucho que me gusten las cosas verdes que digamos. Voy a tratar de recrear la ensalada
Por lo tanto se alarga la lista: cosas que podría comer todos los días en el extranjero por carecer de comida mexicana:
1) Sushi
2) Nicose Salad
El otro asunto: ALANA. Le llamé. Me siento rarísimo. Hice cuentas después de que Alana mencionó el tiempo en que no nos habíamos hablado, osea escuchado nuestras voces, ni mucho menos nos hemos visto desde hace 8 años. Creo estaba en su casa pero la pinche línea era una mierda. Se acuerda de mi cumpleaños, se me ocurrió preguntarle si se acordaba mucho de mi, me respondió que claro que sí, que como se podía olvidar y le respondí que yo igual. Me recriminó no escribirle seguido y me preguntó que cuando iba a verla. Creo no debí haberla llamado, no sé, estoy desenterrando viejos recuerdos y encendiendo las cenizas, que me están jodiendo. Creo que debe tener como 22.
Este bló que lo estaba usando como una herramienta catárquica, se está volviendo lo contrario, la idea era liberarme de la uruguaya, cuando uno va al loquero le cuenta todo no? y así salen todos los males no? pues el fin era el mismo, no ha servido de mucho porque a la uruguaya en lugar de sacármela la tengo más enterrada y ahora además han surgido más fantasmas que pensaba estaban en lo más profundo de mis recuerdos. Mierda.
Me quiere dar gripe, me siento con la sensación esa mierda que da en la nariz al principio, me duele la parte frontal de mi cabeza y me está empezando a escurrir el moco. Le dije a Natalie que si defa me iba a comprar vitamina C, me dijo que ya para que vitamina C, le dije que entons me trajera la vitamina C y unas cápsulas antigripales.
Lo que me lleva a que quizás no pueda ir al gimnasio hoy por el virus, a ver, depende de cómo me sienta más tarde.
He visitado gimnasios en tres regiones diferentes de la isla, luego entonces puedo concluir que:
- las weritas más mamadas (y por consiguiente sabrosas) se encuentran en las east midlands
- las weritas más bonitas (de cara) se encuentran en Londres
- las weritas más gorditas (llenitas) se encuentran en Cymru
Un día de éstos le tomo una foto a la Natalie y la publico en el bló, al fin que ya sé como quitar el molesto sonido “click” que surge cada vez que apachurro el botón
Ví London to Brighton, está buena, bien pinche rough, neto que me pone a pensar que como es possible que en Londres haya lugares y gente tan mierda, digo siendo un país del primer mundo...
Lo que me lleva a que México no está tan mal, el pedo es la mala administración de los gobiernos, el pedo a futuro es que no va a haber gente calificada en el futuro, todo mundo se está pelando.
De mi grupo de cuates de la uni, del famoso y aclamado drink team, 4 estamos en extranjia, 3 en los iunaites y su servilleta en uruapan. De los que se quedaron, uno su jefe tiene una empresa y el wei se hizo cargo, el otro wei es rico, no necesita trabajar.
Y conozco más weies, que también le han llegado de México. Osea que pedo?
Y luego para acabarla de amolar, leí que en México quedan reservas petroleras para nueve años y medio (si se sigue el mismo ritmo de producción), el artículo señala que después de ese tiempo, México pasará de ser del noveno productor de petróleo a un simple importador. No se menciona con que varo se va a comprar el petróleo. Si bien recuerdo, los ingresos principales de México son 1) remesas de los paisas, 2) turismo, 3) petróleo. Entons, en 10 años ya no vamos a tener varo del petróleo, pa´comprar más petróleo y lo podremos comprar gracias a las remesas y al turismo. En 20 años, es muy probable que los hijos de los mexicanos que viven en extranjía, ya no se sientan mexicanos y además no tengan a nadie a quien mandar varo a México, puesto que los de la primera generación o ya están muertos o ya simplemente no tienen nada que ver. Entonces quitémonos de la cabecita que tenemos disponible ese varo. Luego el turismo va en picada gracias a los panistas que sólo apoyan a un grupo de narcos, entons mucha gente no le gusta el turismo de aventura, ese de que a lo mejor me secuestran o me toca una bala perdida, o me avientan una cabeza pambolera a mi plato de pozole y agrégale toda esa mamada del cambio climático, que si es neto, pos no tendremos playas, más que las de la ola en la tercera sección de chapultepec. Ya para no hacer el cuento largo, lo que quiero decir es que no va a haber varo para comprar petróleo, y sin petróleo nos va a cargar el payaso.
Ja, y eso que todavía no me meto el panadol que si no...
