Friday, October 17, 2008

Salvando al mundo

Había pasado una muy mala noche, casi no pude cerrar los ojos, fue la noche más fría que he sentido, cada vez que me movía en la cama, sentía el frío de la cama en mi cara y hacía que me despertara. Era como dormir en un congelador. A pesar de todas las sábanas, cobijas y colchas de la cama donde dormía más las de la otra cama, el frío era insoportable. Por un momento pensé en dejar la tele encendida para producir un poco de calor, pero en la madrugada no había ya programación, solo mas moscas. Bien me habían dicho Manuel, La Chabu, el tío Lolo... nadamás faltó el oso y eso porque no hablaba que si no --- Panta ahora que vaj a ejtar en la sierra tienej doj opcionej – opciones de que? – veraj... que aquí en la selva no sientej frío por el clima y laj charapaj pero en la sierra hace frío pe – Manuel, vengo de la gran Tenochtitlán, sé lo que es frío... es más... hasta nieve cae en los alrededores – pero Panta pe... tu ciudad no está arriba de los tres mil metros sobre el nivel del mar o si? – mmm creo que no... pero de que opciones hablas? – veraj Panta... en la sierra en laj nochej hace mucho frío... te vaj a cagar de frío y para que no pasej frío o te compraj una bolsa de agua caliente – cuales? de esas que usan los enfermos? – esas mismas pe... son de hule y lej pones agua caliente y la ponej debajo de la cama – ok y cual es la otra opción? – la otra opción ej mucho mejor, te consiguej una serrana y pasaj la noche con ella – no seas cabrón – jeje ej la opción que te recomiendo Panta o llévate a Alana pe – no... lo pensé pero me vaya a meter en pedos – porque ej menor de edad? – bueno, no necesariamente... pero si me la llevo ya me echo un compromiso no? y luego vaya a querer también que me la lleve a México y eso ya no – bueno puej una serrana – mmm quizás me salga más barato una bolsa y una paja ---

Había llegado a Huancayo cuando anochecía, estaba todo madreado, había sido un día muy largo, de la central de autobuses caminé al hotel porque estaba muy cerca. Solo pasaría una noche ahí, no había mucho que ver. Había cirros en el cielo, estaba frío ya. Llegué al hotel, dejé mis cosas y salí a caminar, pasé por la Plaza de Armas y la Catedral, luego por un mercado donde compré artesanías y donde me compré un sueter de Alpaca que me acompañó durante todo mi trayecto en la sierra andina. Regresé al hotel, traté de ligar con la recepcionista hasta que me dí cuenta de que su wei trabajaba también ahí y mejor me fuí a mi cuarto. Había comido cerca del mercado, así que barriga llena corazón contento y a dormir.

Mi plan era llegar a Cuzco, yendo de Huancayo a Ayacucho, después de ahí a Andahuaylas y Cuzco. De ahí seguiría mi viaje hacia el lago Titicaca, quizás cruzaría la frontera y llegaría a Bolivia.

Dormía con mi pijama, mi sueter de alpaca, doble calcetín y todas las cobijas del mundo y nada. Manuel tenía razón, al menos me hubiera comprado la bolsa térmica, quería bajar a la recepción de nuevo a tratar de ligar con la recepcionista con tal de no pasar frío.

Me levanté a las seis de la mañana, todo cansado, bajé a desayunar a un patiecito y me senté en el sol, que apenas calentaba. Agarré mis chivas y me fui a la Terminal de autobuses, sentía entumidas las pierdas, que jodida noche. En fin, Huancayo no me dejó con un buen sabor de boca por el frío y bueno la papa a la huancaina nunca fue mi platillo favorito.

