Wednesday, March 11, 2009

La noche más fría

“No trafiques!”. Era un anuncio de papel en donde se veían unas manos muy blancas esposadas. Me imagino que estaba dirigido a los gringos. Estaba escrito en inglés, francés, alemán y castellano. Estaba pegado por todos lados, en los baños, muros y ventanales del aeropuerto. Era temprano y hacía frío. Mi vuelo venía retrasado por la niebla del Callao. De haber sabido me hubiera quedado más tiempo en el hotel. Decidí tomar un avión que me llevara a Cuzco, el plan original era irme de Ayacucho a Andahuaylas por tierra y después de ahí a Cuzco, pero cuando me dijeron que me tardaría unas 24 horas en llegar y después de la experiencia del viaje de Huancayo a Ayacucho, decidí mejor comprar un boleto de ida a Cuzco. Sería la primera vez que visitaría el ombligo del mundo. Ya había más gente en el pequeño aeropuerto, había unas teles que estaban sintonizadas en Panamericana Televisión, estaban dando las noticias pero no había volumen. Había solo dos salas en el aeropuerto, la de ida y la de llegadas. En la de salidas había una pequeña cafetería donde me senté a tomar una Inka-kola, la bebida del Perú. Encontré una sección de El Comercio del día anterior y me la puse a leer. Las noticias hablaban sobre las encuestas presidenciales tan cerradas entre el Chino y el Cholo. Era curioso, que en este viaje, había visto al Chino en un mitín presidencial en la plaza central de Ayacucho y pocos días después vería al Cholo en un mitín en la Plaza Central de Cuzco. El cholo tenía más gente definitivamente. Por fin llegó mi avión, solo se escucharon unas hélices que pasaron de volada... vi a través de los ventanales y ahora el avión regresaba hacia la Terminal. La ruta del vuelo de Transportes Aéreos de la Selva era Lima-Ayacucho-Cuzco-Puerto Maldonado. Salí de la Terminal y abordé mi avión, solo algunos pasajeros se bajaron, otros se quedaron dentro, iba medio lleno, no tomó más de diez minutos en que cerraron las puertas y de nuevo el avión estaba en la pista y poco después en el aire. Se podía ver un poco de los Andes, hasta que el avión se elevaba y solo se veía nublado. Algunas veces se dejaba ver algún claro donde se veían los picos nevados que parecían navajas, eran enormes. --- Damas y Cabellaros, les habla su capitán Manca, el vuelo tomará aproximadamente una hora, las condiciones en Cuzco son cielos despejados con una temperatura promedio de tres grados centígrados y tendremos un poco de turbulencia a mitad del vuelo...debido a las condiciones meteorológicas de la zona... disfruten de su vuelo y gracias por volar con Transportes Aereos de la Selva --- Era un antiguo avión soviético...los anuncios de no fumar, del cinturón y baños estaban en ruso.

Había pasado una muy mala noche, casi no pude cerrar los ojos, fue la noche más fría que he sentido, cada vez que me movía en la cama, sentía helado en mi cara y hacía que me despertara. A pesar de todas las sábanas, cobijas y colchas de la cama donde dormía, más las de la otra cama, el frío era insoportable. Por un momento pensé en dejar la tele encendida para producir un poco de calor, pero en la madrugada no había ya programación, solo las moscas. Bien me había dicho Manuel, La Chabu, el tío Lolo... nadamás faltó el oso y eso porque no hablaba que si no... --- Panta ahora que vaj a ejtar en la sierra tienej doj opcionej – opciones de que? – veraj... que aquí en la selva no sientej frío por el clima y laj charapaj pero en la sierra hace frío pe – Manuel, vengo de la Gran Tenochtitlán, sé lo que es frío... es más hasta nieve cae en los alrededores – pero Panta pe... pero tu ciudad no está arriba de los trej mil metroj sobre el nivel del mar o si? – mmm creo que no... pero de que opciones hablas? – veraj Panta... en las nochej hace mucho frío... te vaj a cagar de frío y para que no pasej frío o te compraj una bolsa de agua caliente – cuales? De esas que usan los enfermos? – esaj mijmaj pe... son de caucho y lej ponej agua caliente y la ponej debajo de la cama – ok y cual es la otra opción? – la otra opción ej mucho mejor, te consiguej una serrana y pasaj la noche con ella – no seas cabrón – una serrana pe – mmm quizás me salga más barato una bolsa y una paja – jaja - jaja ---

Había llegado a Huancayo cuando anochecía, estaba todo madreado, había sido un día muy largo, de la central de autobuses caminé al hotel porque estaba muy cerca. Solo pasaría una noche ahí, no había mucho que ver. Había cirros en el cielo, estaba frío ya. Llegué al hotel, dejé mis cosas y sali a caminar, pasé por la Plaza de Armas y la Catedral, luego por un mercado donde compré artesanías y donde me compré un sueter de Alpaca que me acompañó durante todo mi trayecto en la sierra. Regresé al hotel, traté de ligar con la recepcionista hasta que me dí cuenta de que su wei trabajaba también ahí y mejor me fui a mi cuarto. Había comido cerca del mercado, así que barriga llena corazón contento y a dormir.

El plan era sencillo, llegar a Cuzco, yendo de Huancayo a Ayacucho, después de ahí a Andahuaylas y Cuzco. De ahí seguiría mi viaje hacia el lago Titicaca, quizás cruzaría la frontera y llegaría a Bolivia. Trataba de dormir con mis pijamas, mi sueter de alpaca, doble calcetín y todas las cobijas del mundo y nada. Manuel tenía razón, al menos me hubiera comprado la bolsa térmica, estuve a punto de bajar a la recepción de nuevo a tratar de ligar con la recepcionista con tal de no pasar frío.

Me levanté a las seis de la mañana, todo cansado, bajé a desayunar a un patiecito y me senté en el sol, que apenas calentaba. La recepcionista estaba muy amigable ahora que no estaba su güei... pinche vieja, ya para qué!! Agarré mis chivas y me fuí a la terminal de autobuses, sentía entumidas las pierdas, que jodida noche. En fin, Huancayo no me dejó con un buen sabor de boca por el frío y bueno la papa a la huancaína nunca fué mi platillo favorito.

Llego con mi mochila a la central de autobuses, era todo un verdadero desmadre, gente, viejos, niños, animales, todo mundo hablando, de hecho empezaba a escuchar quechua, además de castellano. Parecía un mercado. Busqué los autobuses que iban a Ayacucho, mi siguiente parada, estaban afuera y pregunté. Compré un boleto y una vez más gente alrededor del autobús con bultos y maletas y animales. Había dos hombres con camisas blancas de manga corta, eran los conductores y ponían los equipajes en el autobús. Al darles mi mochila, la pusieron en el techo, ya no cabía nada en los compartimentos inferiores. --- Oiga, pero no se vaya a caer mi mochila ¡– no pe... no pasa nada, ahí va más seguro que abajo --- En fin, no había mucho que pudiera hacer, llevaba mi pasaporte en mi bolsillo de mis bluejeans y mi dinero conmigo en mi calcetín derecho, era muy pinche incomódo. Me subí al autobús y me tocó un asiento en la parte trasera, llegué y me senté, la gente se empezaba a subir, esperaba dormir un rato, iba bien tapado, seguro haría frío en el trayecto. Estaba en mi lugar y una pareja fue hacia donde me encontraba, al parecer un boleto de ellos estaba a mi lado, pero les había tocado otro boleto que estaba en otro lugar --- nos podría cambiar su asiento?... es que nos tocó separados pe – seguro, cuál es tu asiento – allá adelante --- Me levanté, la parejita sonrió, seguro se irían cochineando en el camino y el lugar que intercambié estaba hasta mero adelante del lado de la ventana, justo detrás de los conductores.

Llegué y me senté, para mi sorpresa había una persona que vestía como yo y no parecía de la zona. Era un wei de cabello color castaño claro y ojo azul, parecía turista, pero vestía bien pijo. --- Buenas – que tal --- Me senté y no dijimos nada más. La gente seguía subiendo, el autobús se llenó, no había más asientos disponibles y la gente subía, se llenó con un vagón en el metro Balderas a la hora pico.

