Sunday, April 15, 2007

Sevillanas: la hora de la papa

Dejamos nuestras cosas en el hotel y salimos de nuevo a buscar algún lugar donde comer, la caminata de horas había hecho que nos entrara el hambre, nos dirigimos otra vez hacía en centro, entre callecitas y callejones, había llovido pero hacía calor, el aire se sentía denso para respirar, no hacía frío al contrario, se sentía agradable. Sevilla me estaba agradando, al menos lo que era la parte del centro, tenía un aire viejo, la historia se sentía en cada paso que daba. Las mujeres sevillanas también eran de admirarse, de hecho siempre tuve la imagen toda la vida, de que las mujeres españolas era la típica sevillana, mujeres de cabellos rulos obscuros, ojos grandes y morenas, altas y sensuales. Pasamos una vez más por la catedral y vimos un restaurante, decidimos entrar ahí.

Al parecer la especialidad del restaurante eran las paellas, así que la elección del platillo a degustar no fué difícil. El menú indicaba que había dos tamaños de plato de paella, grande y más grande, teníamos bastante hambre, pero no sabía cual me acabaría

Camarero andalú : Buena tarde, ya decidieron ?
Panta : si yo creo que si, oiga de que tamaño es la paella grande ?
Camarero andalú : pue grande
Panta : si pero de que tamaño es ?
Camarero andalú : pue si dice que e grande, e grande
Panta : si pero cree que es para una persona o para dos?
Camarero andalú : ahh pue eso no lo sé, solo utéd lo sabe
Panta: por eso, usted cree que si una persona pide una paella grande, es suficiente?
Camarero andalú : pue si tiene mucha hambre una grande, si tiene ma hambre una ma grade

El wei nos estaba colmando la paciencia, mi cuate se estaba cagando de la risa, en parte por el malentendido de nuestros idiomas y en parte porque era un camarero muy jocoso

Mulha Omar : Oiga porque no nos enseña los platos para ver que tan grande es y asi decidimos nosotros

El camarero andalú se mordió el labio, y se fue hablando sólo. Se fué para la cocina y se escucho decir algo así como:

Camarero andalú : que no saben que e grande ! y que e ma grande !

Panta : Wei, osea que pedo con este wei? No le estoy preguntando la relación de la teoría de la relatividad con la subida del kilo de tomate
Mulha Omar : wei, si no, vámonos a otro lugar, a éste cabrón no le gusta su trabajo

El camarero andalú regresó con dos platos donde se sirve la paella

Camarero andalú : eta e la grande y eta e la ma grande. Cuál desean lo caballero ?
Panta: pues a mi la grande
Mulha Omar : a mi tambien
Camarero andalú : algo ma ?
Panta : sí dos san migueles pero grandes, no más grandes

El Mulha Omar se cagó de la risa, el camarero andalú no entendió mi sentido del humor y se fué con su jeta de mal pagado

Como 45 minutos después, el camarero andalú regresó con las paellas. Nos estabamos muriendo de hambre. La verdad estuvieron buenas, quizás no fueron las mejores paellas que he probado en mi vida, pero con hambre todo se come, hasta las zuelas de los zapatos como decía mi bisabuela*.

Camarero andalú : fue suficiente para el caballero ?
Panta : si, estaba grande
Camarero andalú : ya ve, le dije, grande e grande y ma grande e ma grande

El wei por supuesto que no se llevó propina.

* Mi bisabuela me contaba cuando me ponía fussy y no me quería comer algo, que ella de niña vió que los villistas y zapatistas que arribaron a la ciudad de México en la época de la revolución y no tenían nada de comer, se tenían que comer hasta las zuelas de los zapatos.

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