Llego con mi mochila a la central de autobuses, era todo un verdadero desmadre, gente, viejos, niños, animales, todo mundo hablando, de hecho empezaba a escuchar quechua, además de castellano. Busqué los autobuses que iban a Ayacucho, mi siguiente parada, estaban afuera y pregunté. Compré un boleto y una vez más gente alrededor del autobús con bultos y maletas y animales. Había dos hombres con camisas blancas de manga corta, eran los conductores y ponían los equipajes en el autobús. Al darles mi mochila, la pusieron en el techo, ya no cabía nada en los compartimentos inferiores. --- Oiga, pero no se vaya a caer mi mochila – no pe... no pasa nada, ahí va más seguro que abajo pe --- En fin, no había mucho que pudiera hacer, llevaba mi pasaporte y mi dinero conmigo, eso lo más importante. Me subí al autobús y me tocó un asiento en la parte trasera, llegué y me senté, la gente se empezaba a subir, esperaba dormir un rato, iba bien tapado, seguro haría frío en el trayecto. Estaba en mi lugar y una pareja va a donde me encontraba, al parecer un boleto de ellos estaba a mi lado, pero les había tocado otro boleto que estaba en otro lugar --- nos podría cambiar su asiento? ... es que nos tocó separados pe – seguro, cuál es tu asiento – allá adelante --- Me levanté, la parejita sonrió, seguro se irían cochineando en el camino y el lugar que intercambié estaba hasta mero adelante del lado de la ventana, justo detrás de los conductores.

Llegué y me senté, para mi sorpresa había una persona que vestía como yo y no parecía de la zona. Era un wei de cabello color castaño claro y ojo azul, parecía turista, pero vestía bien pijo. --- Buenas – que tal --- Me senté y no dijimos nada más. La gente seguía subiendo, el autobús se llenó, no había más asientos disponibles y la gente subía, se llenó como un vagón en el metro balderas a la hora pico.

Los conductores bromeaban entre ellos, había música de la sierra, la gente comía, platicaba, mi compañero de viajo, volteó y se presentó --- no eres peruano verdad? – no, soy de México – ahh! mexicano, que bonito, nuestros países comparten una riqueza cultural enorme – totalmente de acuerdo – me llamo Filiberto Torres Velas y vengo a hacer campaña política en la sierra --- Filiberto Torres Velas, era miembro de Somos Perú, un partido Centro-derechista, cuyo candidato a la presidencia Alberto Andrade Carmona había sido alcalde de Miraflores, el barrio pituco de lima por excelencia --- ahh! mira, entonces eres un pituco – no para nada pe eso es lo que la dictadura fujimorista quiere que la gente piense pe, somos un partido progresista pe, un partido en que nos preocupamos por el trabajo pe, queremos darle trabajo a esta gente que vez aquí... tu debes apoyar al chino no? – no para nada, aunque creo que ha hecho cosas buenas por tu país – como qué? – bueno... por ejemplo como ahora estoy en un autobús en la sierra platicando de política con un derechista – no soy derechista pe... progresista – déjame terminar pe – ya te aperanuaste pe! – bueno... el punto es que el chino acabó con el terrorismo o no? si estuviera sendero o tupac aquí, seguro no haría este viaje---

Aunque Sendero aún operaba en la selva y en partes remotas de la sierra, su actividad casi había sido aniquilada. Recuerdo que de niño que veía las noticias de los coches bomba en Lima, la destrucción que causaban, también el episodio de la toma de la embajada de Japón y la captura del camarada Gonzalo. Chabu y Alana y Manuel me platicaban como era vivir en la época de la guerra. Algunas zonas estaban controladas por Sendero Luminoso y Tupac Amaru, la gente era forzada a sesiones de adoctrinamiento --- pero exactamente como era Chabu? – pues joven Panta, una vez Willy y yo íbamos a Lima a ver una tía que estaba enferma, y en uno de los retenes de los terrucos... – ahh que los terrucos tenían sus propios retenes? – si pe... aquí no entraba ni el ejército ni la marina pe – y que les hacían – pues mire Joven bajaban a todos incluídos niños y ancianos, apuntaban los nombres de todos y a los que veían sospechosos se los llevaban a otro lado – y ustedes? – nos llevaban a todos los demás a una casa y ahí se ponían hablar de pavadas pe – que pavadas? – que el gobierno es esto y lo otro y que nos están matando y que Carlos Max y Mao el chino y que el comunismo y más pavadas – y luego? – pues nos dejaban irnos hasta que querían ---

--- de niña ahí mira Panta – Estaba sentado con Alana, afuera de Kokalas, tomábamos inca-kola, la bebida del Perú --- pero como era? – pues había balazos todas las noches, a veces días y uno no podía salir, mi mama me abrazaba bajo la cama había hoyos en las paredes Panta... ya los tapó mi papá – y luego como era? – pues salías y había cuerpos... muchos muertos... toda lleno se sangre... como un río – pero eran terrucos? – de todo... terrucos, de la marina, niños ....---