Los conductores bromeaban entre ellos, había música de la sierra, la gente comía y platicaba, mi compañero de viaje, volteó y se presentó --- no eres peruano verdad? – no, soy de México – ahh! mexicano, que bonito, nuestros países comparten una riqueza cultural enorme – totalmente de acuerdo – me llamo Filiberto Torres Velas y vengo a hacer campaña política en la sierra --- Filiberto Torres Velas, era miembro de Somos Perú, un partido Centrista, cuyo candidato a la presidencia Alberto Andrade Carmona había sido alcalde de Miraflores, el barrio pituco de Lima por excelencia --- ahh! mira, entonces eres un pituco! – jajaja... se ve que ya tienes tiempo viviendo en el Perú a por como hablas pe... pero ...no para nada Pantaleón, eso es lo que la dictadura fujimorista quiere que la gente piense, somos un partido progresista y liberal un partido en que nos preocupamos por el trabajo, queremos darle trabajo a esta gente que vez aquí... tu debes apoyar al chino no? – no para nada, aunque creo que ha hecho cosas buenas por tu país – como qué? – bueno... por ejemplo... ahora estoy en un autobús en la sierra dirigiéndome hacia Ayacucho y platicando de política con un derechista – no soy derechista pe... progresista – déjame terminar pe – ya te aperanuaste pe – bueno... el punto es que el chino acabó con el terrorismo o no? ---

Aunque Sendero aún operaba en partes remotas de la selva, su actividad casi había sido aniquilada. Recuerdo que veía las noticias de los coches bomba en Lima, la destrucción que causaban, también el episodio de la toma de la embajada de Japón y la captura del camarada Gonzalo. Chabu y Alana y Manuel me platicaban como era vivir en la época de la guerra. Algunas zonas estaban controladas por Sendero Luminoso y Tupac Amaru, la gente era forzada a sesiones de adoctrinamiento

--- pero exactamente como era Chabu? – pues joven Panta, una vez Willy y yo íbamos a Lima a ver una tía que estaba enferma, y en uno de los retenes de los terrucos – ahh que los terrucos tenían sus propios retenes? – si pe... aquí no entraba ni el ejército ni la marina pe – y que les hacían? – pues mire joven bajaban a todos incluídos niños y ancianos, apuntaban los nombres de todos y a los que veían sospechosos de los llevaban a otro lado – y ustedes? – nos llevaban a todos los demás a una casa y ahí se ponían hablar de pavadas pe – que pavadas? – que el gobierno es esto y lo otro y que nos están matando y que Carlos Max y Mao el chino y que el comunismo – y luego? – pues nos dejaba irnos hasta que querían ---

--- de niña ahí mira Panta – Estaba sentado con Alana y tomábamos inca-kolas, la bebida del Perú --- pero como era? – pues había balazos todas las noches, a veces días y uno no podía salir, mi mama me abrazaba bajo la cama y había hoyos en las paredes Panta... ya los tapó mi papá – y luego como era? – pues salías y había cuerpos muertos... toda lleno se sangre... como un río – pero eran terrucos? – de todo... terrucos, de la marina, niños ....---

--- pero de un día para otro había muertos en la calle? – si pe... les ponían letreros... cartulinas – y que decían – perro traidor, perro concha tu madre y cosas así – y quién los recogía? – nadie pe... ahí se podrían...pe ni los familiares podían, el que los recogiera también se metía en problemas ----

--- Oye Chabu, pero como fué la matanza? – pues primero los terrucos atacaron la base de la marina – y luego? – pues mataron a varios y después llegó un general y juntó a todos los del caserío donde vive Leandro – porqué? – porque tenía informes pe... un terruco se escondía ahí – y luego, pues nadie del caserío quería decir nada y los formaron a todos y los iban marchando cuanto los atacan los terrucos – ahí en la curva – si pe, ahí mismito pe – y qué pasó? – pues muchos murieron, los civiles, los terrucos, los milicos... ahí quedaron los cuerpos pudriéndose varios días, nadie se atrevía a recogerlos pe ---

--- Veraj Panta, sabej porqué ese pedazo de pijta es el único asfaltado – ni idea – era un aeropuerto internacional con vueloj a Colombia y tu paíj creo – en serio? – si pe... los terrucoj controlaban. Así financiaban su guerra, vendía la coca y venían avionetaj que se laj llevaban ---