Por lo tanto se alarga la lista: cosas que podría comer todos los días en el extranjero por carecer de comida mexicana:
1) Sushi
2) Nicose Salad
El otro asunto: ALANA. Le llamé. Me siento rarísimo. Hice cuentas después de que Alana mencionó el tiempo en que no nos habíamos hablado, osea escuchado nuestras voces, ni mucho menos nos hemos visto desde hace 8 años. Creo estaba en su casa pero la pinche línea era una mierda. Se acuerda de mi cumpleaños, se me ocurrió preguntarle si se acordaba mucho de mi, me respondió que claro que sí, que como se podía olvidar y le respondí que yo igual. Me recriminó no escribirle seguido y me preguntó que cuando iba a verla. Creo no debí haberla llamado, no sé, estoy desenterrando viejos recuerdos y encendiendo las cenizas, que me están jodiendo. Creo que debe tener como 22.
Este bló que lo estaba usando como una herramienta catárquica, se está volviendo lo contrario, la idea era liberarme de la uruguaya, cuando uno va al loquero le cuenta todo no? y así salen todos los males no? pues el fin era el mismo, no ha servido de mucho porque a la uruguaya en lugar de sacármela la tengo más enterrada y ahora además han surgido más fantasmas que pensaba estaban en lo más profundo de mis recuerdos. Mierda.
Me quiere dar gripe, me siento con la sensación esa mierda que da en la nariz al principio, me duele la parte frontal de mi cabeza y me está empezando a escurrir el moco. Le dije a Natalie que si defa me iba a comprar vitamina C, me dijo que ya para que vitamina C, le dije que entons me trajera la vitamina C y unas cápsulas antigripales.
Lo que me lleva a que quizás no pueda ir al gimnasio hoy por el virus, a ver, depende de cómo me sienta más tarde.
He visitado gimnasios en tres regiones diferentes de la isla, luego entonces puedo concluir que:
- las weritas más mamadas (y por consiguiente sabrosas) se encuentran en las east midlands
- las weritas más bonitas (de cara) se encuentran en Londres
- las weritas más gorditas (llenitas) se encuentran en Cymru
Un día de éstos le tomo una foto a la Natalie y la publico en el bló, al fin que ya sé como quitar el molesto sonido “click” que surge cada vez que apachurro el botón
Ví London to Brighton, está buena, bien pinche rough, neto que me pone a pensar que como es possible que en Londres haya lugares y gente tan mierda, digo siendo un país del primer mundo...
Lo que me lleva a que México no está tan mal, el pedo es la mala administración de los gobiernos, el pedo a futuro es que no va a haber gente calificada en el futuro, todo mundo se está pelando.
De mi grupo de cuates de la uni, del famoso y aclamado drink team, 4 estamos en extranjia, 3 en los iunaites y su servilleta en uruapan. De los que se quedaron, uno su jefe tiene una empresa y el wei se hizo cargo, el otro wei es rico, no necesita trabajar.
Y conozco más weies, que también le han llegado de México. Osea que pedo?
Y luego para acabarla de amolar, leí que en México quedan reservas petroleras para nueve años y medio (si se sigue el mismo ritmo de producción), el artículo señala que después de ese tiempo, México pasará de ser del noveno productor de petróleo a un simple importador. No se menciona con que varo se va a comprar el petróleo. Si bien recuerdo, los ingresos principales de México son 1) remesas de los paisas, 2) turismo, 3) petróleo. Entons, en 10 años ya no vamos a tener varo del petróleo, pa´comprar más petróleo y lo podremos comprar gracias a las remesas y al turismo. En 20 años, es muy probable que los hijos de los mexicanos que viven en extranjía, ya no se sientan mexicanos y además no tengan a nadie a quien mandar varo a México, puesto que los de la primera generación o ya están muertos o ya simplemente no tienen nada que ver. Entonces quitémonos de la cabecita que tenemos disponible ese varo. Luego el turismo va en picada gracias a los panistas que sólo apoyan a un grupo de narcos, entons mucha gente no le gusta el turismo de aventura, ese de que a lo mejor me secuestran o me toca una bala perdida, o me avientan una cabeza pambolera a mi plato de pozole y agrégale toda esa mamada del cambio climático, que si es neto, pos no tendremos playas, más que las de la ola en la tercera sección de chapultepec. Ya para no hacer el cuento largo, lo que quiero decir es que no va a haber varo para comprar petróleo, y sin petróleo nos va a cargar el payaso.
Ja, y eso que todavía no me meto el panadol que si no...
Sunday, October 21, 2007
Wednesday, October 17, 2007
Intermedio 2 de la Triste historia del Niño Bonito
Caminamos y caminamos y no encontrábamos algún local abierto para miar. Había un mar de gente en la calle, era madrugada y se sentía el frío. La luna iluminaba al pueblo. Tanto haber consumido alcohol y luego ese friíto ocasionaban que mi vejiga quisiera explotar. Y no era el único
Abuelo: no manchen weies, ya me anda de miar
El Mike: pus vámonos a un antro
Caníbal: si wei, pero el pedo que hay que pagar pinche cover
Panta: estoy de acuerdo con la idea del antro, está recio el frío
El Mike: y seguro hay viejas buenotas...
Abuelo: saben que!, yo ya no aguanto...