--- pero de un día para otro había muertos en la calle? – si pe... les ponían letreros... cartulinas – y que decían – perro traidor, perro concha tu madre y cosas así – y quién los recogían – nadie pe... ahí se podrían... ni los familiares podían, el que los recogiera también se metía en problemas ----

--- Oye Chabu, pero como fue la matanza? – pues primero los terrucos atacaron la base de la marina – y luego? – pues mataron a varios y después llegó un general y juntó a todos los del caserío donde vive Leandro – porqué? – porque tenía informes pe... un terruco se escondía ahí – y luego? - pues nadie del caserío quería decir nada y los formaron a todos y los iban marchando cuanto los atacan los terrucos – ahí en la curva? – si pe, ahi mismito – y qué pasó? – pues muchos murieron, los civiles, los terrucos, los milicos... ahí quedaron los cuerpos pudriendose varios días, nadie se atrevía a recogerlos pe ---

--- Veraj Panta, sabej porqué ese pedazo de pijta ej el único asfaltado? – ni idea – era un aeropuerto internacional con vueloj a Colombia y tu país creo – en serio? – si pe... los terrucoj lo controlaban. Así financiaban su guerra, vendía la coca y venían avionetaj que se la llevaban ---

El chino había acabado con todo el problema, excesivamente, se le pasó la mano, llevándose a muchos inocentes, pero después de muchos años se podía vivir en paz --- Pues Panta si te creo lo que dices... – claro que debes de creerme, son historias de gente que conozco, que sufrieron, seguro tu vivías en tu barrio pituco – jajaja... si pero también sufrí los concha su ma de los terrucos una vez pusieron un coche bomba a dos calles de donde vivía pe... todos los cristales de la casa estallaron... miraba la tele pe ... pero dime, entonces tu apoyas a Fujimori? – no para nada, pero hay que reconocer que hizo cosas buenas... ahora es una especie de dictador – pero con quién simpatizas – con Toledo – ahh ese cholo concha su ma – por eso simpatizo porque es un cholo – pero es de derecha si sabías? – es progresista ---

Llegó un momento en que el asfalto se acabó y empezó la terracería, vaya montañas, estaba en los meros andes, precipicios con ríos, nieve , hacía mucho frío. El autobús paró en Paucarbamba, un pueblito en medio de las montañas, comí pachamanca, un plato tipico de la sierra, carnes de pollo, borrego y cerdo con papas, camote y yuca, todo lo ponen en una olla que entierran y calientan con piedras calientes, un verdadero manjar y me costó dos soles incluída mi inca-kola, la bebida del Perú.

El trayecto continuó, afuera caía agua nieve, podía ver porqué Sendero estaba en la zona, mucha pobreza por todos lados --- y porqué escogiste Ayacucho pe? – pues estoy conociendo tu país y no sé, quise conocer como era la cuna de sendero, o darme una idea de porqué empezó ahí... tu vas a un mitín? – viene Andrade y necesitamos mucha gente que lo apoye, no somos muy fuertes fuera de algunos barrios de Lima, de los barrios patucos como dirías tu... necesitamos gente como tu Panta – no que va... en primera no concuerdo con la derecha y en segunda soy mexicano y no debería andarme metiendo en politica ajena seguro es delito – si pe pero ya casi eres peruano ... hablas con el dejo ya pe – verdad que si pe ---

El trayecto tardó en total doce horas, finalmente llegamos a Ayacucho ya en la noche, Filiberto y yo habíamos resuelto todos los problemas del Perú, de México y del mundo en nuestro trayecto

--- y donde te quedas – en un hotel – cuál pe – Hotel Plaza – ahhh mira quien es el pituco ahora – tu donde te quedas? – con unos amigos... mira pe si quieres mañana te doy un toque y salimos por ahí con mis amigos pe – perfecto... si sabes donde queda mi hotel? – si pe... es el mejor hotel de Ayacucho...es más caminemos para allá

Recogimos nuestras maletas que estaban en el techo del autobús, había mucha gente en la calles y seguía haciendo frío, era un pueblo típico colonial de la sierra, las calles empedradas y las casas de teja, una arquitectura muy periana. Estaba muerto, llegaría a mi hotel y probaría por primera vez el mate de coca en el restaurante del hotel, que quedaba en una esquina, frente a una de las tantas iglesias de Ayacucho, el mismo restaurante donde alguna vez senderistas aventaron una granada matando a muchos comensales en la época de la guerra.

No comments: