Monday, May 11, 2009

Introducing Elena Panova

Estoy comiendo mi lunch con Elena Panova en una canteen. Escogí una pechuga de pollo empanizada que pensé que era pescado y unos noodles que están muy insípidos. Elena Panova come una ensalada, dice que es vegetariana. De beber agua simple ambos en copas de vino.

Es moscovita y trabaja para un pequeño banco ruso que no ha sido afectado por la crisis económica mundial. Me dice que la razón es que el banco está protegido por el gobierno ruso, el dueño del banco es el profesor de judo de Putin. Elena sonríe. Tiene una sonrisa bastante pícara. Me dice que es muy raro que los grandes bancos están en sus rodillas mientras que su banco sigue amasando fortunas. Su trabajo es comprar propiedades en Londres, en Mayfair para ser exactos. Pasa una semana en Londres y otra en Moscú. Tiene un pequeño departamento en el centro de Londres.

Elena Panova es como de mi tamaño, me imagino el mínimo estándar de la mujer rusa. Tiene el cabello lacio de color paja y le llega por debajo de las orejas, usa pasadores. Ojos color azul cielo y unas pecas en sus mejillas. Tiene los labios carnosos. Su piel es un poco bronceada, se ve que va a lugares calientes de vacaciones. Elena Panova usa unas botas que se ven muy modernas, son como de charol pero con cuadritos y además tienen agujetas, yo creo que solo de adorno. Usa unos skinny jeans de color azul marino. Lleva una especie de vestido por arriba de los jeans, pero solo le llega hasta su culo. El vestido es floreado. Tiene un cinturón gruesote y usa un sweater... o algo así, que le cubre las mangas pero solo le llega por debajo de las tetas. Se lo quitó a la hora de comer y es que hacía calor, bueno unos quince grados, que en Moscú debe ser como estar en el Congo. Su vestido no es escotado, pero cuando se agacha se le abre. Trato de no mirarle las tetas y mejor me concentro en sus ojos. Pero cuando me habla se inclina hacia mi y puedo ver los globos del cielo. Creo que las bubis se le ven más grandes de lo que son porque es bastante delgada.

Me dice que ha estado en Cancún. Me pregunto si fue con su güey... pero me vería muy perro preguntarle eso tan directo. Dice que le gustó y que quisiera conocer la Gran Tenochtitlán.

Elena Panova está sentada enfrente de mi. Las mesas son rectangulares. A nuestro lado hay gente, pero solo me concentro en ella. Llego a la conclusión de que Rusia y México no son tan diferentes en lo que respecta a la corrupción. Elena Panova se da color de que me entusiasma hablar de la antigua Unión Soviética. Que edad tendrá? Eso no se le puede preguntar a una dama, pero me comenta que ella era parte de las Brigadas Juveniles cuando era niña y estuvo en la Plaza Roja en varios desfiles. Me la imagino de shorts y paleacate, jurando lealtad al Camarada Lenin y Stalin y a los miembros del Politburó entre los grandes misiles que algún día destruirían al mundo y que me traumaron cuando ví una movie que se llamaba “un día después”

Me imagino que si estuvo en las brigadas rojas debe ser porque venía de una familia comunista impecable. Estoy en lo correcto, me dice que su padre en la era comunista era un profesor y trabajaba en una universidad. Era muy respetado. Pero dejó ese oficio cuando Yeltsin llegó al poder y acabó con el sueño rojo. Ahora se dedica a los negocios, importa productos que no hay en Rusia y exporta productos para el mundo. Me pongo a pensar por un momento si venderá planos de bombas y cosas así.

Le pregunto a Elena Panova que es lo que prefieren los rusos? El hoy o el ayer? Elena Panova otra vez sonríe. Es muy sincera. Me dice que antes era mejor en el aspecto que todo mundo era igual y no había diferencias. Ahora las clases son muy marcadas y hay mucha pobreza. Siento que Elena Panova prefiere el ayer. Es una idealista. Aunque me dice que no se puede quejar, que gracias al cambio ella puede ir y venir donde le de la gana. Gracias a ello, viene a comprar propiedades en Mayfair para sus clientes. Le gusta viajar, le gusta Londres. Justo el día de ayer fue a ver el Fantasma de la Opera al teatro. Me preguntó si ya la había visto. Le dije que no. Que no me gustan los musicales. Ouch. Que pendejo eres Panta. Le hubieras dicho que si y la hubieras invitado a alguno. No importa si a ti solo te gustan las obras tipo “fat pig”!!!