El chino había acabado con todo el problema, excesivamente, se le pasó la mano, llevándose a muchos inocentes, pero después de muchos años se podía vivir en paz --- Pues Panta si te creo lo que dices...pe – claro que debes de creerme, son historias de gente que conozco, que sufrieron, seguro tu vivías en tu barrio pituco – jajaja... si pero también sufrí los concha su ma de los terrucos una vez pusieron un coche bomba a dos calles de donde vivía... todos los cristales de la casa estallaron... miraba la tele pe ... pero dime, entonces tu apoyas a Fujimori? – no para nada, pero hay que reconocer que hizo cosas buenas... ahora es una especie de dictador – pero con quién simpatizas? – con Toledo – ahh ese cholo concha su ma – por eso simpatizo porque es un cholo – pero es de derecha si sabías? Estudió en Harvard– es progresista!!! ---

Llegó un momento en que el asfalto se acabó y empezó la terracería, vaya montañas, estaba en los meros andes, precipicios con ríos, nieve , hacía mucho frío. El autobús paró en Paucarbamba, un pueblito en medio de las montañas, comí pachamanca, un plato típico de la sierra, carnes de pollo, borrego y cerdo con papas, camote y yucas, todo lo ponen en una olla que entierran y calientan con piedras calientes, un verdadero manjar

El trayecto continuó, afuera caía agua nieve, podía ver porqué Sendero controlaba la zona, mucha pobreza por todos lados --- y porqué escogiste Ayacucho pe? – pues estoy conociendo tu país y no sé, quise conocer como era la cuna de sendero, o darme una idea de porqué empezó ahí... tu vas a un mitín? – viene Andrade y necesitamos mucha gente que lo apoye, no somos muy fuertes fuera de algunos barrios de Lima, de los barrios pitucos como dirías tu pe... necesitamos gente como tu Panta – no que va... en primera no concuerdo con la derecha y en segunda soy mexicano y no debería andarme metiendo en política... seguro es delito – si pe pero ya casi eres peruano pe...hablas con el dejo ya pe – verdad que si pe ---

El trayecto tardó en total doce horas, finalmente llegamos a Ayacucho ya en la noche, Filiberto y yo habíamos resuelto todos los problemas del Perú, de México y del mundo en nuestro trayecto, solo había que ponerlos en acción.

--- y donde te quedas – en un hotel – cuál pe – Hotel Plaza – ahhh mira quien es el pituco –por? – es el mejor hotel de Ayacucho pe... - tu donde te quedas? – con unos amigos... mira pe si quieres mañana te doy un toque y salimos por ahí con mis amigos pe – perfecto... si sabes donde queda mi hotel! – si pe... es más caminemos para allá---

Recogimos nuestras maletas que estaban en el techo del autobús, había mucha gente en la calles y seguía haciendo frío, estaba muerto, llegaría a mi hotel y probaría por primera vez el mate de coca en el restaurante del hotel, que quedaba en una esquina, frente a una de las tantas iglesias de Ayacucho, el mismo restaurante donde una vez militantes de Sendero Luminoso aventaron una granada a través de los ventanales que daban a la calle matando a muchos comensales y destruyendo parte del Hotel.

--- Bueno Panta... un gusto... mañaba paso y nos vamos con mis amigos... hay una muy buena peña por aquí – ok... Filiberto... pues un gusto y seguro nos vemos mañana – que planes tienes? – pues conocer la ciudad y unas ruinas que no me acuerdo como se llaman ... – wari? – si esas – tienes que visitarlas y también en obelisco de la batalla de ayacucho... – está cerca? – si pe ... y cuántos días dices que te quedas por acá? – unos cuatro yo creo... después quiero ir a Cuzco pero primero quiero pasar por Andahuaylas...sabes cuanto se tarda en llegar? – jaja... si ...el doble que hicimos... no hay pista... es mucho peor – en serio? – si pe... uy... y como me puedo ir entonces a Cuzco? – pues si no quieres sufrir la sierra... puedes irte en avión pe ---

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