Panta: yo menos
Caníbal: pues vamos a buscar un lugar para descargar
Seguimos caminando y en una de las calles laterales, alejadas del circuito del alcohol, nos metimos. Eran angostitas las calles, habían pocos coches estacionados y no se veía ni un alma, el problema era que las calles estaban re bien iluminadas.
Abuelo: ahí wei...
El abuelo señaló un portal abierto que se veía obscuro y se metió corriendo
El Mike: pinche abuelo te pasas de verga
Panta: shhhh
Caníbal: shhhh
El caníbal y yo seguimos tras del abuelo.
Panta: wei... wei... donde estás?
Abuelo: acá wei...
Fuímos hacia donde estaba el abuelo y empezamos a miar. Estaba totalmente obscuro
Caníbal: no manches pinche abuelo, me estás salpicando
El Mike: que pedooo!! Pinches borrachoooos!!
Caníbal: cállate pendejo
Panta: pinche Mike callate el hocico
El Mike: pos a mi también me entraron ya las ganas...
Después de un buen rato de andar descargando el alcohol...
Abuelo: no manchen weies, creo que estamos en un edificio!
Panta: no mames
Caníbal: no se ve ni madres wei, como sabes?
El abuelo, que era fumador, saca su encendedor y lo enciende, claramente iluminando una puerta que estaba frente de nosotros
Caníbal: no seas cabrón pinche abuelo, estamos orinando una pinche puerta
Efectivamente, era un pasillo y había tres puertas de lo que al parecer eran tres departamentos
Panta: ups!
El Mike: jajajaja jajajaja
El abuelo, el caníbal y yo salimos hechos la madre, corriendo hacia la calle principal
El Abuelo: y el pinche Mike?
Todos: jajajajajaja
Panta: que cagado!!
Caníbal: pobre cabrón del que vive ahí
El Mike salió caminando muy tranquilamente, mentando madres, era el más pedo
El Mike: que pinches putos se vieron corriendo... jajaja....pos vámonos al antro ya no?
Caníbal: ya pa qué?... ya no precisamos del baño
Panta: vamos a seguirla otro rato en la calle
Caníbal: va!
Abuelo: va otro ratón, pero después nos vamos al antro, me estoy jeteando
Panta: no mames wei, con razón te dicen Abuelo...
El Mike: vamos a buscar al pinche niño bonito para joderlo
Todos: va jajaja
Abuelo: no manchen weies, ya me anda de miar
El Mike: pus vámonos a un antro
Caníbal: si wei, pero el pedo que hay que pagar pinche cover
Panta: estoy de acuerdo con la idea del antro, está recio el frío
El Mike: y seguro hay viejas buenotas...
Abuelo: saben que!, yo ya no aguanto...
Panta: yo menos
Caníbal: pues vamos a buscar un lugar para descargar
Seguimos caminando y en una de las calles laterales, alejadas del circuito del alcohol, nos metimos. Eran angostitas las calles, habían pocos coches estacionados y no se veía ni un alma, el problema era que las calles estaban re bien iluminadas.
Abuelo: ahí wei...
El abuelo señaló un portal abierto que se veía obscuro y se metió corriendo
El Mike: pinche abuelo te pasas de verga
Panta: shhhh
Caníbal: shhhh
El caníbal y yo seguimos tras del abuelo.
Panta: wei... wei... donde estás?
Abuelo: acá wei...
Fuímos hacia donde estaba el abuelo y empezamos a miar. Estaba totalmente obscuro
Caníbal: no manches pinche abuelo, me estás salpicando
El Mike: que pedooo!! Pinches borrachoooos!!
Caníbal: cállate pendejo
Panta: pinche Mike callate el hocico
El Mike: pos a mi también me entraron ya las ganas...
Después de un buen rato de andar descargando el alcohol...
Abuelo: no manchen weies, creo que estamos en un edificio!
Panta: no mames
Caníbal: no se ve ni madres wei, como sabes?
El abuelo, que era fumador, saca su encendedor y lo enciende, claramente iluminando una puerta que estaba frente de nosotros
Caníbal: no seas cabrón pinche abuelo, estamos orinando una pinche puerta
Efectivamente, era un pasillo y había tres puertas de lo que al parecer eran tres departamentos
Panta: ups!
El Mike: jajajaja jajajaja
El abuelo, el caníbal y yo salimos hechos la madre, corriendo hacia la calle principal
El Abuelo: y el pinche Mike?
Todos: jajajajajaja
Panta: que cagado!!
Caníbal: pobre cabrón del que vive ahí
El Mike salió caminando muy tranquilamente, mentando madres, era el más pedo
El Mike: que pinches putos se vieron corriendo... jajaja....pos vámonos al antro ya no?
Caníbal: ya pa qué?... ya no precisamos del baño
Panta: vamos a seguirla otro rato en la calle
Caníbal: va!
Abuelo: va otro ratón, pero después nos vamos al antro, me estoy jeteando
Panta: no mames wei, con razón te dicen Abuelo...
El Mike: vamos a buscar al pinche niño bonito para joderlo
Todos: va jajaja
Tuesday, October 16, 2007
Divagaciones Vol. 6
No sé que me picó, pero me ha dado por escribir a algunas féminas que ya estaban fuera de mi vida.
Primero fué a Emilie, quién no ha respondido, su jefa una francesita y su jefe un mexicano, una pena porque era una guarra en la cama. No me molestaría re-acostarme con ella.
Después fué a Fanny. Le moví el tapete muchas veces, y nadamás la alboroté. Una vez me invitó a su habitación cuando fué de visita a la Gran Tenochtitlán y le dije que no y luego le ando escribiendo firmando con abrazos, besos y que la quiero mucho.
Después Nieves, que me contestó y me escribió: “y ese milagro después de tantos años, a que se debe?” Neto que si son varios años ,me paso de pendejo. Dice que vive en Madrid, con un novio, un wei que se acaba de divorciar y su hija está en Perú con su papá. No sé si seguirle escribiendo.
Luego recibí un e-mail de Alana, desde la última vez que la ví tenemos temporadas en que nos escribimos para saludarnos, muy esporádicas, pero ahora me mandó su número de celular “pa´lo que se me ofrezca”. Igual y le llamo, la neta no sé. Sé que no va a pasar nada y además se me hace mala onda estar calentando el sartén y después no freír los huevos. Alana tiene una niña, que puedo asegurar no es mía, es de un wei que vive por temporadas con ella.
No sé que gano escribiéndoles (bueno, quizás una cogida, que no fué la intención, más que con Emilie). Lo más cagado que ya no me acordaba en muchos casos como terminé con algunas. En fin, quizás siga revisando mis antiguos emails y siga mandando mensajitos, como si nada hubiera pasado. No debería estar jugando con las cenizas. Quizás termine escribiéndole a la uruguaya, aunque con ella aún siento curusturuscus en el estómago.
Fui a Paris por la chamba, según yo, llegaría, me iría al hotel y después me daría un rol. Y tu nieve de limón?... no me dio tiempo, fuí literalmente a una pinche junta a Paris, llegué, ví un chingomadral de gente, tomé un taxi y me fuí al hotel. El pinche hotel estaba chido, pero estaba hasta casa de la chingada, no había ninguna estación de metro o tren cerca, había que tomar un bus o algo así y si hablo francés no?
El taxi de Gare du Nord al hotel costó 25 varos.
Mi francés hace 9 años era mejor que mi inglés, tan cabrón que pedía malteadas de fresa en los Macdonalds, pero esta vez llegué y nada, no podía entenderlo, lo escrito sin problemas, pero cuando lo hablaban me quedaba de a seis. Aunque al siguiente día por la tarde, ya me atrevía a decir algunas frases, como que me empezaba a fluir no sé de donde... pero ya era demasiado tarde, regresaba a la isla!! Merde!!!
El Eurostar, o el euroestrella como le dirían en Hispania, pinche tren mierda. Como nunca me había subido al dichoso trenecito, pues opté por él en lugar del avión. Pero está de huevísima tarda más de dos horas, va rápido sólo en un pedacito en la isla (antes de entrar al tunel) y un buen trayecto en territorio Galo. Está más chido el ave.
El tiempo que tarda el trenecito en cruzar en canal de la mancha, esto es, cuando pasa por el tunel es 23-25 minutos
Que guapas son las francesas, aunque también hay muy buena vieja de países africanos.
La próxima vez que vaya a Paris, iré a turistear por el metro Blanche.
La comida francesa... como las francesitas, pa´chuparse los dedos.
Fuí a la boda de Wing-yee-chang y Andrew. Fue en una iglesia anglicana y no sé porque, puesto que el es católico del opus, así como “Chente fucks you” y ella es budista. La boda aburrida. La fiesta dos tres.
La comida: las entradas eran canapés y chingaderitas, estaban chidas, me atasqué de varios de salmón y cangrejo, la cena una mierda, era chingaderas vegetarianas, todo mundo se quejó, no faltó quien dijo que después de la party se irían a Burger King.
El lugar, muy chido, un palacete, según ahí nació Winston el cara de perro, le ha de haber costado un huevo y la mitad del otro al Andrew, quizás por eso no les alcanzó para la carne.
La música, dos bandas, una de jazz muy chida en los jardines y una de rock en la noche, también muy chida lira. De la música de la iglesia no hablo, porque siempre es lo mismo, además me estaba jeteando
Lo bueno fue que me comí un pai de puerco de una carnicería, después de la ceremonia religiosa y antes de la recepción y me mató el hambre en la pinche fiesta, de otra manera hubiera ido a Burger King.
Estuvieron presentes Chuqui y Chin-gon, dos pinches chinos que creo nacieron en Holanda, y se nos pegaron todo el pinche tiempo, iban solos los weies. Pinches weies tan pegajosos.
El día está horrible hoy, está lloviendo, que raro!
El lunch de hoy: un rollo de jamón y queso del Lundis y 3 manzanas del Lundis, Natalie sale a la hora del lunch a comprarlos.
Como es cagante cuando el IT department hace cosas como upgrades en tu computadora, siempre sale mal y tiene uno que terminar llamándolos, son buen pedo, pero pinches nerdos, me dan güeva.
He visto algunos anuncios que te pagan dinero cada vez que la gente ve tu bló, la neta no sé cuanto les pague, pero es ultra cagante que llegues a un bló y aparezcan mil ventanitas vendiendo no sé que madres. Cuánto pueden pagar? No creo que se hagan ricos o si?
Hace un chingo que no veo a la italiana del Starbucks, ya cuando la iba a invitar a coger, perdón, quise decir a salir. Llegó una werota en su lugar y digo werota porque está bien grandota.
Primero fué a Emilie, quién no ha respondido, su jefa una francesita y su jefe un mexicano, una pena porque era una guarra en la cama. No me molestaría re-acostarme con ella.
Después fué a Fanny. Le moví el tapete muchas veces, y nadamás la alboroté. Una vez me invitó a su habitación cuando fué de visita a la Gran Tenochtitlán y le dije que no y luego le ando escribiendo firmando con abrazos, besos y que la quiero mucho.
Después Nieves, que me contestó y me escribió: “y ese milagro después de tantos años, a que se debe?” Neto que si son varios años ,me paso de pendejo. Dice que vive en Madrid, con un novio, un wei que se acaba de divorciar y su hija está en Perú con su papá. No sé si seguirle escribiendo.
Luego recibí un e-mail de Alana, desde la última vez que la ví tenemos temporadas en que nos escribimos para saludarnos, muy esporádicas, pero ahora me mandó su número de celular “pa´lo que se me ofrezca”. Igual y le llamo, la neta no sé. Sé que no va a pasar nada y además se me hace mala onda estar calentando el sartén y después no freír los huevos. Alana tiene una niña, que puedo asegurar no es mía, es de un wei que vive por temporadas con ella.
No sé que gano escribiéndoles (bueno, quizás una cogida, que no fué la intención, más que con Emilie). Lo más cagado que ya no me acordaba en muchos casos como terminé con algunas. En fin, quizás siga revisando mis antiguos emails y siga mandando mensajitos, como si nada hubiera pasado. No debería estar jugando con las cenizas. Quizás termine escribiéndole a la uruguaya, aunque con ella aún siento curusturuscus en el estómago.
Fui a Paris por la chamba, según yo, llegaría, me iría al hotel y después me daría un rol. Y tu nieve de limón?... no me dio tiempo, fuí literalmente a una pinche junta a Paris, llegué, ví un chingomadral de gente, tomé un taxi y me fuí al hotel. El pinche hotel estaba chido, pero estaba hasta casa de la chingada, no había ninguna estación de metro o tren cerca, había que tomar un bus o algo así y si hablo francés no?
El taxi de Gare du Nord al hotel costó 25 varos.
Mi francés hace 9 años era mejor que mi inglés, tan cabrón que pedía malteadas de fresa en los Macdonalds, pero esta vez llegué y nada, no podía entenderlo, lo escrito sin problemas, pero cuando lo hablaban me quedaba de a seis. Aunque al siguiente día por la tarde, ya me atrevía a decir algunas frases, como que me empezaba a fluir no sé de donde... pero ya era demasiado tarde, regresaba a la isla!! Merde!!!
El Eurostar, o el euroestrella como le dirían en Hispania, pinche tren mierda. Como nunca me había subido al dichoso trenecito, pues opté por él en lugar del avión. Pero está de huevísima tarda más de dos horas, va rápido sólo en un pedacito en la isla (antes de entrar al tunel) y un buen trayecto en territorio Galo. Está más chido el ave.
El tiempo que tarda el trenecito en cruzar en canal de la mancha, esto es, cuando pasa por el tunel es 23-25 minutos
Que guapas son las francesas, aunque también hay muy buena vieja de países africanos.
La próxima vez que vaya a Paris, iré a turistear por el metro Blanche.
La comida francesa... como las francesitas, pa´chuparse los dedos.
Fuí a la boda de Wing-yee-chang y Andrew. Fue en una iglesia anglicana y no sé porque, puesto que el es católico del opus, así como “Chente fucks you” y ella es budista. La boda aburrida. La fiesta dos tres.
La comida: las entradas eran canapés y chingaderitas, estaban chidas, me atasqué de varios de salmón y cangrejo, la cena una mierda, era chingaderas vegetarianas, todo mundo se quejó, no faltó quien dijo que después de la party se irían a Burger King.
El lugar, muy chido, un palacete, según ahí nació Winston el cara de perro, le ha de haber costado un huevo y la mitad del otro al Andrew, quizás por eso no les alcanzó para la carne.
La música, dos bandas, una de jazz muy chida en los jardines y una de rock en la noche, también muy chida lira. De la música de la iglesia no hablo, porque siempre es lo mismo, además me estaba jeteando
Lo bueno fue que me comí un pai de puerco de una carnicería, después de la ceremonia religiosa y antes de la recepción y me mató el hambre en la pinche fiesta, de otra manera hubiera ido a Burger King.
Estuvieron presentes Chuqui y Chin-gon, dos pinches chinos que creo nacieron en Holanda, y se nos pegaron todo el pinche tiempo, iban solos los weies. Pinches weies tan pegajosos.
El día está horrible hoy, está lloviendo, que raro!
El lunch de hoy: un rollo de jamón y queso del Lundis y 3 manzanas del Lundis, Natalie sale a la hora del lunch a comprarlos.
Como es cagante cuando el IT department hace cosas como upgrades en tu computadora, siempre sale mal y tiene uno que terminar llamándolos, son buen pedo, pero pinches nerdos, me dan güeva.
He visto algunos anuncios que te pagan dinero cada vez que la gente ve tu bló, la neta no sé cuanto les pague, pero es ultra cagante que llegues a un bló y aparezcan mil ventanitas vendiendo no sé que madres. Cuánto pueden pagar? No creo que se hagan ricos o si?
Hace un chingo que no veo a la italiana del Starbucks, ya cuando la iba a invitar a coger, perdón, quise decir a salir. Llegó una werota en su lugar y digo werota porque está bien grandota.
Sunday, October 14, 2007
Thursday, October 04, 2007
Monday, October 01, 2007
Las veces que he chocado
Lechería, Edo de Mex
Manejaba a Tourette e iba con Filiberto, un inge que había estudiado en el borreguero. Salía del estacionamiento de la compañía de donde hacía mis prácticas. Ese día Filiberto no llevaba coche y me pidió darle un rai. Como nota al margen cabe mencionar que yo creo Filiberto pertenecía a algún movimiento swinger, sus ideas las veía demasiado liberales, una vez me platicó que no tenía nada de malo prestar a su esposa siempre y cuando ella quisiera. Nunca conocí a la esposa. Como otra nota al margen, también durante ésta época, había una chica que se llamaba Silvia y también hacía sus prácticas. Estudiaba para ser técnico. Era de por un pueblito cerca de Tula. Después de un rato me empezó a later, no sé porque, no era bonita y no estaba buena, pero era muy buen pedo. Vestía medio machorra. Fin de las notas al margen de lechería. En fin, salía del parking hacia la lateral de periférico y había un tráfico de la chingada, era viernes, iría a comer a la casa y después me iría al cole. Veo a un camión de carga como a 10 metros, dudo por un momento en avanzar --- ahí cabes, ahí la libras! --- dijo Filiberto --- tu crees? --- dije yo. Me aviento, y el pinche camión de carga en lugar de frenar, aceleró el hijo de puta, no le importo darme un madrazo y romperme la salpicadura delantera del lado izquiero --- verga! --- hijo de su chingada --- Filiberto se bajó y quería romperle la madre al camionero. Eran dos. Me quedé en el coche, no sabía que hacer, era la primera vez que chocaba. Fuímos a una delegación de policía del estado de México, me acompañó Filiberto. Al final mientras eran peras y manzanas, decidí irme no sin antes mentarle la madre al camionero. Me dijo que me iba a acusar por levantar difamaciones. Se la volví a mentar y me fui.
Doctor James Sullivan, Gran Tenochtitlán
Viernes, había un antro de música rock, que la neta no me acuerdo como se llamaba, pero íbamos ahí. Nos quedamos de ver temprano. Primero iríamos al VIPS a tomar un café con bizcochos y después nos lanzaríamos a empedarnos con alcohol. Alguien sugirió a ir a ver a las wilas. A nadie le pareció mala la idea. Cada quién llevaba su nave, pero decidimos irnos en Tourette. Había mucho tráfico, y los coches se formaban para irlas viendo. Nos pusimos en la cola. Era un lapso de 30 segundos entre wila y wila y se iba avanzando. No me fijé, pero el wei de adelante había hecho trato con una de las wilas y no avanzó, pero yo si. Le dí un mega madrazo a la parte trasera de su coche. Nos bajamos a ver y ese wei también. Eramos como cinco. La salpicadura de Tourette se había abollado, mientras la parte trasera del montecarlo estaba de color naranja. Empezamos a llamar al seguro, en esa época no tenía celular pero el wei del montecarlo sí. Le pedí prestado su teléfono. Yo creo que el wei estaba caliente, porque se fue a su raspón de nuevo y mi salpicadera --- no me había fijado, es namás un rasponcito --- dijo, fuimos a ver los 4 weies con los que venía y yo --- pues si, abollada, abollada no está - como ves si hay lo dejamos – por mi no hay bronca --- El wei se despidió, no sin antes le pedí su celular para llamar de nuevo al seguro y cancelar al asegurador. El wei se subió a su nave y empezó a hablar con otra wila. Creo hicieron trato y se fueron. Nosotros nos fuímos al antro. Al salir del antro, se la hicimos de a pedo al del valet que había abollado a Tourette, de puro desmadre.
Cerca de Pucallpa, Amazonas peruano
Fuí a comer con Alana, estaba platicando y estaba en la pendeja, en el pueblo no había tráfico, sólo tenía que tener cuidado con la gente, no había banquetas. Me echo de reversa y escucho y madrazo leve. Veo por el retrovisor a una de las motonetas que funcionaban como taxis. Se parecían mucho a esos triciclos que se usan en los mercados donde llevan los huacales de frutas y verduras, pero con motor. Al chocar, el chofer de la motoneta se bajó encabronado echando madres. Me bajé a ver que pedo. La gente se había juntado --- mira pe... me rompistes mi espejo pe – quien yo? – si pe... me pegaste todo el frente... mira como me la dejaste --- su triciclo era un triciclo jodijón, ya era viejo y se veía que le habían hecho muchas composturas --- ya estaba así todo jodido – no como crees pe! Mira mi espejo pe, era nuevo – bueno, cuánto crees que te cuesten las reparaciones – y yo tengo que trabajar pe!. Este es mi trabajo pe – por eso cuánto crees que te cueste llevarlo a componer – no sé – pos dime, o quieres que yo averigüe? – yo creo que como 10 soles pe... tengo que comprar un espejo nuevo y... – sales ahí tienes 20 soles – pero... – me dijiste que te salen en 10 no?... pos toma 20 y como nuevo – bueno pe – sales... maneja con cuidado --- Después de eso tenía que cuidarme, al parecer se corrió la voz, y muchos taxistas estacionaban su motoneta detrás de la troca para que las chocara a propósito. Por supuesto que las movía primero y después arrancaba
La isla, Cerca de Brighton (tan cerquita que se divisaba el mar)
Iba manejando el kasito. Me paré para ver en el mapa donde iba. Era una calle de doble carril. Decido arrancar de nuevo. Veo un coche venir, lo dejo pasar y arranco, el coche va delante, escasos 5 metros, llegando a la esquina, el coche pone su direccional izquierda, pensé que se iba a meter a la calle de la izquierda, se abre y de repente trata de dar una vuelta en U. Frené con los dos pies. El frente de mi casito quedo en la puerta derecha del susodicho coche. La facia se cayó. Era una vieja. Pinche vieja pendeja pensé. Me bajé a ver que pedo. La vieja seguía en el coche. --- estás bien? – si... si... no me fijé --- la vieja se bajó de la nave y lo primero que pensé fue: que buen par de tetas tiene!!! Después me fijé que estaba embarazada. Tenía una mega panzota también, pero que buen par se cargaba. La vieja empezó a llorar. Llamé al seguro. La vieja vivía localmente y llamó a su esposo, que llegó como en 10 minutos y se encabronó con ella, le dijo algo así como --- otra vez? --- Yo creo que el wei era albañil o pintor, tenía la ropa llena de pintura y cal. La embarazada susodicha iba toda de blanco, era werita, pero tenía fake tan. Llevaba una microtanga, se le transparentaban los pantalones.
Manejaba a Tourette e iba con Filiberto, un inge que había estudiado en el borreguero. Salía del estacionamiento de la compañía de donde hacía mis prácticas. Ese día Filiberto no llevaba coche y me pidió darle un rai. Como nota al margen cabe mencionar que yo creo Filiberto pertenecía a algún movimiento swinger, sus ideas las veía demasiado liberales, una vez me platicó que no tenía nada de malo prestar a su esposa siempre y cuando ella quisiera. Nunca conocí a la esposa. Como otra nota al margen, también durante ésta época, había una chica que se llamaba Silvia y también hacía sus prácticas. Estudiaba para ser técnico. Era de por un pueblito cerca de Tula. Después de un rato me empezó a later, no sé porque, no era bonita y no estaba buena, pero era muy buen pedo. Vestía medio machorra. Fin de las notas al margen de lechería. En fin, salía del parking hacia la lateral de periférico y había un tráfico de la chingada, era viernes, iría a comer a la casa y después me iría al cole. Veo a un camión de carga como a 10 metros, dudo por un momento en avanzar --- ahí cabes, ahí la libras! --- dijo Filiberto --- tu crees? --- dije yo. Me aviento, y el pinche camión de carga en lugar de frenar, aceleró el hijo de puta, no le importo darme un madrazo y romperme la salpicadura delantera del lado izquiero --- verga! --- hijo de su chingada --- Filiberto se bajó y quería romperle la madre al camionero. Eran dos. Me quedé en el coche, no sabía que hacer, era la primera vez que chocaba. Fuímos a una delegación de policía del estado de México, me acompañó Filiberto. Al final mientras eran peras y manzanas, decidí irme no sin antes mentarle la madre al camionero. Me dijo que me iba a acusar por levantar difamaciones. Se la volví a mentar y me fui.
Doctor James Sullivan, Gran Tenochtitlán
Viernes, había un antro de música rock, que la neta no me acuerdo como se llamaba, pero íbamos ahí. Nos quedamos de ver temprano. Primero iríamos al VIPS a tomar un café con bizcochos y después nos lanzaríamos a empedarnos con alcohol. Alguien sugirió a ir a ver a las wilas. A nadie le pareció mala la idea. Cada quién llevaba su nave, pero decidimos irnos en Tourette. Había mucho tráfico, y los coches se formaban para irlas viendo. Nos pusimos en la cola. Era un lapso de 30 segundos entre wila y wila y se iba avanzando. No me fijé, pero el wei de adelante había hecho trato con una de las wilas y no avanzó, pero yo si. Le dí un mega madrazo a la parte trasera de su coche. Nos bajamos a ver y ese wei también. Eramos como cinco. La salpicadura de Tourette se había abollado, mientras la parte trasera del montecarlo estaba de color naranja. Empezamos a llamar al seguro, en esa época no tenía celular pero el wei del montecarlo sí. Le pedí prestado su teléfono. Yo creo que el wei estaba caliente, porque se fue a su raspón de nuevo y mi salpicadera --- no me había fijado, es namás un rasponcito --- dijo, fuimos a ver los 4 weies con los que venía y yo --- pues si, abollada, abollada no está - como ves si hay lo dejamos – por mi no hay bronca --- El wei se despidió, no sin antes le pedí su celular para llamar de nuevo al seguro y cancelar al asegurador. El wei se subió a su nave y empezó a hablar con otra wila. Creo hicieron trato y se fueron. Nosotros nos fuímos al antro. Al salir del antro, se la hicimos de a pedo al del valet que había abollado a Tourette, de puro desmadre.
Cerca de Pucallpa, Amazonas peruano
Fuí a comer con Alana, estaba platicando y estaba en la pendeja, en el pueblo no había tráfico, sólo tenía que tener cuidado con la gente, no había banquetas. Me echo de reversa y escucho y madrazo leve. Veo por el retrovisor a una de las motonetas que funcionaban como taxis. Se parecían mucho a esos triciclos que se usan en los mercados donde llevan los huacales de frutas y verduras, pero con motor. Al chocar, el chofer de la motoneta se bajó encabronado echando madres. Me bajé a ver que pedo. La gente se había juntado --- mira pe... me rompistes mi espejo pe – quien yo? – si pe... me pegaste todo el frente... mira como me la dejaste --- su triciclo era un triciclo jodijón, ya era viejo y se veía que le habían hecho muchas composturas --- ya estaba así todo jodido – no como crees pe! Mira mi espejo pe, era nuevo – bueno, cuánto crees que te cuesten las reparaciones – y yo tengo que trabajar pe!. Este es mi trabajo pe – por eso cuánto crees que te cueste llevarlo a componer – no sé – pos dime, o quieres que yo averigüe? – yo creo que como 10 soles pe... tengo que comprar un espejo nuevo y... – sales ahí tienes 20 soles – pero... – me dijiste que te salen en 10 no?... pos toma 20 y como nuevo – bueno pe – sales... maneja con cuidado --- Después de eso tenía que cuidarme, al parecer se corrió la voz, y muchos taxistas estacionaban su motoneta detrás de la troca para que las chocara a propósito. Por supuesto que las movía primero y después arrancaba
La isla, Cerca de Brighton (tan cerquita que se divisaba el mar)
Iba manejando el kasito. Me paré para ver en el mapa donde iba. Era una calle de doble carril. Decido arrancar de nuevo. Veo un coche venir, lo dejo pasar y arranco, el coche va delante, escasos 5 metros, llegando a la esquina, el coche pone su direccional izquierda, pensé que se iba a meter a la calle de la izquierda, se abre y de repente trata de dar una vuelta en U. Frené con los dos pies. El frente de mi casito quedo en la puerta derecha del susodicho coche. La facia se cayó. Era una vieja. Pinche vieja pendeja pensé. Me bajé a ver que pedo. La vieja seguía en el coche. --- estás bien? – si... si... no me fijé --- la vieja se bajó de la nave y lo primero que pensé fue: que buen par de tetas tiene!!! Después me fijé que estaba embarazada. Tenía una mega panzota también, pero que buen par se cargaba. La vieja empezó a llorar. Llamé al seguro. La vieja vivía localmente y llamó a su esposo, que llegó como en 10 minutos y se encabronó con ella, le dijo algo así como --- otra vez? --- Yo creo que el wei era albañil o pintor, tenía la ropa llena de pintura y cal. La embarazada susodicha iba toda de blanco, era werita, pero tenía fake tan. Llevaba una microtanga, se le transparentaban los pantalones.
Subscribe to:
Posts (Atom)