Elena Panova me pregunta si la ciudad de México es la más poblada del mundo. Le dije que había como 22 millones, pero en un país de 110 millones, quizás no sea mucho. Me dice que Rusia es tan grande y que cada región es diferente. Su mundo es Moscú, Vladivostok es como Tierra del Fuego para mi. El fin del mundo. Le cometo de los pedos que tenemos referente a la contaminación y el crimen. Le digo que el narco está cabrón y en todo México. Le digo que los gringos nos dicen que ya le bajemos, que no les mandemos drogas, pero que los mexicanos les decimos que ya no consuman pues. Rie.

Le pregunto si vió una película que se llama Amores Perros... Love´s a bitch... creo así se tradujo en inglés. Me dice que si, que es una de sus películas favoritas. Le comento que así era México cuando lo dejé. Pero que ahora creo está más violento, con nuevos problemas.

Que ricas tetas tiene Elena Panova, no se las veas Panta! Es muy difícil no mirarlas. “Postre?” Me pregunta. Bueno, nunca como postre a la hora del lunch, pero haré el esfuerzo con tal de seguir perreando, claro que eso no se lo digo. Elena Panova me dice que había un pastel que se veía delicioso. Me pregunta si voy ir por el pastel. Le digo que quizás. Al final escogí ensalada de frutas.

Ahora Elena Panova se sirve un café y me pregunta si quiero uno. Le digo que té. Elena Panova toma una taza y va a vertir agua caliente. Me adelanto y le digo que espere, que primero tengo que poner la bolsita de té. Que si no, no sabe igual. Elena sonríe y me dice que me estoy anglizando. Pongo la bolsita y Elena Panova ahora vierte el agua a la taza con la bolsita de té dentro. Serán así las rusas de serviciales? Yo quiero una. Elena casi casi llena la taza. Le tengo que decir que no la llene, que aún necesito ponerle leche.

--- En Rusia, cuando le sirves café o agua a alguien y lo llenas hasta arriba, significa que le muestras mucho respeto – entonces, quieres decir que a mi no me respetas? – yo te iba a llenar la taza pero tu me dijiste que no lo hiciera, no quieres que te respete --- Elena Panova sonríe. No quiero que acabe el lunch.

6 comments:

Zays said...

Me gusta cuando nos cuentas de las zonas de Londres, Mayfair y Bond Street son mis favoritas, no sè porque huele a un flirteo diferente al que estamos acostumbrados a leer ??!!
A mi casa viene una rusa 2 veces por semana y si, son muy limpias y en casa usan siempre pantuflas.

Anonymous said...

Que chida entrada

Pantaleon said...

Zays,
Flirteo diferente? Quizas. Supongo que era por:
1) No era el lugar ni el momento adecuado
2) La acababa de conocer

Asi que tiene una chacha rusa?
Saludos

Anonymous,
Gracias
Saludos

Zays said...

Si creo era por el lugar, me pareciò un flirteo muy polite, la senora del aseo se llama Olga de apellido no sé tsss!! trabaja con nosotros desde hace 2 anos jeje.

Carlos Gálvez said...

Que onda mi estimado Panta. Fíjate que tengo una propuesta indecorosa... Jajaja no que va, pues mira la neta un cuate de la infancia acaba de obtener la visa de trabajo de la isla y dentro de los próximos meses quiere ya moverse por allá, el problema es que no sabe como moverse, donde buscar chamba, como buscar depa, etc en Londres. Yo estuve viviendo 1 año pero en Oxford y bueno las cosas no se manejan igual que en Londres por lo que no puedo ayudarlo mucho.

Estas en posición de echarle la mano a mi cuate aunque nos cobres una lana? Es un compatriota que como tu busca comenzar una vida nueva en Londres.

Gracias de antemano.

PS. De aceptar me podrias pasar tu correo para ponerme en contacto directo contigo?

Pantaleon said...

Carlos Galvez,
Mi imeil
pantapantoja@hotmail.com
Saludos a ti y a tu cuate de la infancia